El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia tenía que ver culminadas sus obras el año 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí. Desde el año pasado los esfuerzos de la construcción se han centrado en las torres de los evangelistas, la torre de la Virgen y la torre central de Jesucristo. Pero como en muchos otros aspectos, la crisis sanitaria de la COVID-19 ha hecho tambalearse la economía del templo, procedente de los donativos de los visitantes, y sus planes para finalizar las obras en sólo 6 años.
"Los efectos de la pandemia nos fuerzan a replantear el calendario y eso afecta al hito que teníamos marcado del 2026", ha comunicado a la prensa Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora de la Sagrada Familia. La reducción de visitantes por la caída del turismo (la basílica sigue cerrada entre semana) hace "imposible" alcanzar el objetivo ni ofrecer un calendario alternativo, a la espera de la evolución de la pandemia. De los 100MEUR de presupuesto del 2019 se pasará el próximo año a tan sólo 17. Con todo, las obras se reanudarán en 15 días y se mantiene al menos la previsión de acabar la torre de la Virgen en el 2021.
La segunda torre más alta de la basílica verá la luz el próximo año
El arquitecto Jordi Faulí, director del equipo constructor del templo, ha asegurado que la torre de la Virgen se finalizará en las postrimerías del año 2021. De hecho, los 112 metros que conforman el cuerpo de la torre ya están terminados, así como su interior que consta de un espacio abierto a 60 metros de altura que recoge la claridad que se filtra por las 800 ventanas de la torre y la dirige al ábside de la basílica, justamente sobre el altar.
Lo que queda por acabar es la terminal de 25 metros que coronará la torre y que consta de 3 partes. La primera es una corona con 12 estrellas, símbolo mariano mencionado al Apocalipsis, situadas en un plano orientado hacia el centro de la cruz de la torre de Jesucristo, creando un diálogo entre Verge Madre y su hijo. Del interior de la corona surgirá un fuste hiperboloide de 12 metros recubierto de quebradizo azul que culminará con una gran estrella de vidrio luminoso con también 12 puntas, de 3 metros cada una, y con un diámetro total de 7,5 metros. De hecho, esta estrella reflejará la luz del día y proyectará su luz interior durante la noche.
Estos son los objetivos que la Junta Constructora de la Sagrada Familia se ha marcado para el próximo año y medio. Sin embargo, Esteve Camps no descarta que si la situación mejora podamos ver finalizada pronto alguna de las cuatro torres de los evangelistas.