Si Set tota la vida ha ocurrido un disco referencial en la historia reciente de la música en catalán es porque, diez años después, el grupo sigue aquí. Así lo interpreta el líder de Mishima, David Carabén, cuando quedan pocos días para el concierto de celebración de la efeméride en el festival Acústica de Figueres. Este fin de semana, en forma de autohomenaje, interpretarán íntegramente un disco que no ha desaparecido nunca de su repertorio.
Aquel disco marcó "un antes y un después" en la trayectoria de Mishima, dice el cantante, porque fue la primera grabación profesional del grupo, fuera de casa y con un productor como Paco Loco, que les hizo "crecer" y se convenció de su potencial. El grupo no ha dejado nunca de incluir canciones como Un tros de fang, La tarda esclata, Qui n’ha begut o Neix un món dintre l’ull dentro del ojo en sus conciertos. "Es un disco que ha ido creciendo gracias al hecho de que nos mantuvimos fieles, interpretando sus canciones en los directos", razona Carabén en declaraciones en la ACN.
De hecho, para el cantante, si el disco "se ha hecho importante" es por que ellos "han sobrevivido", han hecho nuevos álbumes y siguen en activo y en plena forma. Con todo, Mishima prepara "con ilusión" este concierto, conscientes de que "no pasa muy a menudo" poder celebrar la década de un disco, y menos "estando todavía en activo, y con un último disco muy bien recibido", comenta. Para el grupo, el concierto servirá para reivindicar la vigencia de un repertorio antiguo pero que los ha acompañado siempre. "Al final, es aquello a que una banda aspira, defender sus canciones más allá del paso del tiempo".