El CCCB este miércoles inaugura la exposición La máquina de pensar. Ramon Llull y el Ars Combinatoria, producida por el mismo CCCB y por el Center for Art and Medía (ZKM) de Karlsruhe. Esta muestra, enmarcada en el Año Llull, explora la influencia del pensamiento de Llull en la literatura, la ciencia, la tecnología, el arte y el pensamiento actuales. Se pone especial énfasis en la figura de Llull como precursor de las nuevas tecnologías de la comunicación. La exposición estará abierta hasta el 11 de diciembre.
Joan Desí. Lapidación del beato Ramon Llull. Predela del retablo de la Trinidad de la iglesia del Espíritu Santo de Palma, c. 1503. Temple de huevo y dorado sobre madera. Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona.
Precedente de las tecnologías de la comunicación
La gran preocupación de Llull era la comunicación entre religiones. Era muy consciente de que buena parte del problema del diálogo religioso radicaba en que a menudo se recurría la autoridad de los libros sagrados, que no era reconocida por los miembros de otras religiones. Por eso quiso buscar un espacio de comunicación universal, que sirviera para activar el diálogo interreligioso. Uno de los métodos que él propuso, para eso, era el Ars Combinatoria, un complejo mecanismo de figuras geométricas y símbolos que combinaba letras y conceptos; pensaba que un sistema basado en signos abstractos facilitaría la comunicación. Esta exposición pretende dar a conocer la figura de Llull como predecesor de las nuevas tecnologías. El sueño de Llull de encontrar una herramienta de pensamiento universal dio pie a muchos intentos de sistematización de un sistema de compilación de información universal, como el impulsado por Leibniz.
N. J. Lehmann. Réplica de la máquina de calcular de Leibniz, 1995. Heinz Nixdorf Museums Forum, Paderborn, Alemania. Fotografía de Jan Braun / HNF.
Inspiración de científicos, filósofos y artistas
Llull ha sido fuente de inspiración para muchos artistas e intelectuales, en los 700 años que han pasado desde su muerte. La máquina de pensar incorpora obras de Antoni Tàpies, Arnold Schönberg, Athanasius Kircher, Bernat de Lavinheta, David Link, Francesc Pujols, Giordano Bruno, Gottfried Wilhem Leibniz, Agrippa von Nettesheim, Italo Calvino, Jacint Verdaguer, Jean-Jacques Grandville, Jeongmoon Choi, Joan Desí, Johann Heinrich Alsted, John Cage, Jorge Oteiza, José Luis Alexanco, José María Yturralde, Josep M. Subirachs, Josep Maria Mestres Quadreny, Josep Palau y Fabre, Josep Soler, Juan de Herrera, Juan Eduardo Cirlot, Manfred Mohr, Manuel Barbadillo, Marius Schneider, Miquel Bestard, Moses ben Jacob Cordovero, Nikolaus Joachim Lehmann, Perejaume, Philipp Goldbach, Pietro Mainardi, Rafael Isasi, Ralf Baecker, Ramon Llull, Raymond Queneau, Razen, Rosa Leveroni, Salvador Dalí, Sebastián Izquierdo, Semiconductor: Ruth Jarman and Joe Gerhardt, Valère Novarina, William Morris, Yehudá ha-Leví y Daniel V. Villamediana.
Jeongmoon Choi. Drawing in Space - Connections, 2015. Instalación. Cordeles e iluminación ultravioleta. Cortesía del artista.
Cuatro espacios
La máquina de pensar se organiza en cuatro espacios. El primero, Visiones, se centra en el concepto de la inspiración y en la espiritualidad moderna. La obra que recibe al visitante es la instalación Drawing in Space, de la coreana Jeongmoon Choi, en la que la luz sirve de metáfora sobre lo visible y lo invisible. El segundo apartado, Entremundos de Llull, recoge testimonios de la vida del filósofo mallorquín y, sobre todo, sobre su experiencia con la multiculturalidad. El tercer ámbito, Variaciones sobre "La Ars Magna" es la más extensa, y recopila obras de muchos autores influidos por Llull. La exposición se cierra en el espacio Microcosmos luliano, donde se ha ubicado una instalación de Perejaume, elaborada especialmente por la ocasión: La raíz del árbol es una rueda.
Actividades complementarias
Además de la exposición en sí, el CCCB ha preparado varias actividades. Entre ellas figuran visitas comentadas, una wikimaratón sobre Llull, un taller de escritura con inteligencia artificial, un coloquio sobre la máquina de hablar, un taller sobre magia e ilusionismo en la obra de Llull, un debate con la participación del comisario de la exposición, Amador Vega, el rector de la ZKM, Siegfried Zielinski, y el artista conceptual Peter Weibel...
De la mística al conocimiento
Es difícil clasificar a Llull. Sin duda era un hombre muy ilustrado. Pero en 1263 tuvo una visión de la pasión de Jesucristo, y eso lo llevó a un cambio de vida radical, y a concentrarse en la conversión de los infieles. Estudió latín, filosofía, teología, derecho, ciencias y lenguas (especialmente, el árabe). Él aseguraba que su arte era el fruto de una inspiración divina. Llegó a escribir 250 libros, en latín, árabe y catalán. Viajó por todo el Mediterráneo y se relacionó con las principales autoridades de la época. En su época era considerado un gran filósofo y fue un personaje extremadamente influente.