En catalán hay palabras y expresiones latinas usadas tal y como se decían hace dos mil años (por ejemplo, la frase hecha Mens sana in corpore sano: es tan importante tener bien el cuerpo como la mente y el estado de ánimo). Eso quizás se deba a la pedantería de los escribanos y académicos de los siglos XV a XVIII; pero el hecho es que algunos latinismos aportan bastante precisión semántica, y tal vez por eso se dicen en el lenguaje diario.
¿Cuántas veces habéis dicho, oído, escrito o leído las expresiones a priori y a posteriori? Decirlo de otra forma cuesta. El modus vivendi sí puede decirse "la forma de ganarse la vida", pero queda más largo. En politología se emplea la expresión statu quo para indicar el estado legal en el que se encuentra algo, por ejemplo: Quin és l'statu quo de Puerto Rico? '¿cuál es el statu quo de Puerto Rico?'; raramente podemos decir otra cosa (la palabra estat 'estado' serviría pero tiene otros significados, algunos relacionados con este concepto). Si se difundiera algo entre la gente y hay que hacer referencia a ello, solemos considerarlo vox populi. Si oís decir a alguien mutatis mutandis, está equiparando dos hechos porque considera que son lo mismo; la expresión significa 'cambiando lo accesorio que haya que cambiar' (aquí está el verbo latino mutare, que significa 'cambiar'; en catalán y castellano ha dado mudar, que tiene ese mismo significado). ¿Y cuántas veces no aparece la expresión de facto? Podría decirse de fet 'de hecho', pero le ocurre lo mismo que estat, mientras que de facto es muy preciso.
Algunos vocablos de origen latino son bastante populares, como lavabo, que en latín significa lavaré (a partir del verbo lavare 'lavar' más la terminación de futuro (-b-) y la terminación de primera persona (-o)). Y seguro que habéis oído hablar de un placebo, un falso medicamento que psicológicamente hace que la gente se encuentre mejor: en latín significa placeré (a partir del verbo placere 'placer' más las terminaciones vistas antes). ¿Y qué decir de los vocablos vídeo y àudio? Se refieren al audiovisual, pero en latín significan veo y oigo (a partir de los verbos videre 'ver' y audire 'oir'). Por cierto que, en la pronunciación popular catalana, hay quien dice vidèu (este cambio de acentuación también se da mucho en el castellano de América), y así debería decirse en catalán, porque la tonicidad en latín y catalán va diferente.
El mundo del derecho
En el mundo del derecho se utilizan una manta de expresiones latinas, como que una causa está sub judice, o sea, en los pasos previos al juicio y en el propio juicio. También tenemos la expresión In dubio pro reo: si no se ve clara la culpabilidad de un acusado (aunque haya algún indicio), debe dictaminarse su inocencia.
Todo ello también ha conllevado que se generen cosas graciosas. Pero eso ya no son latinismos, sino que podemos llamarlos llatinades. Si unos meten la pata, pueden decir Cagada! o L'hem cagada! pero también Cagada l'hemus!, imitando el modo de decir latino. Y puede crearse un refrán revistiéndolo de latín macarrónico para simular que procede del mundo eclesiástico: Robatòrum per menjatòrum no és pecatòrum 'robar para comer no es pecado'.