Este domingo 5 de junio, Judit Neddermann será la gran protagonista del Maçanet Dona Veu, festival con un cartel conformado exclusivamente por artistas femeninas. Una experiencia similar al Floral, el festival que ella misma impulsó este pasado mes de mayo con sede compartida entre Vilassar de Mar y Vilassar de Dalt y un pantone de voces con declinación exclusivamente de mujeres. Ahijada artística de Joan Manuel Serrat, protegida creativa de Alejandro Sanz, nos econtrmoa con una de las cantautoras más conmovedoras de nuestra escena musical.
¿Cómo ha ido la primera edición del Floral?
¡Muy bien! La idea nació en una charla con un amigo, Martí Santcliment, que es Vilassar de Dalt. Yo, de Vilassar de Mar. Él ya hace tiempo que se dedica a la producción de espectáculos. Hablando, surgió el sueño de montar un festival que pasara en los dos pueblos al mismo tiempo. Una idea que nació antes de la pandemia pero que no hemos podido materializar hasta ahora. Un festival en el que como hecho diferencial todas las artistas programadas serían mujeres.
¿Cuando subes a un escenario sientes el compromiso de conciencia de género?
La conciencia de ser mujer y ser líder, la tengo en todo momento. El peso del proyecto lo cargo y eso lo tengo muy en cuenta. Finalmente, sin embargo, me siento más maestra de ceremonias. Lo que realmente me gusta es congregar al público. Y eso es indiferente del hecho de ser mujer. Es hablando con chicas jóvenes, que me dicen que he sido una inspiración para abrirse su camino, cuando siento esta maravillosa responsabilidad.
¿Qué es lo más bonito que te han dicho de tu música?
Que cura.
Cantar es un ejercicio de dar y recibir. Una expresión muy profunda de lo que estoy sintiendo
¿Y cura?
A mí, sí. Me libera y me hace entender muchas cosas, cantar. Es un ejercicio de dar y recibir. Una expresión muy profunda de lo que estoy sintiendo. Muchas veces, cuando acabo un concierto, me siento mucho mejor. No sabes qué ha pasado, pero han pasado cosas que han emergido del subconsciente. Es impresionante.
¿A ti qué artistas te han curado?
Stevie Wonder. Lianne La Havas... Después hay otros, que me han inspirado musicalmente, pero que quizás no tenían este efecto terapéutico. Como John Mayer, Sílvia Pérez Cruz, Joan Manuel Serrat. Sin Serrat yo no estaría haciendo canciones.
Fue el invitado estrella del concierto que semanas atrás protagonizaste en el Palau de la Música.
No habría hecho 'Vinc d'un poble', si él no hubiera hecho 'Cançó de matinada' o 'Paraules d'amor'.
¿Cuándo lo conociste?
En el concierto solidario con los refugiados 'Casa nostra, casa vostra'. Participé de casualidad porque acabé sustituyendo de última horaa Sílvia Pérez Cruz, que se había puesto enferma. Después hemos coincidiendo en la Gala de Pare Manel un par de veces y ahora vino a mi concierto del Palau.
Cómo fue la cosa: cogiste el teléfono y...?
¡No! Sólo te puede llamar él. Cuándo tienes una propuesta, se la tienes que hacer llegar al mánager, y él se la hace saber a Serrat. Eso es lo que hice. Entonces, ya sí, me llamó, y cuando le expliqué que quería que participara de mi concierto en el Palau de la Música del día 2 de abril, aceptó rápidamente. Fue como un bautizo. Un día increíble, para mí. Aquella noche pensé que si ya no cantaba más, tampoco pasaba nada, que ya había conseguido lo que quería.
La noche del concierto en el Palau de la Música pensé que si ya no cantaba más, tampoco pasaba nada, que ya había conseguido lo que quería
¿Qué impacta más, que te llame Serrat o Alejandro Sanz?
No se puede comparar. Pero lo he vivido con la misma emoción. Serrat es como el Papa de Roma. Siento que le debo mi carrera. Y Alejandro juega en otra liga. Lo que me fascina de él es cómo ha sabido conectar su música con tantos millones de personas. Cuando canta parece que lo esté haciendo para ti.
¿Es gente con un algo especial?
Mis amigos dicen que cuando nací me caí a la marmita del MDMA, porque todo el mundo me parece especial. Me cuesta mucho encontrar a alguien que me parezca que no tiene nada.
¿Ya que tocas el tema, te has drogado alguna vez para crear?
No. En general no me drogo. Y mira que cuando me explican las historias, pienso que tiene que ser una experiencia interesante. Pero como soy tan sensitiva, creo que no me hace falta. Yo todavía estoy creando desde un lugar que no sé cuál es pero que me fascina. Los días que estoy inspirada y me sale entera, una canción... Es una sensación brutal.
¿Cuál es el lugar más extraño en que te ha venido la inspiración?
Antes me venían muchas ideas yendo en tren. A mí, sin embargo, me gusta tener la guitarra cerca y poder trabajar con tranquilidad.
Semanas atrás publicabas 'Velas', un single en qué cuentas con la colaboración de Pedro Guerra. ¿Es el primer adelanto de tu próximo disco?
El disco lo empezaré a grabar en septiembre u octubre, para poder publicarlo la primavera del año que viene. Estoy componiendo los temas nuevos. Este será un verano tranquilo de conciertos. Aire ya me suena antiguo. Tengo muchas ganas de renovar el repertorio.