Marta Piedra (1982) no se calla nunca: con su lápiz o su iPad tanto te dibuja las vergüenzas de la huída del Rey Juan Carlos a Abu Dabi como que te ilustra los micromachismos que vivimos las mujeres en la calle, el trabajo o los juzgados. Su lucha particular con su trabajo es poner a debate todo lo que le genera incongruencias morales: el patriarcado, el cambio climático, la sostenibilidad o el animalismo son recurrentes en las viñetas que expone en su feed de Instagram. Con más de 150.000 seguidores en las redes sociales, la ilustradora madrileña ha tenido que sobrellevar la dictadura del like para hacerse un hueco en un sector en el que, lo que no se enseña, no existe, y lo ha conseguido con creces: además de una larga lista de proyectos profesionales, este año es una de las cabezas de cartel del Cruïlla Arts, el apartado del festival Cruïlla 2022 que muestra y reivindica otras disciplinas artísticas más allá de la música.
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Este año participas en el Cruïlla Arts. ¿Contenta?
Contenta no, lo siguiente. Cuando me ví en el cartel, ahí colocada, no me lo podía creer. Como una estrella de rock (ríe).
¿Ya sabes qué o a quién te va a tocar dibujar?
¡Sí! Mi sesión va a ser una animación de comida típica de foodtrucks que baila al ritmo del musicón de los pedazo de artistas que van a actuar este año en el Cruïlla.
¿Tú en qué piensas cuando dibujas, cuando creas?
Uf, ¡depende de la intención del dibujo! Si estoy dibujando para redes sociales —que suele ser lo habitual—, tengo en la cabeza a las personas que me van a leer o ver. Poder aportarles algo de valor, ya sea una risa en un momento en que lo necesiten, un conocimiento que no tengan, despertar una curiosidad que había estado dormida… Pero lo que más me gusta es cuando, gracias a uno de mis dibujos, la gente se abre, hablan de sus emociones y comparten sus necesidades, sus deseos o, porque no, también sus frustraciones.
La normalización hace la cultura y la cultura dirige las decisiones que tomamos: es la forma de hacer realidad un cambio social
Tu trabajo pone el foco en temas que despiertan polémicas.
Me parece súper importante seguir normalizando temas como el feminismo o la sosteniblidad. La normalización hace la cultura y la cultura dirige las decisiones que tomamos. Y gracias a esas decisiones, seguimos normalizando. Es la forma de hacer realidad el cambio social que tanta falta nos hace.
¿Crees que te ha cerrado puertas posicionarte tanto?
Es muy posible que sí, pero seguramente esas puertas no eran para mí. Yo siempre he tenido la fortuna de caer en lugares en los que se me ha valorado.
¿Es difícil hacer humor cuando una está de mala leche?
Quizá en el momento un poco, pero a los 5 minutos ya es necesario pasar a otra cosa y reírte de lo cabreada que estabas. La mala leche es un esprint explosivo, el sentido del humor es una carrera de resistencia que debe acompañarte toda la vida.
Mujer y artista: dos requisitos que pueden dificultar el ascensor laboral. ¿Cómo lo vives?
Yo lo vivo muy bien, quizá porque no me fijo en las desventajas y porque no tengo jefes. Tengo un propósito, y trato de no entretenerme mucho con las dificultades que puedan surgir. Si por “ahí” no me dejan, me voy por otro camino y listo.
La mala leche es un esprint explosivo
¿Has notado diferencias entre hombres y mujeres en el sector?
Yo personalmente no. También te digo que tengo la suerte de rodearme siempre de gente muy afín a mí y nunca he visto este tipo de cosas, pero lo que te decía, que tampoco me fijo mucho en eso. Yo sigo mi camino.
La ilustración también es un sector precarizado, en el que muchas veces vuestro trabajo se pide de forma altruista, gratuita o a cambio de muy poco. ¿Te ha pasado?
Por supuesto que me ha pasado. He trabajado gratis mil veces, pero creo que a veces toca pagar un precio por dedicarte a lo que amas. Trabajé de informática varios años, y ya te digo yo que de informática no trabajé gratis jamás de los jamases, porque lo detestaba (ríe). Viví este tipo de situaciones sobre todo cuando empecé e hice muchos trabajos de diseño gráfico para empresas. Algunos mal pagados y otros directamente gratis. Hoy en día si hago algo de forma gratuita tiene que ser para una causa que para mi valga realmente la pena.
¿Y por qué crees que que todo lo que rodea al arte es precario?
Bueno, yo creo que las personas que nos dedicamos al arte somos personas a las que nos apasiona realmente lo que hacemos, y hay como una especie de paradigma colectivo en torno a que tu trabajo no te puede gustar. Si estás jodida de 9:00 a 18:00 es un trabajo de verdad, pero si disfrutas de 5:30 a 19:00 es que estás de cachondeo.
¿Se puede vivir íntegramente de la ilustración?
Yo siempre he pensado que tener todos los huevos en la misma cesta es poco inteligente, por eso diversifico y, además de la ilustración, me dedico a otras cosas como el diseño gráfico, el diseño de experiencia de usuario, diseño de interfaces, animación, tatuaje, etc. Además, me encanta aprender cosas nuevas y experimentar.
Muchos ilustradores os habéis abocado a las redes sociales como escaparate para mostrar vuestro portafolio.
Las redes sociales son un mal necesario, pero si las utilizas de forma inteligente pueden llevarte a lugares donde jamás habrías imaginado llegar. A mí los likes y la exposición cada vez me importan menos. Al final las RRSS son un negocio y consigue más quien más invierte en ellas.
Hay como una especie de paradigma colectivo en torno a que tu trabajo no te puede gustar
¿El arte está considerado un trabajo de segunda?
Para mí desde luego que no. Nada que tenga la capacidad de emocionar puede ser algo de segunda.
¿Qué es, para ti?
El arte es mi vida. Sin arte no soy nada, como diría Amaral.
¿Qué proyectos tienes en mente de aquí en adelante?
Uy, ¡un montón de cosas! Lo más cercano es un libro con Larousse en colaboración con Lara Castro-Grañén, que es psicóloga y sexóloga, y que verá la luz en breve. Espero que no me regañen por contarlo (ríe). Tengo otros dos proyectos más a largo plazo de los que aún no puedo decir nada y que estoy segura de que ayudarán a cambiar muchas vidas. Y, además estoy trabajando en un par de proyectos de diseño UX y web.
¡No paras!
Siempre van saliendo colaboraciones súper interesantes y motivadoras, así que estoy todo el día enfaená. Lo mejor de mi trabajo es que siempre hay historias que contar, ¡nunca me aburro!
Pues va, dime tres artistas que te inspiren.
Diego Rivera, Forges y Pablo Stanley.
Y ya que estarás en el Cruïlla, tres canciones que te ayuden a inspirarte en tus procesos creativos.
Ufff, hay tantas que elegir solo tres va a ser complicado. Voy a centrarme en artistas que toquen este año: Enero en la playa, de Delafé y las Flores Azules; Visa para un sueño, de Juan Luis Guerra y Domingo astromántico, de Zahara.