La antología Flamarades Sortiran, de la editorial Godall Edicions, cuidada con una gran originalidad por Maria Antònia Massanet (Artà, Mallorca, 1980), y con prólogo de Meri Torras Francés, es uno de los libros imprescindibles del 2023. Empezamos por una pregunta bastante adecuada: ¿cuántas veces se han publicado antologías de poetas hombres catalanes? Incontables. De verdad, ya está bien. Si revisáis las lecturas obligatorias de la ESO y bachillerato, la mayoría son autores (hombres), todavía, sí, seguimos así.
Nadie quita el valor literario de los versos de Josep Carner o Martí i Pol, pero la realidad es que sí que le han quitado siempre, sistemáticamente, el valor literario a las letras de autoras en lengua catalana
Nadie quita el valor literario de los versos de Josep Carner o Martí i Pol, pero la realidad es que sí que le han quitado siempre, sistemáticamente, el valor literario a las letras de autoras en lengua catalana. Por eso, revisar esta antología hecha con una profesionalidad, amor y un gusto exquisito por la investigadora, poeta y escritora mallorquina Maria Antònia Massanet es lo más esperanzador, culturalmente hablando, de este mes. También esta antología es un acto de justicia poética, nunca mejor dicho. Y pensaréis quizás en las cuotas, en qué calidad literaria aportan. Pues la de un universo profundo, infinito, rico en metáforas, dulce, conmovedor, tenaz. Poesía como llamaradas para quemarlo todo, y que desde las cenizas renazca un nuevo canon literario donde las mujeres tengamos lugar. La autora remarca que hay una falta de referentes: "Mujeres poetas en catalán hay muchas, pero a menudo no se conocen o no se les da la importancia de sus homólogos masculinos. De hecho, algunos poetas de cierta edad y renombre me han agradecido que les diera tantas a conocer. Las poetas jóvenes tienen más proyección pública y más impacto, pero las de los años 50 en los 70 todavía pasan muy desapercibidas".
Poesía como llamaradas para quemarlo todo y que de las cenizas renazca un nuevo canon literario donde las mujeres tengamos lugar
Centenares de autoras y miles de versos
Como señala Meri Torras en el prólogo, la curadora de este corpus poético es feminista y ha compuesto un libro donde encontramos versos que hablan desde el peso de la figura del patriarcado, el empoderamiento, el consentimiento, el amor lesbiano o lo esperas innecesarias en la literatura. Todo con un conocimiento de causa cero panfletario, explicando la importancia de revisar la historia de la literatura desde un ejercicio de Herstory poético. Flamarades sortiran es un verso de Josefa Contijoch, poeta de Manlleu, y apunta directamente "a las consecuencias visibles de las luchas feministas, a su manifestación en el espacio público." La autora se acercó al feminismo como poeta escritora: "cuándo yo empecé a publicar, en el 2006, aún no se producido la explosión de autoras de los últimos años y yo buscaba qué otras mujeres poetas había en catalán, en cuáles reflejarme para poder utilizarlas como modelo". La mallorquina dice que Maria Mercè Marçal fue un descubrimiento no solo por sus poemas, "sino porque ya hizo este ejercicio de buscar genealogía femenina en los años 80. Veinte años después yo me encontraba un poco en la misma situación". A lo largo de las veinte secciones temáticas encontramos firmas que han dejado una huella innegable en las letras catalanas y también nuevas voces, una apuesta intergeneracional que nos deja una cata del gran universo poético de nuestro país: Josefa Contijoch, Tonina Canyelles, Miriera Companys, Maria-Mercè Marçal, Montserrat Abelló, Carme Guasch, Vinyet Panyella, Maria Beneyto, Meritxell Cucurella-Jorba, Maria Isern, Ester Xargay, Glòria Coll, Montserrat Costas, Clara Mir, Anna Pantinat, Sònia Moll y Maria Àngels Anglada, son solo algunas de las firmas.
No queremos esperar más
La autora lamenta antes de empezar la recopilación no haber podido incluir poetas como Rosa Leveroni, Quima Jaume, Mercè Rodoreda o Teresa d'Arenys, entre muchas otras, y también advierte que ha habido nuevas incorporaciones como Maria Sevilla, poeta contracultural, o Gemma Casamajó, poeta y profesora. "Con esta antología espero hacer todavía más accesible la divulgación de autoras y hacer ver que las mujeres poetas tienen una sólida pisada en la literatura catalana", remarca Massanet. Las reflexiones de la autora para introducir las temáticas nos recuerdan al libro de Com destruir l’escriptora de les dones de Joana Rus y también que el canon literario ha estado fuertemente atravesado por temas que interesaban a un público sesgado y rerducido por el mandato de la masculinidad. ¿Una de las clasificaciones temáticas tiene que ver con el tema de los silencios y de la espera, de conceptos ligados a la paciencia, pero escogida o impuesta?
Flamarades sortiran nueva antología en todas las estanterías, en las lecturas obligatorias de bachillerato, y así quitamos de una vez los signos tipográficos hipócritas que anuncian un secreto a gritos resumido a la mínima expresión y con una carga simbólica tremenda, la invisibilización de poetas en lengua catalana durante décadas
Maria Antònia Massanet parte de un verso de Joana Raspall para iniciar la sección de "Crits, esperes i silencis":Que s’arbori com la flama (Que se arbole como la llama). He escogido esta sección porque las virtudes de las mujeres siempre han sido asociadas a clichés de calma, de la letargia impuesta o bien escogida porque no había un margen para rebelarse. Pienso el ejemplo de Penèlope esperando a Ulises: ojalá se hubiera ido a hacer un viaje y hubiera invertido el tiempo en ella. También pienso en el ejemplo de la epístola a Timoteu de la Bíblia, donde se señala que las mujeres tienen que estar en silencio. Esta oralidad inarticulada, este silenciamiento se ha visto perpetuado a los versos, a los sentimientos, a las historias. La autora nos explica que en el artículo Meditacions sobre la fúria de la Maria Mercè Marçal habla de esta rabia subsidiará a la que hemos sido sometidas y como dice Roser Domènech: “és amb la insistència / que es venç la paret/ de guix del silenci/ que poc a poc s’alça/ contra la paraula/ no dita encara per prudència. Callen/ les dones allò/ que importa". Pues, basta, no callemos más. Flamarades sortiran nueva antología en todas las estanterías, en las lecturas obligatorias de bachillerato, y así quitamos de una vez los signos tipográficos hipócritas que anuncian un secreto a gritos resumido en la mínima expresión y con una carga simbólica tremenda, la invisibilización de poetas en lengua catalana durante décadas: Antologia de poesia catalana. Nova tria.