Xavier Pla ha escrito la biografía total de Josep Pla. Hace poco que Grupo 62 había publicado la biografía de Francesc Cambó, escrita por Borja de Riquer, y anteriormente la de Gabriel Ferrater, por Jordi Amat; ahora es el turno de la vida novelada, muy esperada, de Josep Pla. Un cor furtiu llega a las 1.500 páginas y estructura la vida del escritor por capítulos que agrupan los años por temáticas. Como era de esperar, la biografía presenta centenares de documentos inéditos que refuerzan tesis y detallan aspectos poco conocidos del ampurdanés. Así, el lector interesado puede descubrir los vínculos de Josep Pla con el espionaje británico y americano, por si todavía no lo sabía, y también puede leer todos aquellos documentos guardados a conciencia por el escritor, como postales, cartas, documentos jurídicos y también imágenes.
La obra es el resultado de diez años de investigación por parte del profesor Xavier Pla. El editor ha sido Jordi Cornudella, y en todo el proceso han colaborado los miembros de la Cátedra Josep Pla, que han digitalizado el fondo Pla a conciencia. De biografías de estas dimensiones, en nuestra tradición, disponemos de pocas, y la mayoría de ellas —como las citadas al inicio— disfrutan de documentos inéditos, siendo una fuente de referencia para todos los académicos. Pero muchas otras veces no se dispone de bastante documentación, como es el caso de la obra de escritores como Josep Maria de Sagarra, Serafí Pitarra o Àngel Guimerà. Lo dificulta también el hecho de que falta la correspondencia, se conocen pocas fuentes directas o bien los herederos no ponen facilidades. Un ejemplo reciente es el escritor Julià Guillamon, que sí que ha popularizado una cierta manera de escribir una biografía extensa con las vidas de Perucho y de Josep Palau i Fabra, también novedad editorial.
El caso de Josep Pla es especial. Para el estudio, Xavier Pla ha podido consultar toda la documentación que los herederos conservaban. A partir de aquí, y durante toda una década, la tarea ha sido atar el rompecabezas; identificar todas las pistas y agotar las posibilidades de búsqueda. Como explica el mismo Pla, han hecho falta viajes, conversaciones telefónicas, chats de Facebook o búsquedas en libros inencontrables. El autor insiste en que el último volumen de las obras completas tenía que ser la del mismo autor. Se ve que Josep Pla le ofreció su biografía a varias personas —al pintor Pere Bech, al veterinario Ventura Ametller, a Manuel Ibáñez Escofet y a Baltasar Porcel—, pero que todos se negaron porque lo que buscaba Pla era tener un control total de lo que se escribía de su vida y revisar "hasta la última palabra que se escribiera sobre él". "Pla no necesitaba un biógrafo, sino un transcriptor de la versión biográfica que él mismo quería transmitir", concreta al autor de Un cor furtiu. Uno situación, de hecho, que en su momento ya denunció Porcel, y que Pla no escondió.
Pla se atrevía con todo; era una persona frontal y directa, también un hombre meticuloso
La biografía que ahora se publica disfruta de una investigación amplia, que a diferencia de las otras tres biografías de Pla publicadas contiene un porcentaje muy elevado de documentos inéditos. El objetivo del proyecto es facilitar la consulta, y por eso los lectores podrán consultarla casi como si se tratara de una novela. Hay que destacar descubrimientos deslumbrantes, y es que para Xavier Pla es imposible identificar qué imagen se deriva del gran prosista catalán del siglo XX después de años de investigación. "El personaje se vuelve todavía más complejo", explica, y es solo gracias a las múltiples anécdotas que se puede crear un relato poliédrico de la vida del escritor. La documentación recogida ha permitido mostrar con exactitud su postura con el régimen franquista y hasta qué punto se alineó al bando franquista por supervivencia, manteniendo cierta libertad. El libro muestra que no hay una posición mantenida en el tiempo y que hay una evolución "cuando se da cuenta de que ideológicamente forma parte del bando ganador del conflicto, pero que literariamente, como escritor catalán, es un vencido, y eso es lo que le provoca una herida íntima que hace que Pla vaya siendo crítico con el franquismo", explica el autor. Pla se atrevía con todo. Era una persona frontal y directa, también un hombre meticuloso.
También son muy destacables los descubrimientos que hace Xavier Pla en el campo del amor. Una de las conclusiones es que todas las mujeres que lo amaron, lo siguieron amando. La imagen es poderosa, y todas las anécdotas son extraordinarias. Si tuviéramos que destacar algunas por encima de las otras, escogeríamos la relación que mantiene con una chica, Luz de Santa Coloma, que tiene dieciséis años cuando la conoce. O el documento "insustituible" que encontró Pla: cuatro cuartillas manuscritas, hasta ahora inéditas, donde Josep Pla apuntó todos los lugares que él y Adi Enberg recorrieron entre julio de 1936 y enero de 1939. El autor se sirve de estas anotaciones para hacer una "columna vertebral" cronológica de estos tres años, en que el matrimonio se trasladaba constantemente, y lanza las siguientes hipótesis. "Su estancia en Marsella fue corta e intermitente, y viajaron constantemente por toda Francia, Suiza e Italia. ¿Qué hacían? ¿Huían? ¿Borraban pistas? ¿Tenían un encargo de información, además de hacer propaganda antirrepublicana?", explica Xavier Pla. Y todavía otra cosa: el autor desmiente que Cambó sustituyera económicamente a Josep Pla los años de la guerra.
Durante estas semanas, serán muchas las noticias que irán surgiendo y muchas las anécdotas a las cuales se pondrá el acento. Lo que está claro es que la biografía ahora es de los lectores y que el mito de Josep Pla se redimensionará con esta publicación. Con este libro, el personaje se vuelve más complejo, y permitirá un nuevo acercamiento generacional. El cronista de Llofriu vendió una cantidad insólita de libros cuando se publicó la edición de su obra completa, más de 200.000 ejemplares. Xavier Pla dice que Un cor furtiu quiere mostrar la personalidad compleja y contradictoria del escritor y periodista ampurdanés. El título no es banal: por una parte, el autor escoge la palabra 'cor' ('corazón') para demostrar que Josep Pla era "un hombre mucho más sensible y sensual de lo que pretendía mostrar en sus libros"; y por la otra, el autor juega con la idea de furtivismo, porque al de Llofriu le atraía todo aquello escondido, y porque también "él no escribía nunca en público delante de nadie".