Dice Marcel Barrena, director de El 47, que no volverá a vivir "algo así". Se refiere al éxito que ha tenido la película, que ha batido récord como la más nominada en la historia de los Premis Gaudí y que ya es la cinta en catalán más taquillera de los últimos cuarenta años. En un encuentro con otros nominados, el cineasta ha explicado que el legado de la producción será que ha ayudado a "cambiar la realidad" del barrio barcelonés de Torre Baró. El encuentro en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) a 10 días del palmarés de los Gaudí ha contado con otros cineastas y guionistas de Casa en flames, Segundo premio o Polvo Serán, que también han reflexionado sobre sus cintas.
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Barrena también ha explicado que hasta el último momento de iniciar el rodaje no quedaba claro que en la producción se incorporaran las escenas relativas a la construcción del vecindario en 1950. "Era una opción que podía caer, pero todos dijimos que era el alma del filme. Sacrificamos otras tramas de personajes como el de Clara Segura", ha explicado. Además, a lo largo de la velada se han comentado anécdotas, como los dos irónicos intentos de dimisión del coguionista de El 47, Alberto Marini, por desavenencias argumentales con el director, así como las renuncias que guionistas y directores tuvieron que hacer para hacer más viable económicamente los proyectos.
Hablando de renuncias, Eduard Sola, guionista de Casa en flames, ha relatado que se "arrepiente" de haber juntado a varios personajes en el final del filme antes del retorno del incendio de la casa. Según ha explicado, en el guion inicial los diferentes hermanos se marchaban por separado y en diferentes circunstancias sentían el miedo de que su madre estaba a punto de morir y volvían. También ha dicho que no quiso renunciar al inicio del filme en que el personaje de Emma Vilarasau deja a su madre difunta en casa y no le dice nada a nadie. No nos podríamos permitir que la protagonista no dijera nada hasta el minuto 50; con este hecho tan destacado de la abuela muerta, sí que se podía", ha razonado. Por su parte, el director de Polvo serán, Carlos Marquès-Marcet, ha reconocido que en una escena en que se enemistan la madre y la hija y que la más joven amenaza con matarse, se rodó el momento en que la hija amenaza con un cuchillo. "No supe como filmarlo y no lo acabé utilizando", ha comentado.
Isaki Lacuesta, director de Segundo premio con Pol Rodríguez, ha indicado que una vez entregó el guion del filme fue alertado de que no había bastante presupuesto. Por eso planteó no rodar en Nueva York o renunciar a la época en la que se ubicaba la historia, aunque ninguna de estas opciones se consideraron y se reescribió el guion para economizar la producción. Y Coral Cruz, coguionista de Polvo serán, ha celebrado que la producción no haya dejado a nadie "indiferente" y que haya "removido" al público. "Ha habido gente que ha entrado y ha llorado toda la película, y otra que no. ¿Cómo puede un filme generar reacciones tan diferentes? Tiene una combinación de elementos que la hacen única y eso genera que guste mucho, nada o que te cambie la manera de ver el mundo", ha sostenido.
El 47, gran favorita de los Premis Gaudí
El 47 domina las quinielas de los Premis Gaudí 2025 con 18 nominaciones, batiendo el récord histórico de los galardones del cine catalán. De esta manera, la película sobre la historia de Manolo Vital y la llegada del autobús al barrio de Torre Baró supera las 15 que Creatura consiguió el año pasado. La siguen Casa en flames y Polvo serán, empatadas con 14 nominaciones y también con opciones a llevarse la mejor película al lado de Mamífera, mientras que Segundo premio ha conseguido 9 y Salve Maria, 7. En esta edición, el Gaudí de Honor lo recogerá el productor Paco Poch, en una que se celebrará el próximo 18 de febrero en el Auditorio Fòrum CCIB, presentada por Paula Malia y Marc Clotet.