"Me impresionó la reacción de una lectora italiana", confiesa Keum Suk Gendry-Kim, autora de dos de las novelas gráficas más devastadoras a la vez que bellas que se hayan publicado los últimos años: Hierba y La espera -las dos publicadas en castellano por Reservoir Books con traducción de Joo Hasun (por el momento no hay edición en catalán)-, Partiendo de un testimonio real, con la primera, convertida ya en un best-seller internacional, la autora nos descubre uno de los capítulos más oscuros de la Segunda Guerra Mundial, el de las "mujeres de consuelo", eufemismo utilizado por el ejército japonés para referirse a las mujeres coreanas a las que forzaban a mantener relaciones sexuales. La espera, elegido por diversos medios como el mejor cómic del 2022, es el emocionante relato de las familias separadas tras la división de Corea y la guerra de 1950. "Aún hoy me pregunto cómo consiguió mi correo electrónico, pero el hecho es que lo consiguió y me escribió un mail muy largo y bonito", nos descubre en nuestro encuentro en la sede en Barcelona de su editorial en nuestro país. "Me explicaba que le había gustado mucho mi libro Hierba, que había quedado totalmente impresionada con la historia. Tanto que había decidido regalar mis libros a su hija de 30 años, y que esperaba que esta, a su vez, se los regalara a su nieta".  

¿Es muy diferente la reacción del lector occidental respecto al lector oriental?
No hay una gran diferencia entre los lectores europeos y los asiáticos. Sin embargo, sí que he percibido diferencia entre hombres y mujeres. Mis dos últimos libros se han traducido a diversos idiomas, y por diferentes que sean las culturas, la lectura entre la audiencia femenina suele ser muy común en todo el mundo. 

Hierba, el horror sufrido por las mujeres coreanas durante la Segunda Guerra Mundial transformado en una sobrecogedora novela gráfica

Tanto en Hierba como en La espera, las protagonistas son mujeres. 
En mis libros nada es casualidad, menos que las protagonistas sean mujeres. Todo ha sido planificado, planeado y queriendo transmitir un significado y un mensaje. La gran mayoría de libros de historia han sido escritos por hombres. Yo, que no solo soy mujer, sino que mis principales referentes e influencias han sido mujeres, quería contar la historia de la guerra, la misma Segunda Guerra Mundial que cuentan estos hombres, pero desde la vivencia y el punto de vista de las mujeres. Una perspectiva que es claramente diferente. Esto es lo que quería contar.  

La gran mayoría de libros de historia han sido escritos por hombres. Yo quería contar la historia de la guerra, la misma Segunda Guerra Mundial que cuentan estos hombres, pero desde la vivencia y el punto de vista de las mujeres

¿Como autora sientes que tienes cierta obligación de ser portavoz de aquellas voces que no se han podido expresar?
El contexto de mis historias, en estos dos libros, siempre es el de la Segunda Guerra Mundial en Corea. Y dentro de este contexto, lo que intento contar es la experiencia vivida por personas vulnerables. Del mismo modo que, aunque las protagonistas son mujeres coreanas, sus experiencias, lo que ellas han vivido, es extrapolable a lo que ha ocurrido y han vivido miles de mujeres en cualquier otro lugar del mundo. 

Ciertamente, lo que se explica tanto en Hierba como en La espera resuena a lo que, por ejemplo, millares de mujeres catalanas y españolas sufrieron durante la Guerra Civil.  
El pasado no hay que enterrarlo. Debe haber un intento por desterrar lo ocurrido. No solo eso, sino que debe haber un esfuerzo para investigarlo. Se debe investigar la verdad y que la parte que haya cometido crímenes, reconozca ese error y pida disculpas. Una disculpa pública. Solo así podremos avanzar. Sin el esfuerzo de curar esa herida del pasado, no podemos seguir adelante.

Se debe investigar la verdad y que la parte que haya cometido crímenes, reconozca ese error y pida disculpas

¿El arte, en tu caso el dibujo, puede ayudar a sanar esos traumas del pasado que heredamos?
Un dibujo, un libro, una obra de arte, no curará las heridas del pasado, pero sí puede ayudar en ese proceso de sanación. Yo solo escribo y dibujo libros. Pero los lectores que han pasado y han sufrido tanto dolor, pueden encontrar en estos libros un subterfugio que les ayude a reflexionar y decodificar su pasado. Y los que no conocían este pasado histórico, pueden encontrar en estos libros una puerta que les llevé a adentrarse, a investigar e informarse mejor en lo sucedido en el pasado. Y esto también ayuda en el proceso de cura. Estos libros están basados en las vivencias de personajes reales, pero el dolor, el sufrimiento por el que tuvieron que pasar, es mucho más profundo, mucho más cruel de lo plasmado en mis libros. También es importante explicar a las generaciones más jóvenes lo que sucedió durante la Segunda Guerra Mundial en Corea. Siento la necesidad de transmitir todo este mensaje a las generaciones más jóvenes de coreanos. La generación actual no ha nacido de la nada. Ha nacido de la historia, del pasado, de los antecedentes, de todo lo vivido y sufrido por sus padres y sus abuelos. Es muy importante conocer el pasado, la historia, para no cometer los mismos errores en el futuro en caso de volvernos a encontrar en una situación similar.

Keum Suk Gendry-Kim es la autora de las novelas gráficas Hierba y La espera / Foto: EFE

¿El debate de la reunificación de las dos Coreas aún está latente en la sociedad surcoreana o es algo sobre lo que la gran mayoría de la población, especialmente la más joven, ya ha pasado página? 
La creencia es que la mayoría de la población coreana conoce este pasado, pero la realidad es que no lo conoce tan bien. Incluso hay una parte de la sociedad que quiere rechazar y negar este pasado. No quiere reconocerlo. Pero la verdad nunca puedes ocultarla para siempre. Está ahí, existe.

Hay un aspecto especialmente fascinante tanto en Hierba como en La espera: son dos historias muy duras emocionalmente a las que has conseguido dar un trazo de gran belleza. 
Era consciente que ambas eran historias de máximo dolor, de un sufrimiento muy profundo. Así que reflexioné cómo podía expresar todo ese padecer, pero a la vez crear una obra no carente de belleza. La respuesta la encontré en la naturaleza. No hay nada más bello que la naturaleza, que aporta un contrapunto perfecto a estas historia tan duras. 

Estos libros están basados en las vivencias de personajes reales, pero el dolor, el sufrimiento por el que tuvieron que pasar, es mucho más profundo, mucho más cruel de lo plasmado en mis libros

Más allá de la parte gráfica, hay un gran trabajo de investigación y de documentación, en tus obras. ¿Disfrutas de esta parte del proceso?
No soy ni periodista ni historiadora, y engañaría si dijera que disfruto investigando, buscando información y haciendo entrevistas, porque es la parte más difícil del proceso. La vida de una persona es imposible de expresar en un libro, en dos libros o en una decena. A lo largo de todo el proceso de creación de un libro, desde que empiezo hasta justo antes de ser publicado, no paro de revisar, modificar y añadir, solo así puedo aproximarme a la vida de la persona.

La espera, conmovedor relato de las familias separadas tras la división de Corea

¿En qué momento te diste cuenta de que Hierba era una obra especial? ¿El éxito que tuvo cómo te influyó a la hora de hacer La espera?
Los libros han salido publicados en este orden, pero el proceso creativo ha sido muy diferente. Fue a inicios de los 90 cuando empecé a reflexionar sobre el estatus de la mujer en Asia. De ahí surgió la idea de Hierba. El caso de La espera es incluso anterior. A mediados de los años 80 supe sobre las familias separadas por la división de las dos Coreas. Vi diversos reencuentros en la televisión y empecé a acumular información sobre el tema. Así que para nada el plan era hacer Hierba y luego, viendo el éxito que estaba teniendo, hacer La espera. De hecho, en 2010 ya publiqué una historia corta que luego desarrollé en La espera. Para mí, y lo digo muy sinceramente, que se publicara Hierba ya era todo un éxito. 

Creo que estás trabajando en un tercer libro, también relacionado con la mujer y la Segunda Guerra Mundial en Corea.
Sí, estoy trabajando en un nuevo libro, con una mujer de nuevo como protagonista, pero el contexto no es el de la Segunda Guerra Mundial sino el actual. 

¿Qué dibujos veías cuando eras pequeña?
Leía mucho manga de historias románticas adolescentes. No sé si es un género que me haya influenciado en mi obra posterior (ríe).