El tenor Josep Carreras y la bailaora Sara Baras han sido los protagonistas del concierto de clausura de la Regata Cultural, que en las últimas semanas ha acompañado la celebración de la Copa América de Vela en Barcelona. Miles de personas se han congregado en el Passeig de Gracia, entre las calles València y Roselló, para disfrutar en directo de un espectáculo irrepetible. La bailaora de Cádiz ha aportado movimiento y ritmos flamencos a las interpretaciones líricas del tenor catalán, que ha cantado clásicos de la música. Ambos artistas ya habían compartido escenario en varias ocasiones, y este domingo han transformado el centro de la ciudad en un gran escenario al aire libre, donde música, ópera, danza y flamenco se han fusionado en una experiencia única, coincidiendo también con la celebración de los 200 años del Passeig de Gracia.
Este concierto cierra el programa cultural de la Copa América, de la cual el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho este domingo una valoración positiva, afirmando que ha cumplido "las expectativas" previstas. Jordi Valls, cuarto teniente de alcalde y concejal de Economia i Hisenda, ha explicado en una entrevista con TV3 que el objetivo era obtener reconocimiento internacional, reconectar la ciudad con el mar e impulsar la economía azul, y que el balance es "extraordinariamente positivo", a pesar de evitar caer en el triunfalismo.
Asistentes a la competición
Valls ha indicado que unos 2,5 millones de personas han seguido la competición, pero no ha querido comentar las cifras de impacto económico, que se esperaba que superaran los 1.200 millones de euros. Por otra parte, el Ayuntamiento ha negado que haya habido una "gran oposición vecinal" y no descarta acoger de nuevo la competición en el 2026.
"Tenemos que hacer una valoración y hablar con la organización", ha afirmado Valls, añadiendo que habrá que evaluar si la ciudad tiene motivos suficientes para repetir la experiencia en 2026, una decisión que se tomará en los próximos días. Valls ha destacado el impacto "muy positivo" que la Copa América ha tenido para Barcelona, indicando que la ocupación hotelera ha llegado al 80% durante estas semanas, con una presencia notable de visitantes. Finalmente, ha cifrado en 56 millones de euros la inversión total de las administraciones públicas en la edición de 2024.
Jordi Valls ha destacado que una de las principales ventajas de Barcelona en la celebración de la Copa América es que no ha habido que construir nuevas infraestructuras, evitando así el endeudamiento de la ciudad. Sin embargo, ha admitido que se han tenido que asumir gastos adicionales en seguridad y limpieza, que han sido cubiertos con el presupuesto municipal. Por otra parte, Valls ha restado importancia a las protestas vecinales y manifestaciones contra la competición que han tenido lugar las últimas semanas.
"No considero que haya habido tanta oposición vecinal. En la Barceloneta hay opiniones variadas", ha explicado. Hay personas que están muy satisfechas y otras que no están de acuerdo. Lo más relevante es que no se ha registrado ningún incidente de seguridad ni ningún problema náutico", ha puntualizado el concejal de Economia i Hisenda.
Valls ha añadido que 60.000 personas disfrutaron del acontecimiento inaugural y que el acto de clausura en el Passeig de Gracia también será un éxito. "Objetivamente, la Copa América ha sido extraordinariamente positiva para Barcelona", ha concluido.