La jueza del juzgado de primera instancia e Instrucción oscense ha vuelto a rechazar la ejecución provisional de la sentencia que ordena el traslado al Aragón de las pinturas murales de Sijena que hay en el MNAC. Lo ha hecho después de que el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena lo hubiera solicitado el pasado 7 de octubre, a raíz de la confirmación del 2 de octubre de la Audiencia oscense sobre la sentencia que ordena el traslado de estos murales románicos de alto valor patrimonial.
La jueza se vuelve a referir a "el estado de fragilidad" de las pinturas, que las hace "especialmente vulnerables" a un proceso de desmontaje, transporte y montaje posterior a la sala capitular del monasterio, hasta que no haya sentencia firme del Supremo.
Recurso al TC
El abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, ha anunciado que interpondrán un recurso de amparo al Tribunal Constitucional porque consideran que se está dilatando hasta 12 años la ejecución de una sentencia del 2014. En este sentido, lamenta que la magistrada no haya tenido en cuenta la sentencia de la Audiencia de Huesca que confirmaba el traslado de los murales así como que esta reiterada desestimación de la ejecución provisional servirá de "munición" al Govern y al MNAC para los recursos que presentarán al Tribunal Supremo.
Y es que aunque la Audiencia oscense confirmó el pasado 2 de octubre la sentencia que ordena el traslado de las pinturas murales después de desestimar los recursos de apelación que habían interpuesto el Govern y el MNAC a la sentencia del 4 de julio de 2016, todavía queda recorrido para presentar recurso al Supremo, en que es el órgano judicial que acabará dictando una sentencia firme.
En una entrevista concedida a la ACN la consellera de Cultura, Àngels Ponsa, había manifestado este miércoles el "temor por una ejecución provisional" de la sentencia. En este sentido, ha instado a conocer a fondo el estado de extrema debilidad de los frescos y preguntarse si se pueden sacar y ponerlos en otro lugar. Por eso, Ponsa ha pedido que "no se escuchen los representantes políticos o de instituciones, sino a los técnicos y directores de los museos, y a los especialistas, que todos se expresan en la misma dirección".