La psicoanalista Lola López Mondéjar se ha alzado con el Premio Anagrama de Ensayo con una reflexión sobre la atrofia del pensamiento propio y la crisis de subjetividad asociada al individuo posmoderno, sobre todo aquellos nacidos en la era digital, que cada vez tienen más dificultades a la hora de narrarse a sí mismos. Sin relato es un híbrido entre filosofía, sociología y psicoanálisis que indaga en las consecuencias del capitalismo de la atención, visto como un espacio rodeado de estímulos que ahogan al ciudadano y socavan su capacidad de atención, comprensión y comunicación. "En una época en que tenemos más estímulos que nunca, el sujeto se siente singularmente vacío y perdido", ha explicado Remedios Zafra, miembro del jurado. El ensayo se publicará el próximo miércoles 9 de octubre.
"Desde la industrialización hasta la digitalización, se ha generado un proceso que va in crescendo de una dificultad para generar una impronta de nuestra experiencia en nosotros; vivimos tan deprisa que nuestras experiencias no se nos quedan, y eso acaba con un vaciamiento del sujeto", ha explicado la autora. "Estamos en una realidad sin sujeto; paradójicamente, somos grandes consumidores y estamos muy poco subjetivizados". La voluntad de López Mondéjar es hacer una crítica del individualismo y el narcisismo, que condicionan la manera en la que nos relacionamos actualmente. "Estamos sordos a la voz del otro; tenemos una atrofia de la capacidad para dialogar con las propuestas ajenas y elaborar una narración —y una identidad— propia".
La psicoanalista, que ha recordado la tragedia de Gaza y el Líbano y ha aprovechado para reivindicar la paz justo el día en que se cumple un año de la matanza del 7 de octubre, cuestiona la pérdida de atención y comprensión de los sujetos, que produce un vaciamiento psíquico que nos convierte en meros consumidores. “Los sujetos atienden al bla bla bla, hablan sin saber lo que dicen, huyendo de la narración”, dice, en un momento en que los youtubers o los instagramers son los grandes creadores y difusores de contenido e información. “No nos enseñan a construir esa identidad narrativa, sino a consumirla”.
La superficialidad, en ese sentido y según desarrolla en el ensayo, es un gran problema que no permite ahondar en la complejidad del mundo y que genera discapacidad emocional y psíquica. Además, también habla sobre el peligro de perder las capacidades cognitivas y dejarse llevar por las grandes mayorías, huyendo de la reflexión. “La ausencia del pensamiento crítico nos hace muy vulnerables”, sentencia, y alerta que la era digital y de las máquinas no contribuyen a dar pasos hacia adelante, sino al revés; la aproximación a los dispositivos omite las señales emocionales del lenguaje y crea repeticiones vacuas que traen consigo una pérdida de empatía. De hecho, no es casual que la portada del libro sea un loro. “Es que nos convertimos en loros estocásticos”, ha remarcado.
Los sujetos hablan sin saber lo que dicen, huyendo de la narración
"Tenemos la obligación de desertar del consumo", reivindica López Mondéjar, pese a que reconoce que se muestra pesimista frente a la hostilidad del mundo capitalista y el impacto que este tiene en la creación de las narrativas propias. No obstante, mantiene la esperanza que las nuevas generaciones recapaciten y se den cuenta de los riesgos de la inmediatez.
Lola López Mondéjar (Molina de Segura, 1958) es psicoanalista y escritora. Ha publicado ensayos y obras de ficción; entre las últimas, destacan novelas como Mi amor desgraciado, La primera vez que no te quiero o Cada noche, cada noche, así como libros de relatos como El pensamiento mudo de los peces o Lazos de sangre. El año pasado, el 51.º Premio Ensayo de Anagrama fue para el ensayista y crítica literario Nadal Suau, que hizo una reflexión sobre la cultura del tatuaje. En esta edición 2024, la editorial ha recibido un total de 177 originales, y solo seis han pasado a la fase finalista. El galardón está dotado con 10.000 euros, convocado con carácter anual. El jurado está compuesto por Jordi Gracia, Pau Luque, Daniel Rico, Remedios Zafra y las editoras Silvia Sesé e Isabel Obiols.