Cuatro años después del éxito en taquilla de la comedia Señor, dame paciencia, Atresplayer Premium ha estrenado este domingo su secuela televisiva, una serie protagonizada por el actor catalán Jordi Sánchez, quien vuelve a meterse en la piel de Gregorio, un padre ultraconservador y lleno de prejuicios, cuya vida se desmorona y tiene que adaptarse a sus particulares hijos.

Estrenada en las salas en 2017, la película de Álvaro Díaz Lorenzo se convirtió en una de las más taquilleras del año y es por ello que, en plena explosión de las series estatales, Atresmedia decidió aprovechar el filón y hacer crecer la historia. “La película funcionó muy bien, la vio mucha gente. A la gente la película le parece muy bonita, entrañable, tierna, y habla de la familia, un tema que gusta mucho", cuenta Jordi Sánchez. Él encabeza un reparto formado por Norma Ruiz, Félix Gómez, Carol Rovira, Adam Jezierski, Carlos Librado “Nene”, Santi Cuquejo, Jorque Suquet, Darío Paso y Sílvia Abril, todos ellos actores distintos a los de la película.

"Para mí es un producto nuevo. Han pasado años desde que se hizo la película y las historias son distintas y los perfiles de los hijos también. Es como hacer un producto nuevo, pero el punto de partida es la película anterior”, explica el intérprete, famoso por su papel de Antonio Recio en la serie de televisión La que se avecina.

Según ha informado Atresmedia, la serie podrá verse "muy pronto en el 'prime time' de Antena 3”, pero por el momento se va a estrenar en la plataforma de pago del grupo. También estará disponible fuera de España a través de Atresplayer Premium Internacional.

Fuera de la zona de confort

Tras el fallecimiento de su esposa (que en esta ocasión es interpretada por Sílvia Abril, en condición de fantasma que se aparece en los espejos), la comedia sigue las desventuras de Gregorio (Jordi Sánchez), un padre de familia ultraconservador, reaccionario y lleno de prejuicios cuya situación vital se complica cuando una demanda relacionada con el accidente de su mujer le hace perder dinero, su trabajo y su piso en el barrio Salamanca quedando a merced de sus hijos.

Unos hijos que nada tienen que ver con su propia persona y su forma de entender la vida. “Este señor, mientras ha estado en su zona de confort, que es muy pequeñita y muy reducida, ha estado muy bien. En el momento en el que se quema su casa, lo echan del trabajo y se tiene que ir a vivir al campo con su hija ecologista o con la perroflauta o con el gay que quiere adoptar, todo se le hace una montaña y se siente muy agredido por todo lo que le rodea”, apunta Sánchez.

Personajes con fisuras

El de Gregorio es, ante todo, "un personaje que tiene mucho para ofrecer y para divertir". "Los personajes llanos a los que no les pasa nada y buenas personas no me interesan mucho. A mí las buenas personas me interesan en la vida. En la televisión me interesan las personas que tengan fisuras a las que agarrarse", agrega Sánchez.

Creada esta vez por Juan Ramón Ruiz de Somavía y Benjamín Herranz, Jacobo Martos, Miguel Albaladejo y Juanma R. Pachón son los directores de la serie producida por Atresmedia TV en colaboración con Buendía Estudios y DLO Producciones, que contará con ocho capítulos de 50 minutos de duración cada uno.


Jordi Sánchez protagonitza la nova sèrie d'Atresmedia Señor, dame paciencia

La voz de la conciencia

Sílvia Abril es la encargada en este caso de ser la contraparte de Gregorio, su esposa fallecida, que se le aparece en cada esquina. "Es el pepito grillo, la voz de la conciencia, del sentido común, al lado de este hombre que vive aturullado, que se ahoga en un vaso de agua", relata Sílvia Abril en una conversación telefónica.

Cuando su mujer muere, llega "el tópico del hombre que sin su mujer se convierte en nada y va cometiendo un error detrás de otro. Y por donde pasa, a pesar de querer hacerlo bien, va sembrando el desconcierto, la gracia, la comicidad; ahí está la comedia", apunta Abril. Esos tópicos que "nos hacen identificarnos con las situaciones" y "funcionan muy bien en la comedia".

Estirando la película

Aunque está encantada con este "bombón" de personaje, confiesa que ha sido una experiencia complicada porque ha tenido que grabar prácticamente sola todas las escenas. "No he interactuado con mis hijos y muy poco con mi marido".

Abril llegó al proyecto después de que Rossy de Palma, quien salía en la película, no pudiera hacerlo por problemas de agenda, y se encuentra feliz con el resultado. "Es una maravilla que decidieran estirar esa película para crear la serie; me parece una idea muy inteligente porque había tema", sentencia.