The First Thing I Do In The Morning. No era la mañana de un día cualquiera, eran hacia las 19 h de la noche del viernes 5: el segundo día del Vida Festival (el primero para mí, que no vine el jueves a ver Ty Segall i Cannons), pero lo primero que hice solo llegar a la Masia d’en Cabanyes fue córrer a ver a la espectacular DJ anglomurciana Katie Louise en el espacio Vida Club, que abrió su sesión con un temazo de Joyce Williams. No es un mal comienzo. Después de deslizar los pies por la pista de tierra entre aromas a pino y de otros árboles que no son pinos, me pasé a ver en los Standstill por uno de los dos escenarios grandes, que sonaban bien y tenían sus fans (entre los cuales no me cuento desde que abandonaron el hardcore y el inglés, pero eh, respect total). Seguidamente, en el otro escenario grande, subió la banda más esperada de la noche (para, cuando menos): Ride. Mark Gardener, Andy Bell y los suyos empezaron con su repertorio más flojito (de los discos que han sacado desde su reunificación), para ir subiendo en intensidad, tirar de power-pop (sin dejar nunca de mirarse los zapatos) hasta rubricar un final apoteósico. Los mejores de la noche y quizás del festival.

20240705 FESTIVAL VIDA MONTSE GIRALT 020
Ride, los mejores de la noche y quizás del festival / Foto: Montse Giralt

Los sevillanos Derbi Motoreta's Burrito Cachimba desplegaron su kinkydelia habitual, siempre geniales. I James Blake no sabría decir si me gustó o no, pero agradecí, y mucho, las sensaciones que sus graves me provocaron en el pecho y en el bajo vientre. Expectorantes como un caramelo de menta. Temples habría podido ocupar el segundo lugar en mi particular podio de la noche, si no fuera porque después vinieron Mujeres en la Cabaña. Diciendo que me quieres me parece una de las mejores canciones pop que nunca se han escrito en este memo país. Y así, entre lololós y pogos bastante cívicos, la noche empezó a filtrar. El gran Miqui Puig puso la guinda y, después de un buen rato de parquineo, saludamos al sol vilanovés.

20240705 FESTIVAL VIDA James Blake / FOTO: MONTSE GIRALT
James Blake, graves en el pec ho y el bajo vientre / Foto: Montse Giralt

El viernes se transforma en sábado

Como quien no quiere la cosa, el viernes se transformó en sábado, y allí nos plantamos otra vez, como un árbol más. En el escenario del Barco, y mientras el público coreaba "del barco de Chanquete no nos moverán", subieron J y Florent de Los Planetas, acompañados de un pianista y guitarrista de apoyo. Empezaron con las canciones más flojas de su repertorio (Guitarra roja, con guiño final en Los Pekenikes, a Nunca me entero de nata, etc.), qué mezcladas con el tono intimista de la propuesta, hicieron que este cronista se arrepintiera de no haber dormido más. Pero después llegó la excelsa interpretación de Amanecer y, como me pasó con The First Thing I Do In The Morning, algún interruptor se encendió en mi cerebro y en mi cora. Y acabaron con David & Claudia, no se puede pedir más.

20240705 FESTIVAL VIDA ferran palacio / FOTO: MONTSE GIRALT
Ferran Palau, cadillac solitario en el Vida / Foto: Montse Giralt

Pasé fugazmente por Pinpilinpussies, muy potentes, me perdí Warhaus, y me decidí por Stephen Morrison. Hice bien. El soulman holandés nos hizo sudar con sus medleys que fusionaban a los Jackson Five con James Brown. Acto seguido, me coloqué en primera fila de M.I.A. Antes que la rapera británica empezara su show, pero los directores del certamen hicieron una especie de ceremonia para conmemorar los 10 años del Vida, y a muchos nos dejaron con la cara de pasta de boniato cuando anunciaron que Supergrass tocarían en el festival... el año que viene. Muchos habíamos oído que serían el show secreto de la noche. Rumor al cual contribuí, hasta el punto que muchos amigos —ahora examigos— se compraron la entrada del sábado solo por este concierto que no se celebró...

20240705 FESTIVAL VIDA boye / FOTO: MONTSE GIRALT
El Vida es otra cosa / Foto: Montse Giralt

M.I.A fue francamente fenomenal con un inesperado bombardeo de confeti biodegradable y sostenible, hecho a base de sémola de arroz, y que en mojarse crea una pasta que se deshace en minuto. Eso sí, todavía me estoy quitando confeti de los agujeros más insospechados del cuerpo. Se puso a llover fuerte y la cantante terminó su show con una versión lo bastante exitosa de Remei de casa del fresco (es broma). Pasé de puntillas por los Black Lips, y Alizzz fue el último plato fuerte de la noche: Qué pasa nen, dejada para el final, hizo bailar a los garrafencs, a los del Baix Llobregat y a los domingueros (y pixa-altres-arbres-que-no-són-pins). Larga vida al Vida.