La escritora Maria Barbal (Temple, 1949) es la nueva Premio de Honor de las Letras Catalanas. La autora pallaresa, que ganó el último Premio Josep Pla, se añade a una nómina de premiados iniciada el año 1969 con Jordi Rubió i Balaguer y toma el relevo de Enric Casasses. Barbal es la séptima mujer premiada después de Marta Pessarrodona, Isabel-Clara Simó, Maria Antònia Oliver, Montserrat Abelló, Teresa Pàmies y Mercè Rodoreda. Para el jurado, Maria Barbal ha sabido crear "a través de su escritura, un espacio literario y una voz propia: un estilo contenido y esencial que proporciona a su prosa un gran tono poético, siempre al servicio de la verosimilitud".

El nombre de Maria Barbal prestigia el galardón", ha asegurado el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, que ha recordado que por cuarto año consecutivo, el presidente de la entidad Jordi Cuixart no ha podido ser al acto de presentación de la nueva galardonada, después de que fuera anulado el tercer grado y ayer tuviera que volver a entrar en la prisión Lledoners. "Hoy es un día de enfado, por muy pocas horas Jordi Cuixart no ha podido ser al acto" ha señalado Mauri. "Ante la represión, la firmeza y la alegría de Cuixart, y como él dice, más cultura. Por eso seguimos robusteciendo el Premi d'Honor".

 

Jordi Cuixart, en un vídeo grabado poco antes de entrar en prisión, ha definido Barbal como un "referente, símbolo de perseverancia, autodidacta y comprometida" con la lengua y la cultura catalanas: "Qué mejor símbolo para estos tiempos en que estamos viviendo, en la que parece que muchos la palabra les molesta, les molesta, y por eso la querrían silenciada, que una mujer como Barbal "

Marcel Mauri y Maria Barbal, Premio de Honor de les Lletres Catalanes/Òmnium Cultural/Òmnium

El Pallars como escenario literario

Nacida a la posguerra en un Pallars Jussà que ha convertido en escenario de buena parte de su producción literaria, su educación fue siempre en castellano, "desde el Parvulario hasta la carrera de Filología Románica Hispánica en la Universidad de Barcelona, donde me licencié el año 1971", ha explicado a la autora de Pedra de tartera. Mientras hacía de profesora de Lengua Española e Historia del Arte al Bachillerato y el Preuniversitario, se formó en catalán de manera autodidacta y fue profesora de Òmnium Cultural, donde coincidió con Maria Mercè Marçal.

El año 1984 llegaría su gran éxito, Pedra de tartera, Premio Joaquim Ruyra y publicado el año 1985 por Laia. Con esta primera novela empezaba su carrera literaria y un ciclo del Pallars que, con un fuerte poso autobiográfico, completarían Mel i metzines y Cànfora, al cual se añadían novelas como arrer BolíviaBella edat, País íntimEmma, en la pell de l’altreA l’amic escocès Tàndem, su última obra, premiada con Josep Pla.

"Es un gran regalo recibir este premio, porque la escritura ya es en sí, compensatoria", ha asegurado la premiada, añadiendo que "conmigo premiáis una serie de personas: mi familia, mi marido, mis hijos, mi hermano, amigos, profesores y alumnos míos, lectores y lectoras que me han acompañado a lo largo de estos años". Barbal ha dicho sentirse muy feliz de recibir un premio que han recibido algunas de las personas que más admira, como Mercè Rodoreda o Teresa Pàmies.

Maria Barbal, Premio de Honor de les Lletres Catalanes/Òmnium Cultural

Barbal: "Si queremos, hay esperanza"

Barbal, una de las autoras catalanas más traducidas y que ha recibido varios galardones a lo largo de su carrera, como el Prudenci Bertrana, el Jaume Fuster de la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana, el Trajectòria de la Setmana del Llibre en Català o la Creu de Sant Jordi, el año 2011, ha recordado que vivimos en un tiempo de crisis sanitaria, política, económica y social. "No ha llegado la amnistía a los presos y exiliados, tampoco a Jordi Cuixart, presidente de una entidad cultural," ha querido remarcar, asegurando que con esta injusticia, "se encarcela el pensamiento".

A pesar de todo, la escritora, que se ha definido como "una lletraferida" que construye con grande la riqueza de nuestra tradición, ha puesto como ejemplo su caso, de una persona que no fue escolarizada en catalán, pero que ha recibido un premio que galardona a una persona que sin ser educada en catalán ha podido ganar un premio que desde 1969 premia a una persona por su obra literaria o científica en lengua catalana, y por la importancia y ejemplaridad de su tarea intelectual, ha contribuido de manera notable y continuada a la vida cultural de los Països Catalans. "Si queremos, hay esperanza".

 

Barbal ha recordado que "el catalán, afortunadamente, no sólo pertenece los literatos" y aseguró que a usar la lengua en el día a día es la mejor manera de hacerlo vivir y que quien no lo conozcan se sientan acogidos: "Si hacemos invisible el catalán en el día a día, no será suficiente que las personas de letras escribimos bellas historias ".

El acto de entrega del 53.º Premio de Honor está previsto para el 7 de junio, y por primera vez se celebrará fuera del Palau de la Música Catalana. Maria Barbal será la encargada de escoger el lugar donde se le rendirá homenaje y donde recibirá, además de los 20.000 euros de la dotación económica, una obra de Ernest Altés, con una piedra también de su elección, seguramente una piedra de pizarra del Pallars, tal como ha dejado entrever durante el acto de anuncio del premio, este sí celebrado en el Palau.