Cambio de paradigma, punto de inflexión, cierre e inicio de etapa. Todo eso describe el momento actual de Lluc, que publicó su nuevo álbum a finales de septiembre. Formado por nueve canciones, el disco hace un recorrido hacia la vulnerabilidad: "Empieza más desafiante y acaba abriéndose en canal". El miedo de hacernos mayores, el gris de la ciudad o la importancia de estar bien rodeados son aspectos que podemos encontrar en Vam néixer per fer això. De la mano de Galgo Lento, productor del disco, y de cinco amigos artistas que admira y con quienes ha hecho colaboración (LucVs, Maig, Pol Bordas, enMatu y el mismo Galgo Lento), ha conformado este universo de música urbana: "Ha acabado saliendo una mezcla musical que se acerca mucho a lo que escucho y me gusta". Siempre dejando claro el objetivo que hay detrás: "No nos tenemos que olvidar de que eso es un juego y un hobby, no sigo ningún camino ni intención".

Los últimos años has ido publicando mucha música; ¿en qué momento artístico te encuentras ahora?
Me gusta mucho trabajar por álbumes, no soy muy partidario de la música fast food ni de los singles salteados. Siempre que empiezo un proyecto tengo que estar en un momento diferente del anterior, si no no tendría sentido. Si saco mucha música, es porque mi vida cambia rápidamente y cada día hay nuevos inputs que me inspiran.

¿Vam néixer per fer això es un punto de inflexión en tu carrera?
Mentalmente, totalmente. Pienso que es el final y a la vez el principio de un nuevo paradigma dentro de mi proyecto. Cada vez me obsesiona más el hecho de trascender y de hacer cosas que suenen frescas, pero que dentro de diez, veinte o treinta años se puedan seguir apreciando. Me gusta ver este disco como la culminación de Lluc hasta ahora y como una puerta a un futuro desconocido. Toda la experiencia ganada durante estos años me han dado la capacidad de crear un proyecto que resume a la perfección todo mi camino.

Cada vez me obsesiona más el hecho de trascender y de hacer cosas que suenen frescas pero que de aquí diez, veinte o treinta años se puedan seguir apreciando

¿Con el título Vam néixer per fer això, con "això" te refieres a dedicarte a la música?
Es una declaración de intenciones. El título puede parecer muy pretencioso de puertas afuera, pero realmente yo lo planteo desde la humildad absoluta. Me ha costado mucho llegar a donde estoy ahora, a poder hacer música. Hemos trabajado una barbaridad. Estaba en la ESO soñando con vidas que creía que no podría tener nunca y ahora no la cambiaría por nada del mundo.

Empiezas el disco diciendo: "Me gustaría que entendieras lo que siento y que lo que siento sale a través de lo que ahora estás escuchando". ¿Estás avisando de que este disco será personal?
Siempre acaba saliendo un punto personal, es inevitable. Hablo de lo que vivo, lo que siento y de cosas de las que me puedo sentir identificado. Con este trabajo he arriesgado un poco más; hablo durante todo el álbum de la manera en que lo hago en mi día a día, sin cambiar absolutamente nada.

En 2002 encontramos un sample de dos versos del Mar Pujol, "una mort per cada vers, la bellesa dins el teu gest". ¿Qué te ha llevado a hacerlo y por qué estos versos?
Este beat lo tenía hecho Galgo y me lo enseñó. A los dos nos gusta mucho la música del Mar y yo le pedí de rodillas que me lo diera. Tardó en salir el tema, lo tenía atascado, pero ahora es mi preferido del disco.

¿Cómo ha sido el proceso creativo?
No he entrado ningún día en el estudio con ninguna letra escrita. Llegaba al estudio de Martí (Galgo Lento) con alguna idea y empezábamos desde cero. Escribía mientras él hacía al beat y así se ha ido haciendo todo el disco. Es curioso que cuando encuentras el clic en un álbum, las canciones acaban teniendo relación y sentido entre ellas. Todo lo que vives se te va guardando en la cabeza y cuando vaso al estudio te sale solo, abres la puerta mental.

En Kilimanjaro hablas del miedo a hacerte mayor. ¿Está presente en tu día a día esta inquietud?
Es el mayor miedo que he tenido siempre, pero poco a poco le estoy ganando a estos demonios. He aprendido a vivir el día a día, a apreciar cada momento, mi cabeza no funciona con objetivos a largo plazo, me gusta apreciar cada detalle del proceso y apreciarlo al momento.

El título puede parecer muy pretencioso de puertas afuera pero realmente yo lo planteo desde la humildad absoluta

Tanto en Última nit d'esitu como en Família vemos una incomodidad de vivir en la ciudad por el gris de esta y el ahogo que provoca.
Me encanta vivir en Barcelona y ahora mismo considero que es el momento para hacerlo, ya que cuando sea adulto quiero poder vivir en el pueblo o en un lugar tranquilo, pero a veces la ciudad satura a aquellos que no estamos acostumbrados y echas de menos el pueblo, que es como un refugio.

¿Qué artistas te han influenciado en la creación de este nuevo disco?
Hay referentes que los tengo desde siempre, sobre todo del rap americano alternativo como podrían ser Brockhampton, Aminé, JID, Joji... Pero a medida que pasan los días surgen inquietudes y gustos nuevos, y en este proyecto se nota. Hace unos tres años que escucho mucho rap y música francesa como La Fève, Tiakola o Hamza, y afro como Adekunle Gold o Asake.

Has hecho mucho énfasis en las redes sociales de tu red de personas y de estar bien rodeado. ¿Necesitas rodearte de gente próxima para hacer música?
Totalmente, es mi motor. Mi círculo hace posible que todo eso salga adelante y no lo haría —o no lo haría así— si no fuera por este. Soy una persona muy reservada y necesito siempre estar bien rodeado para sentirme cómodo. Mis compañeros de proyecto son también mis compañeros de vida, conocen a los dos Llucs.