La Kajol Escútia (Nepal, 1998) fue adoptada por una familia de Berga cuando tenía cinco años. Empezó a estudiar antropología, pero al cabo de dos años decidió dejar el grado y hacer a una FP de Acondicionamiento Físico con la intención de unir la pasión por el deporte y la vida laboral. Con la titulación para poder trabajar de entrenadora bajo el brazo, su voluntad de formarse no se detuvo: tiene una titulación de Orthos especializada en mujeres embarazadas, un máster en biomecánica, otro máster en dolor crónico y espalda, un curso de Coonor Harris en Biomechanics y Symmetric Strength Trainning y otro curso de Human Performance Specialist. Todo este conocimiento adquirido lo vierte a Dyn Bcn, el gimnasio que tiene con su pareja y el origen de sus vídeos en Instagram (@kajol.dynbcn). La Kajol es una de las pocas creadoras de contenido de entrenamiento de fuerza en catalán. Nos encontramos a su local para hablar de lengua, pero también del cuerpo, de los prejuicios en torno al entrenamiento de fuerza, del incremento de la cifra de mujeres que lo practican y del binomio estética y salud.

A la biografía de Instagram tienes "soy una chica nepalesa que llegó aquí". ¿Cómo fue, eso?
Cuando tenía cuatro o cinco años, mis padres adoptivos vinieron a buscarme a Nepal, que es donde nací. Mi familia adoptiva me llevó hasta Berga, que es donde he vivido hasta que vine a estudiar a Barcelona. Y ya me quedé. Sorprende un poco cuando explico que, de todos modos, tengo contacto con mis padres biológicos. Cuando hice dieciocho años, mis padres adoptivos me regalaron un viaje a Nepal para irles a conocer. Allí tengo un hermano, también. Con él hablo en inglés, de vez en cuando. Me he planteado hacer un curso de nepalí para poder hablarles en su lengua, pero lo he ido posponiendo, todavía no he encontrado el momento.

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Kajol Escútia en su local de Barcelona / Foto: Miquel Muñoz

¿De los orígenes al camino, cómo ha sido que te hayas acabado dedicando a crear contenido en redes sobre educación postural y entrenamiento de fuerza?
Cuando empezó el confinamiento por la Covid, con mi pareja convertimos el comedor en un pequeño centro de entrenamiento. Después del confinamiento nos lo empezamos a tomar más seriamente, pero nos pasaba que esta política de comunicación de "te dejo una tarjeta y nos llamas" nos parecía muy arcaica, así que nos apuntamos a un curso de marketing digital y empecé a hacer reels en catalán para dar a conocer nuestro trabajo.

Llegaremos al tema de la lengua. Antes, sin embargo, quiero hablar de por qué crees que gusta este contenido. En un momento de tanta exposición del físico -TikTok, Instagram-, la gente está paradójicamente desconectada de su cuerpo?
Sí, y aquí entran varios factores. Uno de los más evidentes es que en la escuela hay una asignatura de educación física en que hay muchas cosas básicas –como andar bien, respirar bien– qué no nos han enseñado. Nos hacen correr, y hacer danza, baloncesto y fútbol como para garantizar que la escuela hace hacer al niño el ejercicio que quizás no hace en casa, pero no explican cómo funciona el cuerpo cuando hacemos esfuerzo. Ni por qué es importante entrenar la fuerza, por ejemplo. Cuando éramos pequeñas estaba normalizadísimo fumar y ahora sabemos que es muy perjudicial. Quizás dentro de un tiempo se habrán entendido las consecuencias negativas para la salud de no entrenar la fuerza y concienciar de la importancia de entrenar el músculo desde muy pequeños. Un ejemplo: la mayoría de personas mayores tienen osteoporosis, que es una afección que hace que los huesos se debiliten y tiendan a fracturarse. Eso pasa porque mucha gente no sabe que el hueso es una cosa viva y que lo osteoporosis se previene generando impacto en el hueso para que se mantenga duro, por eso es tan importante que los niños hagan deporte desde pequeños, para que la estructura ósea se haga firme. Sabiendo eso, podemos explicarlo y hacer ejercicios para que los niños puedan saber cuidar su cuerpo a largo plazo. Cada vez hay más conciencia, pero hay desconocimiento porque quizás hasta ahora no se ha estudiado y divulgado lo suficiente.

No puedes cambiar ni tu estructura ósea, ni la estructura muscular, pero entendiendo la particularidad de tu cuerpo, alguien puede ayudarte para entender cómo funciona y como cuidarlo

Es posible que la mayoría de gente que lea esta entrevista sufra mal de espalda y tú, a tu perfil de Instagram, das muchos trucos por pal·liar-lo. ¿Dirías que, al fin y al cabo, todas estas afectaciones generalizadas se pueden resolver con entrenamiento de fuerza?
Decir eso sería mojarme mucho. Hay muchos factores que entran en juego aquí, una vez más. La genética, sobre todo, o el historial médico. Pero sí que es verdad que hay muchos dolores de espalda que se pueden prevenir y que hay situaciones de salud complicadas que con un buen entrenamiento de fuerza pueden dar un paseo. En el gimnasio tengo una chica trasplantada de pulmones y de riñones que, desde que entrena, ha notado una mejora en su capacidad pulmonar y renal. No quiere decir que no tenga que pasar por ningún otro trasplante, pero ha aumentado su bienestar. Nos pasa que nos duele la espalda y vamos al fisioterapeuta, y somos capaces de ir una vez al más en el fisio pero no de empezar a entrenar el tejido muscular. Con la edad, nuestras articulaciones se debilitan: todo lo que puedas prevenir a los veinte años no lo tendrás que prevenir a partir de los sesenta. Vamos recurrentemente al fisio y a la osteópata, que son asistencias primarias, pero en realidad no vamos nunca tanto a ningún otro médico con esta frecuencia. Un masaje alivia, pero un ejercicio puede hacer que el dolor no vuelva a aparecer. No puedes cambiar ni tu estructura ósea, ni la estructura muscular, pero entendiendo la particularidad de tu cuerpo, alguien puede ayudarte para entender cómo funciona y cómo cuidarlo. Hay centenares de fémures, o centenares de tipo de caja torácica; si no entrenas en función de eso, puede ser que no notes ningún resultado.

¿Pero tienen que ser visibles, los resultados? A buen seguro que mucha de la gente que se leerá eso, cuando piensa en el gimnasio, piensa en un señor fuertísimo.
Claro, la gente piensa en un "tete" porque hay un cierto prejuicio.

¿Por qué existe el prejuicio?
Sí que es verdad que hay prejuicio porque este cliché de "tete" de gimnasio existe. Y como que existe, pasa que sobre todo las chicas se piensan que si hacen entrenamiento de fuerza se pondrán como un gorila, que es una cosa que tampoco encaja en el canon de belleza femenino actual. Y no es verdad, porque cuesta mucho ganar demasiado muscular. Cuando empiezas, en realidad lo único que haces es activarte. El primer año tirarás un peso, y al cabo de los años podrás ir tirando más. Y con los chicos pasa el mismo. Tengo que decir, sin embargo, que me parece que el cliché sobre la gente de gimnasio cada vez se va rompiendo más. Antes el gimnasio era para el típico chulo piscinas, y ahora cada vez hay más gente que va por temas de salud, más que por estética.

Antes el gimnasio era para el típico chulo piscinas, y ahora cada vez hay más gente que va por temas de salud, más que por estética

Pero la estética también es importante, incluso para quién empieza a ir por una cuestión de salud.
Sería deshonesto decir que, al menos yo, entreno solo por salud. Me quiero ver bien y me quiero sentir bien: son ambas cosas. Yo tuve un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria), tuve anorexia, y a raíz de eso descubrí el mundo del gimnasio. Después de una cosa así tienes que recuperar la estructura muscular, pero se tiene que hacer bien. Antes de ir al gimnasio, uno tiene que querer educarse sobre su cuerpo. A mí me pasó que, al principio, iba al gimnasio para quemar calorías. Hacía cualquier deporte para quemar calorías, de hecho. Ahora he tenido alguna cliente que ha pasado por una anorexia y me he dado cuenta de que lo más importante de hacer es cambiar el marco: entreno porque amo a mi cuerpo y porque lo quiero cuidar, no para castigarme.

Para entrar en las dinámicas de volumen y definición del músculo del entrenamiento de fuerza, sí que hace falta un control nutricional estricto. ¿Es peligroso?
Si y no. Si se hace bien, no. Pero se tiene que hacer bien: activación muscular, nutrición y descanso. Creo  que mucha gente desprecia el descanso, y les pasa que su cuerpo no tiene tiempo de repararse. Con respecto a la nutrición, me parece que cualquier extremo es negativo. Restringirte en exceso o entrenar mucho y después comer porquerías puede ser igual de negativo. Si la semana tiene siete días, mirando por nuestra salud tenemos que conseguir que el balance sea positivo, y eso quiere decir que nos tenemos que centrar en comer verdura, minerales, hidratos de carbono y proteínas de alta calidad, pero que si el fin de semana salgo a cenar con los amigos, pueda hacerlo y comer aquello que me apetezca. Durante la semana siempre tiene que pesar más la comida que tenemos asumida como saludable, pero si me apetece pedirme una hamburguesa por Glovo, lo tengo que poder hacer. Si la cosa se vuelve extremadamente estricta, el cuerpo petará.

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Kajol Escútia durante su entrevista con Revers de ElNacional.cat / Foto: Miquel Muñoz

Ahora hay gente que se toma batidos de proteína y cosas un poco estrambóticas.
Si quieres hacer crecer el músculo, es cierto que hace falta que al músculo, después de romperlo durante el entrenamiento, le lleguen unos nutrientes de una cierta calidad. Todo eso depende de los resultados que quieras obtener y de cuáles sean tus objetivos a la hora de hacer entrenamiento de fuerza. Está claro que si lo que quieres es un aumento del músculo, comes lo mismo que comías antes de empezar con los entrenamientos pero ahora entrenas, adelgazarás. En cambio, si aumentas la cantidad y la calidad de la proteína que ingieres sin embargo, por ejemplo, no tienes tiempo de merendar entre que sales del trabajo y vas a otro lugar, no hay ningún problema con tomarse un batido. Lo que no se recomienda es llevar una mala dieta, ingerir alimentos de baja calidad y después tomarse batidos esperando grandes resultados. Todo tiene que ir con una dieta equilibrada, pero me parece que no hay que demonizar nada.

Cuando preguntas a determinadas personas: ¿"Y tú, qué deporte haces"? La mayoría te contestan: "andar". Y no es suficiente, sobre todo a partir de una edad, el cuerpo necesita más. Si ya has empezado a hacer entrenamiento de fuerza antes de la cincuentena, mejor

Decías que mucha gente se imagina un "tete" cuando piensa en el perfil de gimnasio, pero cada vez hay más mujeres de mediana edad que van al gimnasio para suavizar las consecuencias de la menopausia.
Es que es importantísimo. Las mujeres tenemos hormonas que van y vienen, que suben y bajan. El entrenamiento de fuerza es importante tanto en hombres como en mujeres, pero en las mujeres entra el factor de la menstruación, y cuando la menstruación se va, la sacudida es brutal porque todas estas hormonas que nos ayudan a mantener la densidad ósea y el músculo, disminuyen de forma drástica. En estos casos, lo que hace el entrenamiento de fuerza se parece un poco –salvando las distancias– a aquello que haría la menstruación: mantener la densidad ósea y mantener las fibras musculares. Pero lo que antes hacía tu cuerpo automáticamente, ahora lo tendrás que hacer tú, básicamente porque a partir de una cierta edad, los golpes y las caídas, sin el músculo haciendo de armadura, suponen la ruptura inmediata del hueso. Con todo, la falta de estudio del cuerpo de la mujer y la falta de divulgación de información en temas como la menopausia es tan amplia que no sé hasta qué punto las mujeres somos conscientes de eso. Sí que es cierto que, cada vez más, aumenta la cifra de clientes en la franja entre los treinta y los cincuenta años que vienen a hacer entrenamiento de fuerza. Pero atención: a partir de la mediana edad hace falta un entrenamiento personalizado, porque hay movimientos y rutinas que el cuerpo ya no puede hacer, y movimientos y rutinas que el cuerpo necesita hacer de una cierta manera concreta. Puede ser que una persona de cincuenta años necesite utilizar máquinas sin peso. Cuando preguntas a determinadas personas: "¿Y tú, qué deporte haces?". La mayoría te contestan: "andar". Y no es suficiente, sobre todo a partir de una edad, el cuerpo necesita más. Si ya has empezado a hacer entrenamiento de fuerza antes de la cincuentena, mejor.

Y sin estar en la franja de menopausia, cada vez hay más mujeres que hacen entrenamiento de fuerza en general.
Es así. Cada vez hay más información y también es cierto que cada vez más los médicos recomiendan el entrenamiento de fuerza. Si hablamos de las chicas, tenemos que tener en cuenta que el canon de belleza es y ha sido, en menor o mayor medida, estar delgada. Me parece que, hasta hace pocos años, muchas chicas se pensaban que si hacían entrenamiento de fuerza, enseguida cogerían un volumen que tenemos asumido que se adjudica a la masculinidad. Y no: como en todo, hay muchos grados. Haciendo cardiología para adelgazar, habrá partes del cuerpo que no las trabajarás, y quizás, si no tienes en cuenta el resto de factores que intervienen en cómo es nuestro cuerpo, tampoco adelgazarás. Me parece que cada vez hay más chicas que hacen entrenamiento de fuerza porque son conscientes, pero también tiene muchas otras consecuencias positivas: es un antidepresivo natural, garantiza un buen descanso, mejora el humor. Y además, es bueno para la autoestima porque es un rato que te dedicas a ti misma y a tu salud haciendo una cosa que pide esfuerzo. Poco a poco se están rompiendo los esquemas con eso, también gracias a las redes sociales. Todo depende de a quién sigas, claro.

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Kajol Escútia, entrenadora de fuerza y creadora de contenidos en catalán / Foto: Miquel Muñoz

Hacer entreno de fuerza tiene muchas consecuencias positivas: es un antidepresivo natural, garantiza un buen descanso, mejora el humor. Y además, es bueno para la autoestima porque es un rato que te dedicas a ti misma y a tu salud haciendo una cosa que pide esfuerzo

Pongamos que alguien te sigue a ti. Tu perfil destaca porque eres una de las pocas creadoras de contenido en catalán del mundo del entrenamiento de fuerza. ¿Es un mundo castellanizado?
Sí. Hay mucho vocabulario que yo tampoco tengo en catalán, y que cuando necesito utilizar tengo que hacer mucha búsqueda para llegar a encontrar. A veces son palabras del inglés que quizás no tienen una traducción literal al catalán, y ya lo entiendo. Pero me parece que en este campo, no se ha hecho el trabajo de crear palabras nuevas o dar a conocer las que ya son nuestras y sirven tanto como las castellanas y las inglesas.

¿Y qué se tiene que hacer para que eso cambie?
Lo que me sorprende es que no haya nadie que se haya puesto, ningún lingüista, nadie. ¿Nadie que tenga un poco de interés por la lengua se ha dado cuenta de que, en los gimnasios, la mayoría de cosas que tienen que ver con las máquinas y los ejercicios se dicen en castellano e inglés? ¿Es un campo que no interesa? ¿Cómo es que yo, que me dedico a esto, tengo que buscar muchas de las palabras que necesito en el Termcat? No lo sé. Quizás hay cosas que tenemos que seguir diciendo en inglés o adaptarlas en inglés, igual que fútbol es football y a todo el mundo le parece bien, pero quizás lo podríamos normativizar. Lo que es sorprendente es que nadie haya hecho el trabajo de poner la cabeza.

¿Empezaste a hacer contenido netamente en catalán un poco desde esta posición?
Es que lo tenía claro, quiero decir, no tuve ni que hacer un proceso de reflexión. No me he planteado nunca hacer nada que esté en otra lengua. De entrada, porque si en las redes sociales quieres dar una imagen de autoridad y de profesionalidad, tienes que saber transmitir que sabes de qué hablas, y la mejor manera de hacerlo es hacerlo en mi lengua: en catalán es como mejor hago mi trabajo. Para mí eso es lo normal y natural. Estamos en Catalunya y lo hago en catalán.

¿Nadie que tenga un poco de interés por la lengua se ha dado cuenta de que, en los gimnasios, la mayoría de cosas que tienen que ver con las máquinas y los ejercicios se dicen|llaman en castellano e inglés? ¿Es un campo que no interesa? ¿Cómo es que yo, que me dedico a esto, tengo que buscar muchas de las palabras que necesito en el Termcat?

¿Te han dicho alguna vez que "si lo hicieras en castellano llegarías a más gente"?
No sé si quedará muy bien que lo diga, pero mi prioridad nunca ha sido tener muchísimos seguidores. No tengo que tener veinte mil seguidores, porque con respecto a mi trabajo, al final yo puedo atender un número limitado de personas a la hora. Para mí es prioritaria la calidad de aquello que hago y la personalización de aquello que ofrezco, por eso también la elección de la lengua. En general he recibido bastante apoyo por el hecho de hacer los vídeos en catalán, sobre todo por eso que decíamos que hay muy pocos creadores de contenido especializados en el entrenamiento de fuerza en nuestra lengua. También he recibido comentarios negativos, a veces incluso de policías nacionales que tienen la foto de perfil vestidos de policías nacionales. "Es que haciendo esto no tendrás seguidores", bien, es que yo lo que quiero es crear contenido y hacer bien mi trabajo. Yo no quería ser "influencer", quería hacer vídeos para promocionar mi trabajo, pero supongo que las circunstancias me han convertido.