Figura fundamental para entender la evolución del hip hop por estas latitudes en clave femenina, después de siete años de silencio creativo Mala Rodríguez ha devuelto con MALA (Universal, 2020), nueva referencia de escucha obligatoria en su catálogo fonográfico. La rimadora de Jerez de la Frontera actúa mañana en el Parc del Fòrum de Barcelona dentro del ciclo Les nits del Primavera y domingo 12 en l'Auditori de Girona como aparte del cartel del Festival Strenes.

¿Cómo lo llevas? ¿Cómo lo has llevado? ¿Cómo estás?

Pues muy bien, muy entretenida. Ha sido un periodo muy creativo. He acabado un disco, he empezado un nuevo proyecto. He escrito, he producido. He pasado muchos ratos en el estudio, pero también muchos ratos sola disfrutando de mí mismo y también disfrutando de la familia. Eso ha sido de las mejores cosas. En aquella vieja normalidad me era muy difícil pasar ratos largos en casa. Siempre estaba viajando de aquí hacia allí. Poder estar tantos días en casa, en este sentido y que no se me entienda mal, ha sido un regalo.

Tiene que ser un poco descorazonador publicar tu primer disco después de siete años y que coincida con una situación como la actual.

La fecha de publicación del disco estaba prevista desde hacía tiempo y no la quisimos cambiar. Sí que nos entristeció mucho que justo empezábamos a ensayar el espectáculo de la nueva gira que nos confinaron. El disco tenía que salir, fuera como fuera, lo que no veía claro es que lo pudiera presentar en directo. Pero más que el espectáculo, ahora lo que me interesaba era que la gente pudiera escuchar las nuevas canciones en su casa. Personalmente, yo durante este confinamiento he aprovechado para escuchar mucha música.

¿Qué has estado escuchando?

De todo un poco. He estado escuchando mucha música africana, he descubierto a muchos artistas del Senegal. También he estado escuchando aquel rock andaluz de grupos como Triana. He escuchado dancehall... ¡He escuchado muchas cosas!

Justamente el dancehall es uno de los sonidos protagonistas en este nuevo disco.

Siempre lo ha sido para mí, de importante. Tengo pasión por el hip hop, evidentemente, pero también por sonidos y ritmos como el reggae o la llamada música latina. Si me sacas eso, me aburro. De la misma manera que me parece súper importante adentrarse en la música africana.

Allí se encuentran las raíces de todo.

Son los pilares de la música contemporánea. Es importante saber de dónde vienen las cosas. Siempre me ha interesado y me ha gustado estirar del hilo para acabar descubriendo cuál es el origen de todo. Además, se tiene que ser respetuoso y honrar y dar crédito a las fuentes originales.

¿Tú te sientes respetada como mujer pionera en el hip hop estatal?

Yo me siento muy amada por mucha gente. Mucha gente que me dice que me escucha desde que eran muy, muy pequeños. Surgí haciendo una cosa muy diferente de todo lo que se hacía en aquel momento. Pero no fui la primera chica. Ya entonces había muchas raperas, no mientas (risas).

Pero tú fuiste la primera en destacar.

No me gusta que digas que cuando yo empecé no había más chicas. Además, entonces la más famosa era Ari (la rapera de Salt Arianna Puello). Ella sí que fue la primera mujer, no solo eso sino que la primera mujer negra, que publicó un disco de hip hop en España: El tentempié (Zona Bruta, 1998). Sí que es cierto, sin embargo, que había muchísimos más chicos que chicas, a la escena hip hop.

¿Han mejorado las cosas, en este sentido?

Nos hemos sacado todos los complejos de encima y hay muchas chicas buenísimas haciendo locuras súper interesantes.

Siempre me ha interesado y me ha gustado estirar del hilo para acabar descubriendo cuál es el origen de todo

Justo hace veinte años que publicaste tu primer disco, Lujo ibérico (Superego/ Universal, 2000), un álbum referencial en el hip hop estatal. Tienes pesando celebrar la efeméride de alguna manera.

No había ni pensado. La verdad es que no, no haré nada. No soy nada nostálgica, cero. Nunca recuerdo los aniversarios. No soy partidaria de estas celebraciones. Soy más partidaria de celebrar el presente.

Y el presente es que has vuelto después de siete años sin publicar disco.

El proceso de creación de este disco ha sido genial. Ya avancé "Gitanas" en el 2018, una canción muy especial. Una canción muy bonita y con mucho contenido social. Una canción mágica. Después vinieron más singles, como "Contigo", con Stylo G. Sí, me he divertido mucho haciendo este disco.

Ya no tienes aquella urgencia y ansia juvenil en que todo tiene que ser inmediato.

A mí me cuesta mucho ser paciente. Pero ahora ya no entro tanto en el trapo como cuando lo hacía cuando era más jovencita. Pero no es la edad, es la experiencia.

¡Y la meditación!

La meditación es una de las cosas más increíbles que me han pasado en la vida. Parece que cuando dices que haces meditación es tan practicante una cosa rara medio new age. ¡Para nada! Yo practico una disciplina que se llama Falun Dafa. Es cinco ejercicios súper sencillos, pero que me han cambiado la vida. Estoy mucho más calmada y mucho mejor y más a gusto conmigo misma.

Mañana actúas en Les nits del Primavera en Barcelona y el domingo 12 en l'Auditori de Girona dentro de la programación del Festival Strenes.

Serán conciertos súper emotivos. No sé si serán los últimos que haré este año, porque el ritmo que llevamos y tal como están las cosas... Me propusieron hacer gira de presentación pero dije que mejor hacer solo un par de conciertos. Un par de shows para volvernos todos totalmente locos. Todo el mundo que venga se irá con la sensación que les ha pasado una cosa trascendental en la vida. Será un hecho histórico. Hemos estado cerrados mucho tiempo y ahora poder volver a cantar en libertad es un hecho histórico. Es una de las cosas más bonitas que viviré.

¿Así de contundente?

Mi equipo y yo somos artistas y a los artistas nos gusta estar en el escenario. Eso lo hacemos por amor al arte. Por eso y porque, realmente, no sé si alguna vez más podremos volver a dar conciertos. Es un temor que lo tengo allí, en algún rincón del subconsciente, pero allí está.

¿Y no te entristece?

Ni me lo paro a pensar. Lo único que quiero hacer es aprovechar las oportunidades que se me presenten. Disfrutarlas. En tiempo de coronavirus tenemos que vivir el presente al máximo.