El Grupo Enderrock y la Asociación de Representantes, Promotores y Mánagers de Catalunya (ARC) han presentado hoy, en la sede de la SGAE Catalunya, el Anuari de la Música 2019, que este año está centrado enestudiar el papel de la mujer en la música. Y pese a constatar una evolución positiva, los datos son contundentes: la presencia femenina en la industria musical no supera el 33%. Este anuario, coordinado por Helena Morén y elaborado básicamente por mujeres, demuestra, cifras en mano, que las mujeres son minoría absoluta en los grupos programados en los festivales, entre los mánagers de las compañías, en la dirección de las discográficas...
Lejos de la paridad
El único sector en que la presencia femenina es mayor que la masculina es en los niveles inferiores y medios de las escuelas musicales. Entre los trabajadores de las empresas musicales hay un 36% de mujeres, pero en las directivas de las empresas musicales sólo hay un 16% de mujeres. Y a pesar de que el porcentaje tiende a crecer, en los festivales tan sólo un 23% de mujeres entre los artistas invitados (la cifra se ha doblado en los últimos tres años y hay festivales que se preocupan de incrementar el número de mujeres, como el Sónar). En el mundo de la música sinfónica, en cambio, la presencia de las mujeres es casi irrisoria: sólo son el 1,8% de los compositores programados y un 2,9% de los directores programados. Incluso hay más hombres que mujeres que sepan tocar un instrumento (el 59% de los que saben son hombres). "Las mujeres están muy lejos de la paridad en el ámbito musical", ha afirmado Lluís Gendrau, director editorial del Grupo Enderrock. "Hacen falta políticas que animen a las mujeres a perseverar en sus sueños", explica Carmen Zapata, de MIM, la Asociación de Mujeres Profesionales de la Industria de la Música, quién ha defendido la necesidad de implementar incentivos de género para llegar a la paridad.
El 42,6% dels enquestats afirmaven haver escoltat música en català el dia anterior, front a tan sols un 9,8% el 2012
El catalán no se encalla
La presencia de grupos originarios de los Països Catalans, en los festivales musicales, se sitúa en torno al 40%, como en los últimos años. Y la presencia del catalán se estabiliza en torno al 24%, sin crecer (llega a extremos como el Sonar, donde hay sólo un 6%). Los conciertos en catalán han tenido un máximo de asistencia en los últimos años (el 43% afirman haber ido a uno, frente un 34% en 2012). Pero lo que hay que destacar realmente es que alcanza máximos históricos la música en catalán en el ámbito doméstico: el 42,6% de los encuestados afirmaban haber escuchado música en catalán el día anterior, frente a sólo un 9,8% en 2012. La progresión ha sido rapidísima desde 2014.
Gratacós: Es muy probable que no recuperemos jamás el nivel de antes de la crisis
Bloqueo de las instituciones, bloqueo de la música
Uno de los hechos que denuncia este anuario es el bloqueo de la inversión de la Generalitat en industria musical. En 2018 se redujo en un 4% el gasto en el sector, neutralizando el incremento del 4% recibido en 2017. En cambio, el gobierno del País Valencià ha aumentado un 71% las ayudas al sector musical, y el de las Balears las ha impulsado en un 49%. Jordi Gratacós, director de la ARC, afirma que, globalmente, en los últimos años, ha habido una cierta estabilización del sector musical, pero que está muy lejos del nivel de antes de la crisis. En realidad, considera que "es probable que nunca recuperemos este nivel". Uno de los problemas principales que sufre el sector es la precariedad a que están sometidos los creadores de música, como ha reconocido el mismo Daniel Granados, director de la programación de Cultura Viva del Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo el Anuario constata un aumento importante de los ingresos por derecho de autor en el último año.
Cambio de perfil en los oyentes
El Anuari constata que cada vez hay más gente que asiste a conciertos (el 46% de los encuestados afirmaban haber ido a alguno en 2018, frente a un 40,3% en el 2017). En cambio se reduce el número de los que van a un concierto en el marco de un festival. Catalunya es una tierra de festivales, pero parece que el incremento continuo de los últimos años se ha bloqueado. "Quizás el modelo de los Festivales está agotado", explica Gendrau, que explica que en 2018 hubo una bajada de público y de conciertos en los festivales, aunque la facturación creció ligeramente. Gendrau afirma que pese a todo los muchos festivales existentes se han consolidado. Las salas de concierto viven una reconversión importante: aunque ha habido cierres y cambios de gestión, están ganando público (un 9%), y ofrecen más conciertos que en años anteriores (un 3%). En cambio, baja la asistencia a los espectáculos musicales de las fiestas mayores... La industria musical ya ha situado el 75% de su mercado en el ámbito digital: sólo uno de cada cuatro discos que se venden son físicos (gracias al impacto de Spotify y otras redes). Pero, pese a todo, han perdido facturación, ya que con el mercado digital las discográficas ya no reciben ingresos por distribución, que antes era una partida importante.
El pop, continúa al frente
El público joven, de entre 16 y 34 años, demuestra ser aficionado a la música. Y el 13% de los catalanes toca algún instrumento: son más de 820.000. Por estilos, el pop mantiene el predominio, con un 74,4% de oyentes, seguido por la canción melódica o de autor, con un 39,7%. Ahora bien, la gran novedad del 2018 es que ha habido una irrupción con gran fuerza de músicas urbanas, que se sitúan cerca de la canción melódica con un 38,6%.