El misterio suele cernirse sobre la mayoría de películas de terror, pero hay un largometraje en especial que desde hace muchos años se ha visto envuelto en una leyenda espeluznante. Se trata de Poltergeist: Fenómenos extraños, film de 1982 dirigido por Tobe Hooper y producido por el aclamado Steven Spielberg que se ha convertido con el tiempo en todo un icono para los aficionados del cine fantástico. ¿Recordáis a Carol Anne? La niña rubia que avisaba de los fantasmas diciendo aquello de "¡ya están aquíii!". Pues Heather O'Rourke, la joven actriz que la encarnaba, falleció en extrañas circunstancias tan solo cinco años después de asumir el papel. Algunos hablan de "maldición", y es que ella no fue la única víctima que la cinta se cobró. Si te pica la curiosidad y quieres saber más, te contamos qué fue de la niña de Poltergeist al detalle.
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Quién era Heather O'Rourke, la niña de Poltergeist
La carrera actoral de Heather O'Rourke despegó de forma inesperada en 1982. Con tan solo cinco años y mientras acompañaba a su hermana a un rodaje, fue el propio Steven Spielberg quien se fijó en ella para su próxima película. "No me permiten hablar con extraños", le contestó ella. Pero Spielberg sabía que debía ser ella y no desistió hasta que consiguió que la niña hiciera las pruebas para ser Carol Anne en Poltergeist: fenómenos extraños a pesar de que al director Tobe Hopper no le parecía el perfil adecuado. Pero lo era, y el film fue un éxito. Su participación en la cinta y sus secuelas le permitió formar parte de otros proyectos como las series Happy Days (1982-83) o Webster (1983), por la que ganó el Premio a la Mejor Actriz Joven TV en los Young Artist Awards. Lamentablemente, su camino hacia el éxito se vio truncado.
Todo sobre la trágica muerte de la niña de Poltergeist: qué le pasó a Heather O'Rourke
Su incipiente y triunfante carrera como actriz se vio frenada súbitamente y de una manera espantosa. Cuando en enero de 1987 Heather O'Rourke empezó a sentirse mal, los médicos le diagnosticaron una gripe común a pesar de que los síntomas eran persistentes. Las piernas y pies de la niña empezaron a hincharse y volvieron a visitar al doctor, quién le recetó un fármaco antiparasitario en vista de que padecía giardiasis, una enfermedad intestinal causada por un parásito. Sus intestinos seguían inflamados aún tomando el tratamiento y los facultativos consideraron que lo que sufría la pequeña era enfermedad de Crohn. O'Rourke siguió, aun así, actuando y durante la filmación de Poltergeist III (1988) estaba bajo los efectos de corticoides que le provocaban hinchazón constante en rostro y cuello.
Fue el 31 de enero de 1988 cuando los sueños de la joven quedaron en agua de borrajas. Heather amaneció vomitando, hecho provocado por un fuerte dolor de estómago que la obligó a quedarse encamada y no probar bocado en todo el día. La mañana siguiente, Kathleen, su madre, observó que los dedos de su hija estaban completamente azules y le era prácticamente imposible respirar. La niña cayó desmayada al suelo antes de la llegada de la ambulancia, y durante el trayecto hacia el hospital sufrió un infarto del que pudo ser reanimada. Horas más tarde, Heather O'Rourke fallecía en la mesa de operaciones del Children's Hospital de San Diego a causa de un paro cardiorrespiratorio a raíz de un 'shock' séptico que le provocó su enfermedad intestinal que, al parecer, no había sido diagnosticada con la certeza necesaria para evitar la desgracia.
Poltergeist, una película "maldita" que se cobró más de una víctima
Aunque pueda parecer una situación repentina y aislada, Heather O'Rourke no fue la única actriz de la saga Poltergeist fallecida en extrañas circunstancias y en un periodo de tiempo relativamente corto. Dominique Dunne, que interpretaba a la hermana mayor de la niña Carol Anne en la primera entrega, murió estrangulada a manos de su pareja en 1982, el mismo año del estreno de la película. Julian Beck, el actor que se puso en la piel del reverendo Kane en el segundo de los largometrajes, padeció un cáncer de estómago que acabó con su vida en 1985 sin haberse estrenado aún el film. El último fue el actor Will Sampson, que interpretaba al brujo Taylor en la misma película, que fallecía en 1987 tras un complicado trasplante de corazón y pulmón.
Y es que lo más probable es que se trate de hechos fortuitos o simples coincidencias, pero son muchos los aficionados que hablan de una "maldición" sobre esta película cuyo terror parece haber traspasado la pantalla. ¿El porqué? Como en cualquier leyenda urbana, versiones que intentan dar con el porqué las hay de todo tipo, aunque hay una de ellas la que parece tener más sentido en el ocultismo: en el rodaje de una de las escenas más espeluznantes de JoBeth Williams —en el rol de Diane Freelings, la madre de las niñas— en la película se usaron esqueletos humanos reales extraídos de una morgue.