Agramunt, invierno de 1469 o primavera de 1470. Juana Nicolau, amante del infante Fernando (futuro Rey Católico), traía a una niña al mundo; de condición ilegítima, pero que tendría un papel muy activo al lado de su padre. Juana de Aragón-Nicolau recibió el reconocimiento y el apellido del padre; fue dotada con las rentas reales de su villa nativa; fue casada con el hombre más rico de Castilla; fue sospechosamente próxima al escenario del crimen de Felipe el Bello, el yerno y rival de su progenitor; y tuvo una relación muy estrecha -y no siempre aséptica- con su hermanastra pequeña Juana (Toledo, 1479), mal nombrada "la Loca". Juana de Aragón-Nicolau, la primogénita catalana de Fernando totalmente ignorada por la historiografía oficial española, se revela como un personaje clave en los convulsos años de formación de la monarquía católica.

Grabado de Agramunt (siglo XVII), obra de Beaulieu / Pinterest

¿De dónde venía Juana de Aragón-Nicolau?

Según la investigación de la historiadora Virginia Costafreda, Joana -la hija- fue engendrada en Tàrrega en algún momento de la primavera de 1469, durante las negociaciones matrimoniales de Fernando e Isabel en Cervera. Los cronistas de la época relatan que, en el transcurso de aquellas negociaciones, Fernando tuvo dos relaciones extramatrimoniales paralelas con dos chicas de la zona: con Aldonza Ruiz de Ivorra (Cervera, circa 1451) e hija de uno de sus negociadores; y con Juana Nicolau (Agramunt, circa 1454) y de quien se desconoce su filiación. A Alfonso, el hijo de Fernando y Aldonza, se le procuró una carrera eclesiástica que es relativamente conocida, por qué estuvo a punto de culminar en Roma. Y a Joana, hija de Fernando y Juana, se la destinó a tareas de inteligencia a favor de los intereses políticos de su padre.

Fernando, Aldonza y Alfonso / Archivo 'ElNacional'

¿Qué relación tuvo Juana con su padre durante la infancia?

En el transcurso de su vida, Fernando tuvo varios hijos ilegítimos. Pero solo con los dos primeros, y con las respectivas madres de aquellas criaturas, tuvo una relación muy especial. Incluso, se puede decir que, tuvo una relación más estrecha que con sus hijos legítimos. Y a la inversa. Alfonso, hijo de Aldonza, destacó por la lealtad hacia la figura de su padre. Y su padre se lo reconoció cuando, en su testamento, lo nombró regente de la Corona catalano-aragonesa hasta la llegada de Carlos de Gante (1516-1518). Y Juana fue provista con unas importantes rentas (las rentas reales que generaba Agramunt) y fue educada en los cenáculos cortesanos. Ferrando designó a su hermana Juana y la maestra Estefania Carròs (docente de los retoños de la familia real); tutora y educadora, respectivamente, de la pequeña Juana.

La boda de Juana

No se conserva ninguna imagen de Juana de Aragón-Nicolau, pero las fuentes documentales apuntan una gran semejanza física de la pequeña con su tía materna Juana. Esta podría ser la causa que explicaría la estrecha relación que, siempre, mantuvieron la hermana y la hija del Católico. El 14 de septiembre de 1476, Juana de Aragón y Enriquez -hermana de Fernando y de 21 años de edad- era casada con el rey Fernando I de Nápoles -primo de Fernando; y también de Juana; y de 53 años de edad. Juana -la hermana- desaparecería transitoriamente de la corte de Barcelona; pero nunca se desentendería de su sobrina. Los dos hermanos Trastámara se conjuraron para proteger a Juana Nicolau y, sobre todo, la pequeña Juana; y muy pronto, le buscaron un matrimonio ventajoso. En un primer momento enviaron representantes a negociar con la casa ducal de Milán y con la casa real de Escocia.

Felipe y Juana / Museo de Arte de Viena

Juana, duquesa de Frias

Pero la condición ilegítima de Juana impidió el éxito de aquellas legaciones. Y, entonces, sería cuando se optó por casarla con Bernardino Fernandez de Velasco y Mendoza (Burgos, 1454), duque de Frias, Conestable de Castilla (máxima autoridad militar del reino) y el hombre más rico de la Corona castellano-leonesa. Juana se convertía en la duquesa de Frias; pero el más sorprendente de aquel recorrido no era el destino, sino el tiempo utilizado. Juana fue casada pasada la treintena, un hecho absolutamente inusual entre los elementos del estamento aristocrático. Y no por causas físicas: los embajadores extranjeros en la corte de Barcelona la describen como una mujer de una belleza extraordinaria, con una gran semejanza con su tía paterna, a la reina de Nápoles. Ni siquiera por causas sociales (era codiciada por casi todas las familias aristocráticas peninsulares).

Juana, el alfil de Ferdando

La única causa que podría explicar esta demora, sería el papel extraordinariamente importante que, siempre -incluso después del matrimonio- jugó en torno a la figura de Fernando. Juana -la hija- fue el alfil de Fernado en Barcelona. Y cuando estuvo casada, hizo lo mismo en Burgos, sede de la nobleza funcionarial castellana que, siempre, había desconfiado del "viejo catalanote". En Burgos se produjo un hecho que dibuja a la perfección la relación padre-hija: la muerte de Felipe -el yerno y rival de Fernando para la regencia de Castilla- se produjo en casa de Bernardino y Juana, después del extraño desenlace de una, todavía, más extraña enfermedad. Previamente, había sido Juana -la hija ilegítima- la que había informado al Católico de que el yerno Habsburgo mantenía totalmente aislada e incomunicada a Juana -la Loca- reina legítima de la corona castellanoleonesa.

Mapa de la costa de Terranova (siglo XVII) / Bibliothèque Nationale de France

Juana y Juana

Bernardino y Juana -la catalana- fueron los únicos familiares que acompañaron a Juana "la Loca" en el cortejo fúnebre que trasladaba el cadáver de Felipe a Granada. A medio camino; Juana, en avanzado estado de gestación parió Caterina (1506). En aquel aprieto, Bernardino y Juana hicieron de padrinos de la futura reina de Inglaterra. Pero lo más sorprendente sería que Juana -la catalana- se convertiría en la sombra y en la confidente de Juana -la castellana; enferma y recluida, hasta el extremo que es difícil averiguar donde empezaba una y donde acababa la otra. Como mínimo hay un detalle muy sospechoso: la licencia para viajar a Terranova y fundar una Casa de Contratación en el Nuevo Continente, firmada el 29 de octubre de 1511 por Juana de Aragón a favor de Joan d'Agramunt "catalan y natural de Lérida". ¿Cuál de las dos Juanas era la que realmente firmaba?.