La espera se ha hecho larga, muy larga, pero ha valido la pena. Seis años después del lanzamiento del disco Fills de les estrelles, Obeses ha vuelto para presentar su nuevo trabajo L'ai al cor. Y no podría haber escogido mejor lugar para hacerlo que el espacio cultural Can Grau de Roda de Ter, un emplazamiento maravilloso situado cerca del río gestionado por una cooperativa de entidades culturales llamada Cardant Cultura.

El grupo de Tona ha vuelto a los escenarios con más energía que nunca: ¿alguien los podrá parar?

Eléctrico es, quizás, el adjetivo que mejor define el vigoroso concierto de Obeses de este sábado por la noche. ¿Por qué? Pues porque los primeros han estado enchufadísimos y porque los segundos han estadp conectados en todo momento. Se ha notado que tanto el grupo como sus fans han pasado demasiado tiempo separados. Este sábado, sin embargo, por fin se han reencontrado.

Foto: Carles Costa

Más que un concierto, ha sido un viaje de emociones que ha llevado al público de un extremo al otro, de la euforia a la tristeza. Este ha estallado de gozo cuando Obeses ha salido al escenario con Amor artificial, canción del nuevo disco del más puro estilo Daft Punk. Para acabar de romper el hielo, lo han enlazado con Invasió terrícola (Fills de les estrelles), una canción que es una impresionante demostración de fuerza vocal y destreza instrumental. Rápidamente, la gente se ha dado cuenta de que este concierto lo recordarían durante mucho tiempo. Los cuatro de Obeses estaban pletóricos, con ganas de comerse el mundo.

La vida és massa curta per passar-la renegant y Potser ho hauríem d'haver vist, las dos del nuevo disco, han puesto a bailar a pequeños y grandes. Una virtud de Obesas es que es capaz de reunir público de todas las edades. Pero ha sido con la canción de amor Perdona'm (Fills de les estrelles), que se ha confirmado lo que la gente intuía, que la noche sería memorable.

Cuesta encontrar grupos catalanes que tengan un directo tan bueno

Los de Obeses, con una pasión desbordante, han ido encadenando canciones como Mà amiga o El nostre temps que no solo son bonitas, sino que son capaces de entrar dentro tuyo para hacerte sentir cosas que probablemente hacía tiempo que no sentías con tanta intensidad. Placer, deleite, nostalgia, melancolía... Ahora bien, si ha habido un momento especialmente emotivo, este ha sido el de Cel enllà (L'ai al cor), canción dedicada a Sente Fontestad, exmanager del grupo y exbatería de Ja t'ho diré, que ya no se encuentra entre nosotros.

Foto: Carles Costa

El amor se ha transformado en esperanza con Fills de la mateixa mare (Fills de les estrelles), una canción imprescindible en el actual momento de incertidumbre política y social que vivimos. "Cremem la casa del veí/ Menystenim allò que pensa quan no entenem què diu/ Robem el foc, el pa i el vi/ Fins i tot quan no ens fa falta, amb un posat altiu/ Per què no atansem la mà/ I desfem el temible puny de guerra?", dice la letra. ¿Os suena, verdad?

Muy pocos grupos de la escena musical catalana pueden presumir de tener un público tan entregado

Inadaptats cantaba una canción llamada Festa sí, lluita també. ¿Recordáis? Pues siguiendo esta idea, Obeses ha hecho alzar el puño a las más de 500 personas reunidas con Ens en sortirem (Fills de les estrelles), que recuerda el 1 de octubre de 2017 y la nueva La meva llengua, que hace valer el catalán.

Foto: Carles Costa

El concierto ha acabado como ha empezado: bailando. La Mammi (Monstres i Princeses) y la mítica Botifarra amb seques (Zel) han hecho mover el esqueleto de nuevo a los obesos y las obesas, que insaciables, han acabado pidiendo más y más.