Un ciudadano ha localizado una gran lápida esgrafiada con inscripciones a hebreo, proveniente de la antigua necrópolis judía de Montjuïc, que da nombre en la montaña. El Centre de Conservació de Béns Mobles del Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado la localización, que tuvo lugar en enero, y ha realizado una intervención de urgencia para recuperarla.
La lápida es de grandes dimensiones (1,46 por 0,60 por 0,63 metros), y se ha confirmado que está fabricada con piedra de Montjuïc y en un relativo buen estado de conservación, aunque algunas letras han quedado dañadas. En la cara superior se localiza la inscripción judía, hecho que permite relacionarla directamente con la necrópolis de Montjuïc. A falta de un estudio más profundizado, en la lápida -matzevá en hebreo- está inscrito: "En esta tumba está enterrado el distinguido r(abí) David h(ijo) de r(abí) [—] [el día .....del] mes de Tevet del año...". El mes de Tevet es el cuarto mes de calendario hebreo, y correspondería a un periodo entre los meses de diciembre y enero en el calendario gregoriano.
Este es el texto en hebreo, con la frase completada a partir de lo que es seguro que dice:
Se sospecha que la lápida fue lanzada por la montaña cuando fue inicialmente localizada probablemente durante la primera mitad de siglo XX, en el momento que se realizaron las obras de construcción del actual Tir Olímpic, en torno a 1907, o con la construcción del primer Parque de Atracciones, en los años 30.
Según los investigadores, la necrópolis judía de Montjuïc era una de las más importantes de toda la península y de Europa. Existía desde el siglo IX y subsistió hasta el año 1391, cuando se produce el pogromo contra el call de Barcelona y también se destruye el cementerio judío. Algunas lápidas se reaprovecharon en edificios del centro de la ciudad, como se puede ver en un extremo de la plaça del Rei.
El descubrimiento permitirá ampliar el conocimiento e información de la necrópolis judía de Montjuïc. Paralelamente, los datos se añadirán al proyecto de investigación iniciado el año 2014 por el Servei d'Arqueologia de Barcelona (ICUB), con el objetivo de ampliar el conocimiento de este elemento patrimonial y arqueológico de la ciudad.
Con unas obras en 1945 se descubrieron 171 tumbas, y el año 2001 se localizaron 557 más. La necrópolis fue declarada por la Generalitat Bien Cultural de Interés Nacional en categoría de lugar histórico, y actualmente está cubierta con una capa de tierra para que quede protegida. Se desconoce la extensión total del cementerio, si bien se considera que limitaría al sureste con el barranc del Morrot y se extendería hacia el noroeste desde el actual Mirador del Alcalde, y entraría en el Tir Olímpic y grande parte de los jardins Joan Brossa.
En un documento de 1368 la comunidad judía de Tortosa defendía el valor de las tumbas de su cementerio, que se encontraba también en peligro, y las equiparaba a las de Barcelona, las que, según afirmaba, existían desde hacía más de 500 años. Eso situaría la necrópolis barcelonesa, al menos, en mediados del siglo IX. Existe un escrito que hace referencia a Montjuïc, del año 1091, cuando el conde de Barcelona Berenguer Ramon II (1053-1097) tiene que hacer efectiva a la Canonjía de Santa Creu i Santa Eulàlia una donació, y allí se habla de la existencia de unas "veteres iudeorum sepulturas".