Maestro Espada son dos hermanos, Alejandro y Víctor Hernández, nacidos en Murcia, que, después de separar sus caminos, uno en Barcelona y otro en Madrid, encuentran en la fascinación común por el folclore de la huerta, la excusa perfecta para dar a luz uno de los proyectos más interesantes de los últimos años. Una aventura surgida de castañuelas y distorsión, de laúdes y sintetizadores, fragilidad y brutalidad, intensidad y hedonismo, tradición y vanguardia, música popular y experimentación, juego y respeto, ortodoxia y fantasía, de una manera de hablar y, por qué no, de cantar. Meses atrás, contando con la complicidad de Raül Refree en la producción, publicaban su álbum de debut. Un trabajo homónimo fascinante (indudablemente una de las mejores referencias aparecidas el 204) que es todo un regalo para los sentidos que mañana presentarán en directo en el Teatre de l’Escorxador de Lleida dentro del cartel de la actual edición del Festival Mud.
Ya han pasado unos meses desde que publicasteis vuestro álbum de debut, el homónimo Maestro Espada, sin embargo, ocupando un espacio destacado en muchas de las listas de los mejores de 2024, ¿os sigue sorprendiendo la acogida que ha tenido?
Mientras hacíamos este disco, teníamos la sensación de entrar en un terreno desconocido, y tampoco sabíamos qué saldría. A nosotros nos parecía emocionante, pero podría haber acabado siendo entendido como una rareza sin visibilidad ni reconocimiento. Estamos muy contentos con que no haya sido así y agradecidos por la recepción. Para nosotros, en esencia, es un disco pop.
Mientras hacíamos este disco, teníamos la sensación de entrar en un terreno desconocido
¿Ahora, cuando lo escucháis, qué os genera, qué sentís?
Hace tiempo que no lo escuchamos. Ahora convivimos con las versiones en directo, que siguen mutando, cambiando a cada momento, y donde las canciones se expanden y se contraen, desde el cuchicheo hasta la máxima intensidad.
¿Qué se escuchaba en casa cuando erais pequeños?
Muchos discos de la Nova Cançó. Sonaban cantautores como Silvio Rodríguez, Lluís Llach, Zeca Afonso, Serrat.
Justamente, creo que vuestro padre era cantautor. ¿Qué os ha dicho de vuestro proyecto?
Le gusta mucho y viene a todos los conciertos que puede. Nadie de la familia estaba muy metido dentro del folclore murciano, pero él es quien ha mostrado más interés en los últimos años. Su curiosidad hizo que en casa hubiera discos de este género y que nosotros nos interesáramos también.
¿En qué momento dos hermanos deciden emprender un proyecto musical juntos? ¿Y en qué momento deciden adentrarse en el folclore de su tierra, Murcia?
Crecimos cantando juntos, haciendo versiones de cosas que escuchábamos de pequeños: Dover, The Police... Siempre quisimos hacer un proyecto juntos, pero nos fuimos a vivir a ciudades diferentes y nuestro desarrollo musical siguió caminos diferentes. La curiosidad por el folclore nació cuando nos encontrábamos en Murcia durante pequeñas temporadas o vacaciones. Empezamos a intuir que en aquella exploración había el terreno de encuentro perfecto para nosotros.
La tradición ha sido un detonante para llegar a otros lugares
¿Qué es el que más os ha sorprendido y fascinado en este proceso y viaje de exploración de vuestro pasado?
Es complejo, porque no crecimos con esta herencia. Muchas melodías las intuíamos o reconocíamos, pero poco más. A la vez que nos sorprendía, lo reconocíamos como familiar por el tono, por los temas que trata y el paisaje que describe. Es casi como un recuerdo inventado. Después, con las estrofas que nos inspiraban, nosotros hemos ido construyendo el disco. La tradición ha sido un detonante para llegar a otros lugares.
La recuperación de nuestra tradición musical en toda la península está pasando por un momento de gran riqueza y diversidad: Júlia Colom, Baiuca, Rodrigo Cuevas, Maria Arnal... ¿Han sido referentes y/o cómplices a la hora de emprender vuestro proyecto?
Sentimos afecto y camaradería, pero no pueden ser referentes, porque la mejor manera de llegar a un territorio nuevo es que los referentes sean de épocas pasadas o, si son de esta, de géneros más alejados.

El disco es como un collage. ¿Cómo conseguís la convivencia entre tradición y vanguardia, música popular y experimentación?
Sin pensar mucho, sin considerar si hay líneas o fronteras entre estilos o épocas, y utilizando las herramientas que teníamos para intentar encontrar alguna cosa que nos resonara de una manera nueva. Cocinamos por intuición y vamos probando. Tenemos un gusto similar, y con Raül (Refree), nuestro productor, fue muy fácil sintonizarnos.
¿Habéis sentido el síndrome del impostor, la sensación de ser intrusos en esto del folclore?
Todo el tiempo. Pero también en otros estilos. Nos gusta sentir que no pisamos tierra firme. Con respecto al folclore, hay gente que lo ha trabajado mucho, que se ha preocupado por grabar cómo canta la Trilla un señor mayor y dejarlo registrado, o para enseñarla a otros. Nuestra finalidad no es divulgativa ni historicista, pero también nos emociona cuando alguien nos dice que ha venido a un concierto nuestro y le ha inspirado para hacer su propia búsqueda.
Nuestra finalidad no es divulgativa ni historicista, pero también nos emociona cuando alguien nos dice que ha venido a un concierto nuestro y le ha inspirado para hacer su propia búsqueda
¿Ya lo habéis citado, pero por qué escogisteis a Raül Refree como aliado?
Lo admirábamos y seguíamos su trabajo desde hacía años. Que le interesara el proyecto no solo fue una suerte, sino un estímulo de energía para hacer las mejores canciones posibles y que estuvieran a la altura.
Por cierto, algunas de las letras del disco están acreditadas como "Tradicionales". Esta parte del proceso también debe haber estado fascinante, teniendo en cuenta que mucha de la tradición musical ha ido pasando de generación en generación de forma oral.
Sí. Hay variedad en el disco. Trilla y 3 Gotas son tradicionales. Después hay diversas, como Murciana, donde una primera estrofa tradicional sirvió para centrar el tema y seguir escribiendo estrofas propias en el tono que nos interesaba. Hay otros, como Estrellica o Carriles, que no tienen ninguna estrofa tradicional. No seguíamos patrones fijos, más allá que el tono lírico estuviera dentro de un universo parecido.
¿Qué proyectos tenéis en la cabeza? ¿Podemos esperar un nuevo álbum pronto?
De momento estamos muy centrados en el directo, en la gira, que continúa con festivales durante la primavera y el verano. Pero ya empiezan a llegar nuevas ideas.