Júlia Salander (Barcelona, 1994) acaba de cumplir los 30 años y es una de las caras más representativas del feminismo en las redes sociales, donde explica de una forma muy comprensible diferentes aspectos del feminismo. Es politóloga, analista de datos y activista feminista y aunque su contenido es en castellano, hoy por primera vez hace una entrevista en catalán para presentarnos su primer libro Tu argumentario feminista en datos, 150 razones para combatir el machismo (Penguin Random House), donde se analiza la situación actual del feminismo con datos objetivos y que pone de relieve la situación de desigualdad que sufren todas las mujeres en muchos ámbitos de la vida y durante su día a día.
Según la autora, "un dato sin teoría no es nada y una teoría sin datos es propaganda". Con su libro, Salander acerca a todas las mujeres en un punto común donde, no solo muchas lectoras se sentirán identificadas, sino que conseguirán poner datos a las teorías que ya conocían. Todo en un contexto social donde el argumentario feminista parece cada vez más necesario para defender la lucha. Hablamos con ella del amor romántico, de los feminicidios, de las violencias sexuales, de la pornografía, la prostitución y de los vientres de alquiler.
¿Es tu primera entrevista en catalán?
Sí, y me hace mucha ilusión porque soy catalana y mi lengua materna es el catalán, pero todo el contenido lo hago en castellano con el objetivo de poder llegar a Latinoamérica, donde me siguen muchas mujeres.
¿Qué es para ti el feminismo?
Es lo que me apasiona, es mi lucha, mi motor. Es conseguir la igualdad entre los hombres y las mujeres. Ser consciente del mundo en que vivimos, de las dinámicas que tenemos muy normalizadas y hacernos preguntas. Es mi herramienta de análisis para preguntarme por qué actúo de una determinada manera. Hay muchas cosas que quizás no podemos cambiar a corto plazo, pero como mínimo podemos entender por qué pasa y poder deconstruirnos.
¿Qué quieres conseguir con el feminismo?
Mi objetivo es que haya cero violaciones, cero feminicidios. No quiero que haya violencia sexual, no quiero que haya violencia estética. Para mí los datos son como un termómetro y el feminismo es el paracetamol. Yo le quiero tomar la temperatura a la sociedad.
Mi objetivo es que haya cero violaciones, cero feminicidios. No quiero que haya violencia sexual, no quiero que haya violencia estética
¿Qué le dirías a un hombre que se siente discriminado por el feminismo?
Que se pregunte por qué. El feminismo lo que hace es exponer una injusticia. Que tu primera aproximación al feminismo sea este rechazo me puede parecer incluso normal, porque tú estás mirando un mundo que es muy chungo. Pero te tienes que hacer preguntas. De entrada, no eres el protagonista. No puede ser que te esté explicando el caso de Giselle Pelicot en Francia y lo primero que me digas es "Not all man". Es que no puede ser, no va de ti, no puede ser que estemos hablando de un caso tan heavy de violencia sexual y tu primera reacción sea hacerte la víctima. Nadie te está atacando. Nadie está hablando de ti, lo que estamos exponiendo es la violencia que sufrimos y lo que pedimos es: "ponte las pilas, Paco". Yo también tengo actitudes machistas. Cuando digo que me voy a arreglar, por ejemplo. No, yo no me arreglo porque no estoy rota.
No puede ser que te esté explicando el caso de Giselle Pelicot en Francia y lo primero que me digas es "Not all man". No puede ser que estemos hablando de un caso tan heavy de violencia sexual y tu primera reacción sea hacerte la víctima
¿Cuánto mal nos ha hecho el amor romántico a las mujeres?
Muchísimo. Hay una frase que dice: "El amor romántico es el opio de las mujeres". En el trabajo estoy rodeada de mujeres de unos 40, 50 años y su prioridad vital es encontrar una pareja, casarse y tener hijos y la de los hombres no. Qué casualidad que tengamos un grosor de mujeres donde su prioridad es el amor, la familia y los hombres. Y tenemos todos los mitos, el príncipe azul, la media naranja, el fletxazo, hay toda una serie de simbología que nos ayuda a tenernos enganchadas a esta idea de amor. Y lo veo en las novelas. ¿Quién lee novelas románticas? Las mujeres. ¿Quién ve películas románticas? Las mujeres. Hay una serie de contenido para nosotras que genera una polarización. Ellos están mirando pelis de acción y nosotras estamos mirando películas de amor. Es curioso como tenemos toda una humanidad dividida entre hombres-mujeres. ¿Cómo puede ser que haya un patrón tan marcado?
Qué casualidad que tengamos un grosor de mujeres donde su prioridad es el amor, la familia y los hombres
Y ahora que hablas de las películas y de las series, hemos descubierto a través de tu libro qué es el test de Bechdel.
El test de Bechdel tiene que cumplir tres requisitos. Que en una película haya como mínimo dos mujeres que tengan nombre propio y que hablen entre ellas de una cosa que no sean los hombres. Pues la mayoría de las pelis de Harry Potter no pasan el test.
¿Pero pasar el test de Bechdel no quiere decir que la película sea feminista, no?
Exacto, simplemente significa que hay representación de mujeres. Una cosa es que te representen y otra es que te representen bien. O sea, nos pueden representar mal. No es un test para ver cómo es de feminista una peli, sino para ver si salen mujeres. Y ver que la gran mayoría de películas no pasan este test es complicado.
¿Cómo percibes la representación de las mujeres en los medios de comunicación? Justo han llamado la atención a David Broncano porque no tiene mujeres en La Revuelta. ¿Cómo ves la panorámica del país?
Si vamos a los datos, vemos que antes, literalmente, era un monopolio. Todo lo que eran medios de comunicación eran tios y solo en el momento salsa rosa había mujeres. No puede ser que la franja de prime time tengas el Broncano, Pablo Motos, es que todos son hombres. Televisión Española lo pagamos con nuestros impuestos. Pero para mí eso ya es una mini victoria. El problema seguirá, pero al menos lo identificamos y podemos hacer algunas medidas correctivas, y antes no.
Y qué pasa con la representación femenina en la política, porque Catalunya no ha tenido nunca una presidenta de la Generalitat.
Sí, y es curioso porque al final tú tienes una ley de cuotas donde tienes que asegurar un mínimo de un 40% de mujeres y, sin embargo, el número 1 siempre es un tío. En los debates electorales se ve clarísimo, la gran mayoría que representa los partidos son hombres. De hecho, las cuatro alcaldesas que hemos tenido las han linchado a muerte, sean del partido político que sean, la violencia política que reciben las mujeres da mucho miedo.
Las cuatro alcaldesas que hemos tenido las han linchado a muerte, sean del partido político que sean, la violencia política que reciben las mujeres da mucho miedo
En el libro dices que un dato sin teoría no significa nada, y que una teoría sin datos es propaganda. A nosotras nos ha llamado mucho la atención un dato que es el que hace referencia a las denuncias falsas por violencia machista. ¿De qué cifra estamos hablando?
La cifra exacta es un 0,00001. Estos que las critican no los he visto tan preocupados por las denuncias falsas de robos. Para mí, es hacer campaña de marketing en contra del feminismo. Los datos sirven para entender la realidad, y para darte cuenta de que no estás sola.
Y los que les preocupa tanto las denuncias falsas son jóvenes, también.
No entiendo cómo gente tan joven puede ser tan machista. Es muy heavy. TikTok se está convirtiendo en algo peor que Twitter, que ya es una red social muy tóxica.
Hace un par de meses protagonizaste una polémica. Hubo muchos hombres que se ofendieron cuando dijiste que todos los hombres son violadores en potencia. ¿Qué quiere decir eso?
Es una frase que no me he inventado yo. La persona que me estaba entrevistando me hizo esta pregunta. El concepto "potencia", y más para hablar de agresiones sexuales, se utiliza desde hace muchos años. Hay muchas mujeres que han teorizado, que han pensado en eso, y yo al final lo que hice es hacer una recopilación y explicar qué significa eso. Vemos que la mayoría de agresores son hombres. ¿Significa que todos los hombres hagan eso? No. Pero el hecho de que todos los agresores sean hombres nos ayuda a entender qué está pasando. Si yo quiero acabar con la violencia sexual, tengo que entender qué está pasando, qué patrones hay, qué efecto tiene la pornografía.
Te lo explicaré con un ejemplo. Imagina que te regalo una caja de galletas y te digo, mira, aquí hay 20 galletas y hay dos envenenadas. Cómetelas. En el ámbito estadístico solo hay dos envenenadas, pero tú no sabes cuál lo está y cuál no.
No sé si has visto el documental de Carles Tamayo, de 'Cómo cazar a monstruo' que pone de manifiesto la impunidad con la cual actuaba un pederasta. En el libro aparece un dato que también nos ha chocado, que es que en España, entre el 2018 y en el 2023, han sido acusados más de 1.000 curas por pederastia. ¿Qué piensas de la gestión de los abusos sexuales que hace la Iglesia católica?
Si yo fuera una persona religiosa, estaría profundamente escandalizada. Es una vergüenza que lo tapen, que no lo denuncien y ni se investigue. Es una vergüenza de la cual mucha gente es cómplice, como el Estado. No puede ser que haya una impunidad tan grande, hay una complicidad de toda la sociedad porque esta gente es impune y nos podríamos haber ahorrado tantas víctimas. Y eso también pasa con las violencias machistas.
Si yo fuera una persona religiosa, estaría profundamente escandalizada
Tampoco debe ser fácil denunciar.
Muchas veces ponemos un peso en las víctimas que me parece injusto. A menudo me he encontrado con esta disyuntiva, de decir, por una parte, quiero animar a la gente a denunciar, pero se tiene que garantizar que haya una estructura social que facilite la denuncia, que el sistema judicial, policial, sanitario, hablen entre ellos y estén bien conectados para que denunciar no se convierta en un infierno.
Como el caso de la Giselle Pelicot.
Sí, ella ha dicho que sentía que la estaban juzgando. Y mira que su caso es muy flagrante. Está grabado, es de manual, no hay dudas. Y, sin embargo, se siente juzgada.
Algo que también hace mucho daño a las mujeres según tu libro es la pornografía. ¿Por qué?
Para mí la pornografía presenta una imagen de la sexualidad tan distorsionada, que creo que es nociva para quien la consume. Los vídeos porno son profundamente violentos y están hechos por hombres y dirigido a hombres, donde el placer que vemos es el de los hombres. ¿Cómo habéis aprendido a follar? No hemos recibido educación sexual donde se hable de placer y de consentimiento. El sexo tendría que ser algo que nos haga disfrutar, poner el deseo en el centro. ¿Qué pasa? Que la pornografía no va de sexo, va de poder, de dominación y de humillación.
La pornografía no va de sexo, va de poder, de dominación y de humillación
Hay muchos datos del libro que llaman la atención. Uno de ellos es que los primeros contactos con la pornografía se dan con niños de 9-10 años.
Estos niños pueden estar en el ordenador descargándose una película y les pueden salir anuncios con imágenes sexuales. No es que un niño busque la pornografía, es que la pornografía llega al niño. Si no te han enseñado qué es el sexo y la importancia del placer y del consentimiento... Que tú accedas a una relación sexual, no significa que apruebes todas las prácticas. Tenemos que poner nuestro placer en el centro. ¿Qué pasa con la pornografía? El vídeo se acaba cuando el tío se corre. Y nuestro placer es profundamente secundario, ni es relevante ni importa, y estos mensajes impactan. A nosotras también. Tú misma interiorizas que tu placer es secundario. Y después sale el satisfyer y se enfadan.
El vídeo (porno) se acaba cuando el tío se corre. Y nuestro placer es profundamente secundario, ni es relevante ni importa. Tenemos que poner nuestro placer en el centro
Y donde tampoco es importante el placer de la mujer es en la prostitución. Tu te has posicionado muy claramente a favor de la abolición de la prostitución. ¿Por qué?
Para mí la prostitución es la consecuencia de cómo entendemos la sexualidad. Yo podría decirte que la prostitución es una institución donde hay violaciones, pero no le quiero explicar así a una mujer. Una forma que se entienda es que la prostitución es la consecuencia de entender mal la sexualidad. Para que haya sexualidad tiene que haber deseo. Tú no puedes pagar el deseo. No funciona así. Es muy importante entender que no me importa la libre elección, no me importa si lo hacen porque quieren o están coaccionadas, obviamente no quiero que coaccionen a nadie. El sexo implica tener deseo. Lo que está pasando allí es que alguien está pagando a otra persona para poder utilizar su cuerpo, donde el deseo es irrelevante. La prostitución no va de sexo, va poder, va de "yo te puedo comprar".
Para que haya sexualidad tiene que haber deseo. Tú no puedes pagar el deseo
España es uno de los países más puteros de Europa.
Sí. Sin embargo, cuesta mucho encontrar datos sobre prostitución, porque también implica la trata de personas. La mayoría de las mujeres que están prostituidas son migrantes, sin papeles y no se tienen registros de esta gente. Tampoco hay un registro de puteros. Me encantaría, si alguien me está escuchando y está a las instituciones, por favor queremos un registro de puteros. Para combatir la prostitución faltan datos. ¿Cómo puede ser que los prostíbulos continúen abiertos?
La mayoría de las mujeres que están prostituidas son migrantes, sin papeles y no se tienen registros de esta gente. Tampoco hay un registro de puteros. Me encantaría
¿Y qué dirías a la gente que argumenta que es un trabajo más y que ha existido toda la vida?
El sexo no es un trabajo porque en esta sociedad el sexo tiene unas connotaciones que otras actividades no tienen, implica una intimidad, implica un deseo. Yo a mi padre le podría servir un café o le podría hacer un masaje, pero yo a mi padre no le haría una mamada. No le haría una paja. La prostitución es violencia.
Yo a mi padre le podría servir un café o le podría hacer un masaje, pero yo a mi padre no le haría una mamada. La prostitución es violencia
¿Júlia, qué hacías en el 2004?
Hostia, no lo sé.
¿Cuántos años tenías?
Diez años. Soy del 94.
Pues aunque parezca difícil de creer, en el 2004 no había ninguna imagen nítida de cómo era el clítoris completamente, y este dato nos ha sorprendido muchísimo.
Este es un ejemplo muy claro de como la sexualidad y el cuerpo de las mujeres no ha importado en la ciencia. El cuerpo de las mujeres ha sido menospreciado, no hemos importado para nada. El clítoris es un órgano que para nosotros es crucial en el ámbito de la sexualidad, del placer, del deseo.
El cuerpo de las mujeres ha sido menospreciado, no hemos importado para nada, ni en la ciencia
También está el típico ejemplo de los infartos, que la sintomatología de un infarto en hombres es diferente al de las mujeres.
Pero como los sujetos de estudio siempre eran los hombres, el cuerpo de las mujeres no estaba estudiado. Muchas veces tienen que hacer estudios a mujeres, pero ponen de excusa que tengas la regla. Por favor, estúdiame, necesito que me estudies con la regla y sin la regla.
¿Cómo cambiaría el mundo si los hombres tuvieran la regla y también pudieran parir?
Conocéis la frase: ¿"Si los hombres tuvieran la regla, los tampones tendrían wifi"? Pues es exactamente eso. Nos pagarían para parir. Nos darían dinero del Estado para tener hijos y para subir la natalidad, que después nos señalan y nos dicen que baja.
¿Qué piensas de los vientres de alquiler?
Es un cuadro. Comprar vidas humanas no está bien. No me hace falta ni recurrir al feminismo. Si con los animales el discurso es: "no compres, adopta" y lo tenemos tan claro e interiorizado, ¿por qué con un bebé es diferente? Quién lo defiende me dirá, no, es que yo no estoy comprando al bebé, yo estoy pagando por la gestación, que todavía me parece peor. Lo que tú te llevas es un bebé. En una gestación, en un parto, en un postparto, no solo está el vientre, está todo el cuerpo de una persona. Todo tu cuerpo, el riesgo que implica un embarazo. Todos tus cambios emocionales, hormonales, con todo tu cuerpo, las consecuencias de parir, que quizás te hacen una cesárea, que te abren siete capas de piel. Si con cualquier otro órgano lo vemos mal, una compraventa de riñones o de pulmones... Si añadimos la variable económica, hay mucha gente que está ganando dinero, como mafias, que ya les va bien que eso exista. Cuando hay dinero de por medio, la libre elección la pongo muy en duda. ¿Quién se dirige a todo este sistema? Pues mujeres que necesitan dinero, que tienen una necesidad de por medio.
Comprar vidas humanas no está bien. No me hace falta ni recurrir al feminismo
También defiendes que se tiene que eliminar el concepto micromachismo.
Entiendo la necesidad de diferenciar el micro/macro. Pero no es verdad. Micro significa pequeño y para mí no es machismo pequeño, es sutil. Es un machismo del día a día, es un machismo que hemos normalizado, que hemos interiorizado, que quizás no tiene un impacto muy grande en nuestra vida, pero que nos va calando. El ejemplo de abrir la puerta. ¿Por qué me tienes que abrir la puerta? Tengo manos, puedo abrir puertas. Prefiero hablar de machismo diario, sutil, cotidiano.
¿Nos puedes poner más ejemplos de este machismo cotidiano?
Lo vemos muy claro con los apellidos. En aquellas sociedades donde solo hay un apellido, la mujer pierde su apellido, tu identidad y adquiere el apellido de su marido. Y en la nuestra, los apellidos de las mujeres se pierden. ¿La mujer tiene que pasar por nueve meses de embarazo, el parto y encima le pones el apellido del señor? No puede ser. Y lo que me da rabia es que la gente no se lo plantea. Las mujeres no tenemos capacidad de generar apellidos. Eso, de forma aislada no es grave, pero vas sumando y te encuentras con el patriarcado, la suma de todas estas cosas.
Nosotros te hemos descubierto a través de las redes. Nuestro algoritmo ha entendido que nos interesa lo que explicas y por lo tanto nos lo enseña. ¿Cómo lo tenemos que hacer para que tu mensaje llegue a esta parte de la población que no se siente tan interpelada?
Es muy difícil. Todas mis seguidoras son mujeres. Entonces estamos en un sistema donde hablar de feminismo implica que una mujer hable de las mujeres con las mujeres. Y ya tienes una cámara de eco que genera una polarización. Los hombres hablan del Xocas, de fútbol, y del cambio físico de Ibai Llanos y nosotras estamos hablando de mujeres. Tenemos una sociedad completamente dividida en los productos culturales que consumimos. También pienso que sus gustos son más universales que los nuestros, que son como un nicho.
Hemos visto que te critican por estar enfadada.
Muchas veces se nos señala a nosotras porque hablamos de una forma que les asusta. ¿Yo tengo que hablar de feminicidios con una sonrisa en la boca? No. Exigir a las mujeres que hablemos más suave, que descafeinemos nuestro discurso para que sea más amable me parece violencia. Tengo derecho a estar enfadada. Se nos ha sacado la posibilidad de enfadarnos. Es estratégico. El sistema te dice, no te puedes enfadar, de aquí a la complacencia hay un paso. Nos quieren calladas, sumisas, con una sonrisa en la boca y sin molestar. El feminismo que no incomoda es marketing.
Nos quieren calladas, sumisas, con una sonrisa en la boca y sin molestar. El feminismo que no incomoda es marketing
¿De todos los datos que muestras en el libro, cuál es la que te ha hecho enfadar más?
Uno de los datos más impactantes es que un 57% de las mujeres que han sufrido agresiones sexuales no lo han explicado a nadie. ¿Cómo puede ser que hayas sufrido una agresión sexual y no lo sepa nadie?
Un 57% de las mujeres que han sufrido agresiones sexuales no lo han explicado a nadie
¿Y crees que quizás hay un porcentaje de estas mujeres que no lo sabían ni ellas mismas?
Estoy segura de que muchas mujeres que han sufrido violencia sexual se dan cuenta de ello con el tiempo. Gracias a escuchar a otros testimonios, discursos o leyendo. Me acuerdo cuando salió el documental de Rocío Carrasco. Las llamadas al 016 se dispararon. ¿Significa que aquella semana hubo más casos de machismo? No. Significa que muchas mujeres vivían eso diariamente y en aquel momento le pusieron un nombre. Lo que me está pasando a mí se llama violencia sexual, se llama violencia machista. Y el feminismo lo que nos tiene que hacer es darnos herramientas y no normalizar cosas que no son normales. Es muy duro identificar eso, tu mente busca mil razones para no ponerse esta etiqueta, porque poner esta etiqueta hace mucho daño. Y reconocerte a ti misma como víctima también es muy doloroso.
Recupera la entrevista entera, aquí.