Escoger un destino para viajar en verano puede ser muy complicado. Y todavía más si te tienes que poner de acuerdo con la pareja, o con las amigas, o con los hijos. Pero quizás hay una cosa que os une más que algún país que queráis visitar: las series que os gustan. Entonces, ¿por qué no ir a ver las ciudades y paisajes que sólo habéis disfrutado desde Netflix sentados en el sofá? Desde Irlanda hasta Missouri, pasando por el Amazonas y Estocolmo, hoy os traemos una lista de localizaciones para ir de vacaciones inspiradas en algunas de las series más estimulantes de la gigante plataforma.
Gran parte de las escenas de las seis espectaculares temporadas de Vikings están rodadas en Irlanda. Concretamente, en las montañas de Wicklow, donde los bosques densos, los ríos en forma de serpiente y las vertientes llenas de brezo tienen sorprendentes similitudes con los paisajes escandinavos. Ir a ver los espacios donde tienen lugar algunas de las grandes batallas vikingas de Ragnar Lothbrok y compañía es la excusa perfecta para visitar una de las islas más bellas que tenemos en el continente, donde también podéis aprovechar para ver algunas localizaciones de otra de las grandes series de la última década: Juego de Tronos.
Viendo el tráfico de drogas, los conflictos armados y la cantidad de asesinatos que tienen lugar en la serie, quizás el lago de Ozark no parece el mejor destino turístico del mundo. Pero, en principio, todos estos elementos sólo forman parte de la ficción. En la realidad, esta zona verde del estado de Missouri es un espacio idílico para refrescarse en un verano tan caluroso como este. Además, tal como se menciona en la serie que protagonizan Laura Linney y Jason Bateman, es en esta estación que llega todo el turismo para hacer grandes fiestas en las embarcaciones durante la noche y alquilar lanchas y motos de agua durante el día.
Otra opción para este verano es la clásica de visitar una ciudad europea. Pero intentamos salir del típico Londres de Sherlock y The Crown o el París de Lupin y Emily in Paris para proponer una capital menos masificada, el Estocolmo de Amor y anarquía. Y es que con la segunda temporada de esta comedia romántica sueca estrenada recientemente en Netflix, hemos podido seguir viendo un retrato de la ciudad que se aleja de la imagen fría y oscura que solemos tener los mediterráneos de los países del norte para mostrar un paisaje urbano lleno de vida y colores que hace venir muchas ganas de visitarla.
Pero si lo que buscáis es una destinación realmente exótica, Frontera verde nos transporta a la localización ideal. La serie sigue a una joven detective, Helena, y a su compañero, un policía indígena que se llama Reynaldo, investigando una serie de asesinatos en la zona más profunda del Amazonas, en la frontera entre Brasil y Colombia. Y más allá de un guion lleno de misterio, donde realmente brilla la serie es en la fascinante fotografía que genera una experiencia inmersiva que te hace sentir como si estubieras en medio de la selva. Si realmente queréis ser, os recomendamos empezar a buscar vuelos baratos hacia aquella magnífica frontera verde.