Puerta de entrada al Parque Natural del Montseny, La Garriga, es una de nuestras villas con más músicos por metro cuadrado. En el norte de la comarca del Vallès Oriental, o lo que es lo mismo, en el norte del norte de Barcelona, de La Garriga es Joan Garriga, este genio de la cocteleria sonora, propulsor de proyectos como Dusminget, La Troba Kung-Fu o El Mariatxi Galàctic. De La Garriga también son los rumberos 2.0 Gertrudis.
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De La Garriga es también Miqui Puig. Bien, quien fue cantante de Los Sencillos, es, destaquémoslo para no herir sensibilidades ni alimentar rivalidades adyacentes, de la vecina l'Ametlla del Vallès, pero ya hace años que vive en este municipio hipnotizante por ser como un gran museo dedicado a la arquitectura modernista. Él, cantante de amor desde hace décadas, DJ y presentador del Pista de fusta, muy probablemente el mejor programa de radio que actualmente se puede escuchar a las ondas hertzianas, es el protagonista de la segunda entrega de nuestro podcast estival musical, La cançó de l'estiu.
Vinilos y la perra Pancho
Suenan las primeras notas de la versión de Joe Sherman and the Arena Brass del clásico 'Fever'. Pocos compases después entra el presentador. Toma la declinación de un locutor musical de los ochenta. Es curioso. Es adictivo. Es Miqui Puig, el conductor del Pista de fust de iCat FM. El conductor del mejor espacio de nuestro cosmos radiofónico justamente nos acoge en el rincón de su casa donde graba el programa. La acompaña su border collie, la Pancho (sí, es una chica y se llama Pancho). Nos explica Miqui que cuando la Pancho ve que toma el micro, sabe que está a punto de empezar a grabar, se marcha de la habitación y, pase lo que pase, no ladra hasta que lo ve salir.
Teniendo en cuenta que es una de las nuestras grandes enciclopedias musicales, no nos sorprende que Miqui tenga toda la casa -una esquina privilegiadamente escondida en La Garriga, que alquiló a un periodista sudes, hijo de un hijo de La Garriga que se marchó al bucólico país alpino a mediados del siglo pasado buscando un futuro mejor- forrada de vinilos. Tiene miles. Electrónica, hip hop, soul, pop británico, los catalanes... Los tiene ordenados por estilos.
Un hombre muy sencillo
A Miqui Puig, hooligan de la vida y socialista del baile, lo conocimos a finales de la década de los ochenta. Entonces era el líder de Los Sencillos, una banda que irrumpió en escena afiliada a los postulados de la escena mod. Él, que nunca ha sido un iconoclasta, rápidamente se libró de dogmas y normas. Y con él su banda, que lo reventó con su segundo disco, En casa de nadie (1992), escondite del single incontestable 'Bonito es'. La industria les quiso fagocitar. Ellos no se dejaron devorar.
Saldada la etapa sencilla, Miqui Puig, que paralelamente había ido cultivando una prolífica actividad mediática, fuera en la televisión, en programas como Sputnik, o a la radio, con espacios como Can Tuyus o el ya mencionado Pista de madera, emprendió el vuelo en solitario. De esta etapa han surgido álbumes tan recomendables como Casualidades (2004), Impar (2008), 15 Canciones de Amor, Cierro y Motocicletas (2019) o Miqui Puig Canta Vol. 7 (2022) su nuevísimo trabajo de estudio, confluencia de las mejores formas del pop y la electrónica. De eso, y de motos, ciclismo, socialismo y estudios de FP, hablamos con él en la segunda entrega del podcast estival de música de Revers de ElNacional.cat, La cançó de l'estiu.