Son las doce y media del mediodía cuando llego al Centre Cívic Casa Deu, en Les Corts (Barcelona), para verme con mi invitado de hoy. La diferencia es que él, el fotoperiodista Jordi Borràs (Barcelona, 1981), no ha podido decir a nadie dónde estará hoy a esta hora. Ni tampoco con quién estará. Puntual, aparece de de la nada y me confiesa que ha aparcado muy cerca. "He venido en coche, quemando gasóleo dentro de la Zona de Bajas Emisiones para evitar que me rompan la cara en el metro, tio" me dice socarrón y con ironía mientras me explica que no coge nunca el transporte público por precaución.
"Cuando estás amenazado de muerte por la extrema derecha, no tomar ciertas medidas de seguridad propias puede ser letal", me argumenta. ¿Por qué hay tantos fachas que le desean la muerte a Jordi Borràs, sin embargo? Pues sencillamente porque Jordi Borràs hace años que se dedica a retratar la extrema derecha española y europea desde todos los ángulos, por eso hoy en El café de la granota hablaremos del miedo al fascismo, de si es o no es ser un kamikaze enfrentarse a él a cara descubierta y, sobre todo, hablaremos de Tots els colors del negre (Ahora Libros, 2022), un ensayo profundo sobre el auge de la derecha radical en el viejo continente.
El primer capítulo del libro no lo ha escrito Jordi Borràs, sin embargo, sino su abuelo Enric. "Fue artillero de la quinta del 41 durante la Batalla del Ebro", me comenta, "y me pareció necesario empezar Tots els colors del negre con un fragmento de su dietario, concretamente una entrada escrita el día 9 de agosto de 1938 desde Les Camposines, la Terra Alta, la primera línea de frente". Con diferentes palabras pero con el mismo sentido, pienso, más de setenta y cinco años después su nieto ha escrito un libro hablando de lo mismo: de qué son los fascistas y de cómo combatirlos.
En efecto, el nieto de Enric Borràs Cubells, ahora, es uno de los fotoperiodistas más conocidos de nuestro país y uno de los máximos expertos en el auge de la extrema derecha en Europa, tal como demuestra este ensayo a medio camino entre el dietario y el reportaje de investigación que esconde detrás suyo casi una década de trabajo. Lo he invitado al Café de la granota para hablar de su libro, de su trabajo, de cómo se vive amenazado por la extrema derecha y, sobre todo, de por qué los fachas y los nazis europeos han dejado de ser cabezas rapadas radicales dignos de la película American History X para pasar a ser políticos que visten como una cabeza|cabo|jefe de planta de El Corte Inglés y que tienen escaños en el Congreso.
"La extrema derecha ocupa todos los estamentos poderosos de la sociedad, desde los políticos hasta los económicos pasando por los judiciales y, evidentemente, los policiales", me dice. De hecho, la única agresión que ha recibido Borràs desde que está amenazado por la extrema derecha no ha sido en manos de algún manifestante neonazi o algún opúsculo de skinheads, sino en manos de un inspector de la brigada de información de la Policía Nacional, es decir, de un funcionario del estado. ¿Cómo es la vida diaria de alguien que es una diana permanente por la derecha radical? Eso es lo que quiero preguntarle, ir al tuétano y descubrir, evidentemente, si Jordi Borràs se arrepiente de todo lo que ha significado hurgar en el fascismo del siglo XXI.