Mala hierba nunca muere. Cuatro notas fabricadas entre 2014 y 2017 por un excomisario de la policía española para vengarse de un rival han vuelto a hacer fortuna en diversos diarios españoles este mes, que las han dado por buenas pese a que el mismo ministerio del Interior, el de Fernández Díaz, las hubiera desautorizado, como revela Público este miércoles. Las falsedades han ganado una segunda vida gracias a su reempaquetado en el “oficio 3022/2017”, que la Brigada Provincial de Información de Barcelona del CNP ha entregado a la jueza Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, que instruye la causa contra el Major de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, por el referéndum del 1-O.
Las notas “internas”, sin sello, sin membrete y sin firma, construyen el relato de que el “Plan Independentista” es una “estructura de cobertura diseñada y montada desde hace años, por ciertos dirigentes de Convergència Democràtica (CDC), así como de Unió, para camuflar el cobro de sobornos y/o comisiones”. La verdad es que fueron fabricadas por el excomisario José Manuel Villarejo, hoy en prisión imputado por cohecho, blanqueo y organización criminal, entre otros presuntos delitos.
La primera de esas notas, por ejemplo, ya fue publicada en noviembre de 2015 por OKdiario, medio a través del cual Villarejo hacía públicas sus invenciones para vengarse de Marcelino Martín Blas, un comisario rival a quien acusaba de ocultar esa información a la justicia. Martín Blas fue quien denunció los chanchullos de Villarejo.
Esas notas son ahora parte del citado oficio, en el que la policía española dice reconstruir el contenido de 10.000 documentos, audios y pendrives, incautados el pasado diciembre a los Mossos cuando se dirigían a destruirlos en una incineradora de Sant Adrià del Besòs. Diversos medios han picado y las han dado por buenas de nuevo este mismo mes. Algjuine, en algun cuartel, se está partiendo de risa.
Sarna con gusto...
Así, OKdiario tituló el 24 de noviembre de 2015 “Jordi Pujol y dos de sus hijos organizaron una reunión sin Mas en la que se activó el plan independentista”. Más de dos años después, el pasado 5 de marzo, la agencia Europa Press, recogió idéntica falsedad en una noticia titulada “El arranque del 'procés' fue una reunión en 2011 con tres hijos de Pujol, según los papeles intervenidos a los Mossos”. El Mundo se adornó más en su titular, pero se tragó la mentira de la fuente: “El 'procés' nació para tapar la corrupción del 'caso 3%’, según una nota de los Mossos”. ABC también lo dio por verdadero: “La reunión de 2011 a la que acudieron tres hijos de Jordi Pujol para lanzar un plan secesionista”. El Independiente también editó el titular como un hecho probado: “El arranque del 'procés' fue una reunión en 2011 con tres hijos de Pujol”, sin fuente.
Los hijos de Pujol aludidos en esas fabricaciones han negado a Público “que se haya producido dicha reunión con ellos tres y protestan que es una versión difundida sin prueba alguna que la sostenga y exclusivamente basada en las declaraciones falsas de [el empresario Javier] De la Rosa y [Victoria] Álvarez”, examante de Jordi Pujol Jr.”
Hilarante
Las filtraciones interesadas del “oficio” han provocado otras intoxicaciones hilarantes. “El Govern captó 'mossos' como espías en un piso franco y tras recabar datos personales”, explicaba El Confidencial el pasado día de marzo. “Emisarios reclutaban a agentes de la policía catalana en un piso franco para hacer seguimiento a personalidades unionistas”, subía la apuesta Crónica Global. “La Policía concluye que los Mossos controlaban a políticos del PP, Cs, PSC y PDECat”, es la variante de El Periódico unos días antes.
Espectacular. Falso. “El supuesto reclutamiento de espías del Cesicat (Centre de Seguretat de la Informació de Catalunya) ni era reclutamiento, ni era de espías, ni lo hacían miembros del Cesicat”, explicaba Ara el pasado día 6. “El caso que se ha presentado como un intento del supuesto servicio secreto de información de la Generalitat para montar un equipo de agentes que espiara políticos no fue nada más que una gamberrada de dos postadolescentes”, que tendieron una trampa un agente del que uno estaba enamorado. El caso fue denunciado. Los jóvenes, detenidos y condenados. Se ha sabido ahora porque los Mossos, que querían discreción, lo desvelaron para defenderse de las acusaciones del “oficio”.
El espionaje de los Mossos, es una historia que corre desde hace años, con la misma base de siempre: informes policiales sin acreditar, reventados en medios afines, como esta pieza, publicada por El Mundo en mayo de 2015, cuyo contenido es muy similar al del “oficio” de referencia.
Las notas de Villarejo son falsas. El espionaje también. Casi todo es material reciclado. El “oficio” de la policía española, construido con esos materiales, no debe ser mejor.
Pero nah. Ni caso. Al contrario, los mismos medios que ventilan esos pufos los dan como hechos firmes sobre los que se puede opinar. Este mismo miércoles, El Mundo truena desde su editorial: “Urge depurar la Stasi catalana de los Mossos”. La Stasi era la policía política de Alemania Oriental. Es fácil saber qué buscan. El diario no lo esconde. En la frase que cierra el editorial, dice: “por qué el Gobierno [español], pese a lo que sabía, confió en los Mossos para impedir el referéndum ilegal del 1 de octubre, y por qué [Ferran] López sigue al frente del Cuerpo con el 155 en vigor. ¿Por qué?”. A buen, pocas.