Magí Sivillà (Santa Coloma de Queralt, 1597 - París, 1657) fue un sacerdote catalán, abad de Besalú, Banyoles y Sant Martí del Canigó. En 1640 se inclinó por el bando catalanofrancés y en 1642 fue enviado a París como preceptor de los hijos de Josep de Margarit y Biure, el jefe de las milicias de la Generalitat. Fue el enlace entre la Generalitat (y el Consell de Cent) y la monarquía francesa. Tenía vocación de historiador y preparó una exhaustiva crónica de la Guerra de los Segadores y de los hechos que sucedieron en Catalunya durante la primera mitad del siglo XVII: la Historia general del Principado de Cataluña, Condados de Rossellón y Cerdaña. Ahora, el Centre d'Història Contemporània de Catalunya publica este libro, hasta ahora inédito, en una edición a cargo de Guillem Carreras i Albareda.
La crónica nacional menos conocida
Guillem Carreras, responsable de esta edición, califica la obra de Sivillà de "crónica nacional inédita", por su ambición totalizadora: no se trata sólo de recoger sus recuerdos, sino de explicar todo lo que pasó en toda Catalunya durante algunas décadas. Es una obra extensa, absolutamente minuciosa en lo que hace referencia a la historia política y diplomática. Ofrece un relato muy detallado de los hechos de los grandes protagonistas y refleja las intrigas políticas a todos niveles, catalán e internacional. Pero también incorpora, de forma más secundaria, informaciones muy relevantes de historia bélica y eclesiástica, por ejemplo. Sivillà empezó a escribir su texto en 1645, y terminó once volúmenes hasta 1648, año en que interrumpió la redacción. Se volvió a poner a escribir en 1654 y murió dejándolo inacabado. Su obra estaba destinada, básicamente, a informar a las autoridades francesas (especialmente al cardenal Mazarino) de la situación catalana y a inducirlas a intervenir masivamente en Catalunya para enfrentarse a las tropas castellanas. Pero tras la muerte de Sivillà el texto fue casi ignorado. En 1718 se incorporó a la Biblioteca Real francesa; más tarde, continuaría sin mucha pena ni gloria en la Biblioteca Nacional Francesa (BNF). En 1968, a pesar de todo, fue redescubierta por Josep Sanabre, pero seguiría siendo accesible, sólo, en la BNF. Hasta ahora sólo se habían publicado pequeños fragmentos de ella. Han tenido que pasar 362 años para que la obra de Sivilla pueda ser fácilmente consultable.
En clave patriótica
Este es un libro escrito por un protagonista de los hechos, alguien que tenía un posicionamiento político diáfano, y por lo tanto no hay ninguna duda que este libro supone un ataque frontal al rey de España. En la crónica de Sivillà se hace patente un fuerte espíritu patriótico. Denuncia la represión de Felipe IV contra los catalanes y exalta la lucha de estos en defensa de sus derechos y libertades. Sivillà muestra una especial animadversión hacia el conde duque de Olivares, y denuncia su odio hacia Catalunya. El autor está muy al día de todas las maniobras diplomáticas para intentar garantizar el apoyo francés a los catalanes, y por eso este es el aspecto más fiable de su obra (en cambio, en otros aspectos copia textos de otros autores). Guillem Carreras, el editor de esta obra, apunta que a pesar del posicionamiento político claro de Sivillà, esta obra es mucho menos panfletaria que otras del mismo momento. Sivillà siempre estuvo acondicionado por su posición: como intermediario ante los franceses intentó ganarse la confianza del cardenal Mazarin. Así pues, aunque en algunos textos pone de manifiesto que Francia no da bastante apoyo a los catalanes, no llega a denunciar la actitud de los franceses, porque no quiere enfrentarse con ellos. "Tira el hilo, pero no lo rompe", explica Carreras.
Una obra inmensa
La Historia general del Principado de Cataluña, condados de Rossellón y Cerdaña supera las 1.250 páginas de letra diminuta. En realidad, el original estaba compuesto por 15 libros. La edición que publica el CHCC aparece con un prólogo de Jaume Sobrequés, director del Centre d'Història Contemporània de Catalunya y con un esmerado trabajo de transcripción de Guillem Carreras. El mismo Carreras aporta un gran número de notas de todo tipo que ayudan a entender la obra y el autor. Incluye desde notas lingüísticas, que explican palabras antiguas, hasta archivísticas, que confrontan los datos aportados por Sivillà con las ofrecidas por otras fuentes. Un extenso epílogo reproduce un gran número de fuentes documentales sobre Sivillà, procedente, sobre todo, de los archivos catalanes y franceses. La publicación de la crónica de Sivillà és una aportación clave a la historia de Catalunya que facilita a los historiadores el acceso a una fuente que no sólo puede ser interesante para los especialistas en la Catalunya moderna, sino también para los expertos en historia bélica o en historia diplomática. Sería muy deseable que tras publicar la edición en papel, la Generalitat se encargara de colgar el fichero online. Facilitaría la consulta a los interesados y garantizaría el acceso más inmediato a gente desde cualquier punto con una lectura ágil y con cómodas herramientas de búsqueda (que permitirían buscar referencias a personajes o hechos históricos determinados). Sería conveniente maximizar el impacto del trabajo hecho por Guillem Carreras y el CHCC.