Escondite de algunas de las mejores series de televisión de todos los tiempos, el catálogo de HBO es como una infinita tienda de golosinas para los seriófilos más exigentes.
Fundada a inicios de la década de los setenta como canal de televisión por suscripción, muy pronto empezó a mostrar una sensibilidad especial para la producción de ficción de alta graduación.
Ya en los ochenta nos regaló referencias imprescindibles para entender el estallido posterior del formato como el drama carcelario creado por Ron Howard Maximum Security.
Pero fue con la llegada del nuevo milenio que la compañía con sede en Nueva York marcó la pauta de la era dorada de la ficción catódica. Recuperamos las 10 mejores series producidas bajo el sello de garantía del HBO.
¿La mejor serie de televisión de todos los tiempos? A pesar de ser una afirmación hiperbólica, muy probablemente sí. Obra catódica de culto firmada por David Simon, una de las figuras más fundamentales en la era dorada de la ficción televisiva (volveremos a hablar más abajo), tras la apariencia de una serie más de policías persiguiendo narcotraficantes hay un retrato fascinante de la ciudad de Baltimore y sus estructuras sociales y políticas.
Lo mejor del cine de Martin Scorsese encapsulado en seis temporadas de una serie que se convirtió en un clásico instantáneo. Un James Gandolfini estratosférico da vida a un jefe mafioso de Nueva Jersey en plena crisis existencialista. Un tipo que tiene que liderar una organización criminal y tiene que recurrir al psicólogo para poner orden a su caos mental. Creada y producida por David Chase, mente brillante tras otro incunable catódico como Northern Exposure (Doctor en Alaska), ¿a vosotros que os pareció su polémico final?
Serie de televisión convertida en todo un fenómeno social. Ficción basada en la saga de libros de George R.R. Martin, Juego de Tronos nos transporta a un mundo de apariencia medieval en el cual varias familias se disputan su dominio y reinado. Fantasía épica como metáfora de todo lo que podemos llegar a hacer los seres humanos por poder. Desde su estreno que vivíamos en un invierno eterno.
Otra genialidad surgida de la factoría de joyas televisivas de David Simon. En su nueva (no)ficció, el guionista y productor abandona las esquinas de Baltimore para adentrarse en un Nueva Orleans devastada por el huracán Katrina. Con la música jazz y sus carnavales, el Mardi Gras, como latido vital; un extraordinario retrato de la lucha de su gente para salir adelante.
Tres años después de Salvar al soldado Ryan, Steven Spielberg y Tom Hanks se volvieron a asociar para dar forma a una miniserie, Band of Brothers (Hermanos de sangre) que, inspirándose en un libro homónimo de Stephen E. Ambrose, nos relata el desembarque de Normandía y el frente europeo en la Segunda Guerra Mundial, a través de un grupo de soldados norteamericanos. Realización sublime, ambientación extraordinaria y un grupo de actores: Damien Lewis, Ron Livingston, Neal McDonough, David Schwimmer, Donnie Wahlberg, Michael Fassbender, James McAvoy y Tom Hardy ofreciendo algunas de las mejores interpretaciones de su trayectoria. Verla no es una opción, es una obligación.
El 2001 Alan Baile ganó el Oscar al mejor guion para|por American Beauty, ácido retrato de la clase media norteamericana. Una obsesión en que incidió dos años después cuando puso en marcha A dos metros bajo tierra. Drama (con no pocas dosis de humor surrealista) sobre una familia propietaria de una funeraria en Los Angeles. La muerte como hilo conductor de unos personajes que intentan encontrar su lugar a la vida.
Reverso indie (sexo anal, drogas, crisis de ansiedad, periodistas precarias...) de Sexo Nueva York. Creada y protagonizada por una Lena Dunham, durante una época la gran enfant terrible catódica, de la cual no hemos vuelto a saber nada desde que en el 2017 se emitió el último capítulo de su última temporada (la sexta); a través de cuatro amigas que viven en Brooklyn (en aquellos momentos capital del hipsterismo mundial), Girls retrata con precisión de cirujano las singularidades e interioridades de la generación que entró en el mundo adulto con el inicio del nuevo milenio.
Frívola, elitista, tópica... A Sexo Nueva York se le pueden encontrar todos los defectos que queramos pero la realidad es una: es un clásico indiscutible. Basada en la columna que la periodista Candace Bushnell escribía para The New York Observer; Sarah Jessica Parker lideraba un grupo de cuatro amigas que vivían en Manhattan entre bloody maries en el último local de moda y zapatos de tacón de aguja imposibles Manolo Blahnik. Eso sí, obviad las películas que vinieron después.
Carnivále, paradigma perfecto de lo que es una serie de culto, es una particularísima reinterpretación de la lucha entre el bien y el mal, ambientada en un circo ambulante de la América de 1929 de la Gran Depresión. Con reminiscencias en el cine de David Lynch, se trata de una producción que nos vierte a universo singular, para no decir extremadamente raro. Tanto que el HBO, compañía con una sensibilidad especial por las historias de autor, la canceló al finalizar su segunda temporada.
Es la (pen)última gran serie (muy probablemente Madre of Easttown ya tendría que formar parte de esta lista) al sumarse a la nómina de títulos referenciales de HBO. Inspirada en la novela homónima de Margaret Atwood, referente capital de la literatura feminista; El cuento de la criada nos dibuja un escenario distópico, una sociedad controlada por un Estado teocrático, totalitario y fundamentalista religioso en que las mujeres son silenciadas, dominadas y controladas en todo momento. Ninguna serie ha conseguido cautivarnos tanto y al mismo tiempo plantear un mensaje tan potente social y políticamente como la producción protagonizada por una Elisabeth Moss.