Estos días está rematando los ensayos de Els criminals, la obra de Ferdinand Bruckner que se estrenará el próximo 18 de abril en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya. Y, desde hace unos días, sigue saboreando un premio internacional en el prestigioso Festival South By Southwest SWSX de Austin (Tejas) por su luminosa y delicada interpretación en Mamífera, la nueva película de Liliana Torres. Maria Rodríguez Soto (Barcelona, 1986) disfruta de uno de aquellos puntos de inflexión profesionales que despiertan admiración y envidia sana: “Es un momento muy dulce. Voy tocando toda la madera que puedo. Todo el rato. No sé, a veces no me lo creo. Siempre pienso que a ver dentro de un año... Tú ves ahorrando, María, que todo lo que sube después baja. Es esa conciencia obrera que llevo puesta”, dice entre risas.
Y continúa: “Estoy muy contenta. En un momento vital maravilloso. Me siento muy segura de mí misma, y
en el trabajo me siento muy respetada. Lo estoy disfrutando mucho. No tengo inseguridades, que es algo
maravilloso en nuestro trabajo, porque te da alas para jugar. Y también veo que cuanto más estás así, más
atraes a la gente: más te llaman porque puedes dar más. Que me quede como estoy, por favor”.
Concentrémonos en Mamífera, la nueva propuesta de Liliana Torres, que llegará a las salas de cine el próximo 26 de abril. Nos explica la historia de Lola, una mujer que ha llegado a los 40 profundamente convencida y feliz con la vida que ha escogido: tiene una perra ciega, es vegana y artista del collage, y mantiene una consolidada relación con un hombre (a quien interpreta Enric Auquer) con el que comparte valores y una visión del mundo y de la familia que no incluye tener hijos. Pero un mal guiño del destino pondrá en cuestión su tranquila realidad.
Como ya hizo con sus anteriores Family Tour (2013) y ¿Qué hicimos mal? (2021), la directora Liliana Torres juega con las posibilidades de la autoficción, añadiendo mucho de sí misma en sus tramas. En el caso de Mamífera, Maria Rodríguez Soto ejerce de alter ego de la cineasta: "Ella no quería que la imitara. Lola no era Lili, es un personaje de ficción, pero con muchos fundamentos donde podía cogerme firmemente. Y a Lili le era muy sencillo explicármelos, porque son muy próximos a ella", afirma la protagonista de una película que pone el foco en la no maternidad, pero no para señalarla como el modelo a seguir, más bien para reivindicar la libertad de las mujeres para escoger lo que quieran hacer con sus vidas sin tener que sentirse cuestionadas, juzgadas o estigmatizadas.
No deja de ser curioso que la sólida trayectoria de hormiguita de la actriz se disparara con otra película profundamente vinculada con la maternidad: Los días que vendrán (2019), de Carlos Marques-Marcet, ficcionaba el embarazo real de Maria. "Son historias absolutamente diferentes, y con caminos que no tienen nada que ver. Claro, la implicación con Mamífera es absolutamente la misma que tenía con Los días que vendrán, pero aquella la hicimos con un zapato y una alpargata, sin saber a donde llegaríamos. Y aquí yo empiezo a trabajar con un guion maravilloso, una partitura superfirme. Y sabiendo que puedo saltar desde allá arriba y que Lili tiene un colchón preparado para recogerme si me estampo. Entonces, claro, es muy diferente. Y mi experiencia con respecto a cuando hicimos Los días que vendrán comparada con hoy también es muy diferente: trabajo desde otro lugar, tengo mucha más seguridad ahora que antes".
Un premio en las Américas
Antes de llegar a las salas catalanas, Mamífera vivió su estreno mundial en los Estados Unidos hace unos días, en el prestigioso Festival South By Southwest de Austin. Todo un reto vivir la proyección del filme en un estado como Tejas, donde el aborto está prohibido por ley. Maria no pudo cruzar el océano, cosas del trabajo, y recibió la feliz noticia del reconocimiento a su interpretación a primera hora de la mañana. "El premio me pilló en bragas, y nunca mejor dicho porque me estaba despertando. Vi que tenía unas cuantas llamadas perdidas en el móvil, y te tengo que confesar que lo primero que pensé es que había pasado algo. ¿Quién se ha muerto? ¿O quien está ingresado? ¿Qué ha pasado?"
Enseguida vio de qué iba la cosa: "Fue un subidón increíble, desperté a mi hija y nos comimos un cruasán planchado relleno de nocilla, súper bueno, para celebrarlo. Pero estos días tengo tanto trabajo que todavía no he podido convocar a los colegas y a la familia para hacer una celebración de verdad. Es que este premio es muy grande, y cuando la cosa iba de bajada, me explican que han escrito una crítica buenísima en la revista Variety. Son cosas de aquellas que no te esperas que te pasen. Porque, desde dentro, somos conscientes de que hemos hecho un buen trabajo, pero nunca piensas que pueda trascender un océano y que la peli funcione y mi interpretación haya llegado de esta manera. Me hace sentir muy orgullosa, y me da algo más de esperanza en un mundo en el que me gustaría creer; es una brizna de esperanza, un regalo precioso, que además servirá para que Mamífera llegue a más gente".
Un elogio, cuando crees que el trabajo está bien hecho, es una caricia al alma
Ganadora de Gaudí y de la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga con Los días que vendrán, que también le regalaron magníficas críticas, Maria se pone seria cuando le preguntamos si los elogios, y ha recibido a menudo, debilitan: "Depende, supongo. Con el premio de Austin o la crítica de Variety lo primero que llega es el chute de energía. El subidón. Me hace confiar en mí misma, en mi manera de trabajar, que es en equipo, lo que más me gusta de este trabajo. Después hay una segunda transición del elogio: hostia, ahora me han dado este premio y quizás la peña, cuando vea la película, piensa que no hay para tanto. Hay un punto de miedo, por aquello de no cumplir las expectativas, que a veces superan la realidad", afirma. Y la actriz sigue con su reflexión: "Creo que más allá de sí recibes críticas buenas o malas, en el fondo tú ya sabes cuándo un trabajo tuyo está bien o no. Y cuándo se ha producido una magia especial, que creo que es lo que ha pasado con Mamífera. Y un elogio, cuando crees que el trabajo está bien hecho, es una caricia al alma".
Estrenar en el TNC
Y mientras espera lo que pueda pasar con el público que se apunte al viaje de Mamífera, Maria Rodríguez vive con excitación el inmediato estreno en el Teatre Nacional de Catalunya de Els criminals. "Es una obra de teatro maravillosa que habla sobre el concepto de justicia, que creo que hoy está más al orden del día que nunca. Mira lo que ha pasado con Dani Alves... estoy que directamente quiero quemarlo todo. La obra se sitúa en Alemania entre 1919 y poco antes del alzamiento de Hitler, en un momento de libertinaje muy heavy, en el que los derechos de las mujeres y los homosexuales se ponen sobre la mesa. Después todo caerá por culpa del nacionalsocialismo. Está estructurada en tres actos: el primero es como una especie de retablo en el que pasan una serie de crímenes, el segundo es un juicio y el tercer acto muestra las consecuencias de este juicio".
Y sigue: "La dirige Jordi Prat i Coll, que trabaja las escenas de una manera maravillosa, imaginativa, preciosa, que hace que nos atrevamos con todo. Y está siendo un gusto, porque lo es trabajar con Lluís Soler, a quien conocía de Las tres hermanas, y que es un actor excelente y un compañero maravilloso, de quien puedes aprender cada día, de su entrega y de su generosidad. O con Joan Carreras, a quien no conocía, pero tres cuartos de lo mismo. O con Cristina Plazas, que es divertidísima y generosísima... Somos trece encima del escenario, más tres músicos, y la obra es muy coral, pero la trama que comparto con Joan desencadena la trama. Y me hace muy feliz mostrar también un tipo de personaje tan diferente a todo lo que he hecho hasta ahora", nos explica. Y Maria remata la conversación con una envidiable explosión de autoafirmación: "Estoy en un punto de libertad y de valentía que me hace muy feliz. Eso es lo que yo considero, quizás después la gente me ve y dice que soy una flipada. Pero también es importante, y eso lo estoy aprendiendo ahora, el valorarte a ti misma, y no pedir perdón por las cosas que te pasan, ¿no?" Amén.