Todo el mundo ha oído hablar del desastre colonial de 1898, cuando el imperio español del Caribe y del Pacífico se hundió, y también se hundió la moral de la potencia colonizadora y obligó a cuestionar el modelo de Estado y de sociedad. En cambio la retirada española de Guinea, en 1968 y 1969, no provocó ningún descalabro en el Estado colonial: no desencadenó ríos de sangre, y tampoco de tinta, en una sociedad preocupada más por el rock y por los bikinis que por el colonialismo. La sociedad muy pronto olvidó unas colonias que eran insignificantes para ella. Y a pesar de todo, la pérdida colonial sí que fue traumática para algunas familias, que dejaron en África la fortuna, la ilusión, o todo un pasado... Carles Decors es descendiente de una familia de colonos. De hecho, estuvo a punto de nacer en el trópico, pero nunca llegó a visitar la tierra donde su familia se pasó muchos años. Su padre salió del país africano con la operación Ecuador, que en abril de 1969 evacuó a todos los ciudadanos españoles mediante un puente aéreo de Iberia y una operación de la Armada española. Carles Decors (Barcelona, 1950), impresionado por la historia familiar, ha dedicado una trilogía sobre la retirada, que ahora cierra con El malson de Guinea (Pagès Editors).
El paraíso que no era
En 2002 Carles Decors abría la trilogía con Al sur de Santa Isabel (Alianza / Quaderns Crema). Un título neutral daba lugar a la historia de un colono que en el momento de la retirada se queda en la isla por amor. Pero Decors no recrea una historia idílica: retrata sin velos la violencia que estalló en la isla tras la independencia, cuando subió al poder el mesiánico Francisco Macías Nguema. Decors denunciaba el mundo colonial, con su hipocresía y sus tejemanejes, pero no santificaba nada. La segunda obra de la trilogía, Aquell món idíl·lic (Edicions 62), optaba por la ironía para dejar claro que la colonización y la descolonización no habían sido nada modélicas. Para cerrar la trilogía, El malson de Guinea ya deja bien claro, desde el mismo título, que su visión del país no será nada cómoda. "España colonizó bien y descolonizó mal", suelen decir los colonialistas españoles. Decors no parece muy de acuerdo.
De la materia reservada al silencio
Para profundizar en la trilogía de Carles Decors es bueno entender un poco las circunstancias de Guinea y sus relaciones con España. Durante los primeros años de franquismo no se pudo publicar nada que no fueran apologías de la colonización. De hecho, la obra de literatura colonial más leída fue escrita, en castellano, por un autor de Sabadell, Bartomeu Soler. Se trataba de un libro de viajes, repleto de los más duros tópicos racistas, que se editó tanto en tapa dura como en bolsillo: La selva humillada. La traumática descolonización dejó a los que conocían la Guinea Española con más ganas de olvidar que de recordar. Por si acaso, durante el tardofranquismo se impuso la materia reservada, la prohibición de publicar ningún libro, artículo o noticia relacionado con la antigua colonia. Hasta 1977 no se levantó la materia reservada, pero en aquel momento la mayoría de los que habían vivido en la Guinea no querían escribir nada de nada.
El paraíso perdido
Guinea se convirtió en una gran desconocida. Pero al principio del siglo XXI la situación cambió radicalmente. Muchos de los antiguos colonos, o de sus descendientes, empezaron en glosar, mediante la literatura, pero también a través de la red, la experiencia colonial guineana. Una literatura abundante, a pesar de que a menudo marginal, recreó la vida colonial guineana y tuvo su cumbre en dos películas: Lejos de África, de Cecilia Bartolomé (criada en la Guinea Española), y Palmeras en la nieve, basada en una novela de Luz Gabás (de una familia que había vivido en la Guinea). En su mayoría estos libros minimizaban el conflicto racial colonial, denunciaban tan sólo los "abusos" de los colonos (como si el colonialismo en sí no fuera un abuso) y a menudo ignoraban la población autóctona. Hasta la aparición de la última película, sólo se habían distribuido en pequeños círculos de antiguos coloniales e interesados por África. Con el éxito de Palmeras en la nieve, el mensaje de la nostalgia colonial se extendió.
No se hará una película
La trilogía de Carles Decors es un contrapunto absoluto al best-seller de Gabás. Con su obra, Decoros deconstruye la colonización, la descolonización y los años de independencia con un claro escepticismo. Decors desmonta el mito familiar construido en torno a la estancia en la isla de Fernando Poo (la actual Bioko). Una historia incómoda, dura, llena de autocrítica y de insatisfacción. Una historia que centrada en los colonizadores, pero que trata de poner de relieve las fracturas sociales de la sociedad colonial y postcolonial: entre blancos y negros, entre los ciudadanos y el poder político, entre los conservadores y los progresistas, entre los bubis independentistas y los fang unionistas...
Último retorno a la Guinea
La trama de El malson de Guinea empieza treinta años después de la historia de Al Sur de Santa Isabel, enmarcada en el momento de la descolonización y la huida de los blancos de la colonia. El protagonista ausente de la novela es Tomàs Rimbau, el colono que en el momento de la huida decide quedarse, por amor, en una isla que no la estima. Vuelven a salir los personajes que tuvieron relación con él a la colonia: la pintora Pepita Blasco, el ultra Uribe, el manipulador Álvaro Souto, el político guineano Demetrio Onyongo, su amante Adela... Hace muy pocos días murió Antonio García-Trevijano, el notario madrileño que financió el ascenso de Macías y que perfectamente habría podido ser un personaje de Decors. Se llevó los secretos en la tumba, como tantos secretos de Guinea. Quizás sólo nos queda la ficción para reconstruir un pasado no tan lejano, pero difícil de destapar por las capas y capas de ocultación sistemática. Y eso es lo que consigue a Carles Decors con El malson de Guinea.
Volver a mirar el pasado para enterrarlo
La acción de El malson de Guinea se sitúa hacia el año 2000. Uno de los personajes, hijo de un colono como lo mismo Decors, vuelve a la Guinea del siglo XXI para investigar el pasado. Pero el viaje le sirve para darse cuenta de que, finalmente, aquel país en que tanto había pensado ya no existe y que quizás no había existido nunca tal como lo pensaba. Pero la opresión persiste y el presente continúa marcado por las heridas del pasado. Al fin, el "mal de África", el deseo de visitar un continente mitificado, se transforma en "la pesadilla de Guinea". La trilogía de Decoros, de una delicada y preciosista estructura, con tres novelas que van progresando en el tiempo en espiral, siempre volviendo a los mismos sucesos del mundo colonial, nos ofrece una potente mirada, nueva y vieja, sobre la experiencia colonial española.