Mònica Terribas da voz a víctimas del Opus Dei en una nueva serie documental, que llega este fin de semana a nuestras pantallas. Los dos primeros capítulos de El minuto heroico: Yo también dejé el Opus Dei, la serie sobre los abusos en la Obra, se estrenan este viernes a Max —para los dos últimos habrá que esperar hasta el 14 de febrero—. Una de las protagonistas, la exnumeraria auxiliar Fátima Navarro, ha sido muy directa con El País esta semana: "O salía o me volvía loca".

En la docuserie —creada y dirigida por Terribas, y producida por Mediapro— trece mujeres procedentes de diferentes puntos de España, América Latina, Irlanda y Reino Unido dan testimonio presencial de su vida al Opus Dei y su posterior ruptura con la institución. La idea de la serie surgió cuando la periodista recibió un correo electrónico de una mujer explicando todo lo que había vivido dentro de la Obra y Terribas quiso conocerla. A partir de aquí, contactó con gente de tanto de diferentes generaciones como países que explicaban lo mismo y se dio cuenta de que todo lo que relataban era sistémico. Las testimonios narran sus experiencias de primera mano, los desafíos y las realidades que vivieron al Opus Dei sirviendo como numerarias, numerarias auxiliares o agregadas. Son mujeres que explican haberse sometido a un trato abusivo laboral, psicológico y espiritual que, finalmente, decidieron abandonar. La actriz Claudia Traisac, dirigida por la realizadora Laura Sisteró, pone rostro y ve a los relatos de estas mujeres a través de recreaciones ficcionadas a partir de las experiencias que explican.

¿Qué dicen las testimonios?

Una de las testimonios es Maria Roca, numeraria del Opus Dei durante 22 años y que hace más de dos décadas que abandonó la institución. En una entrevista el pasado fin de semana en El Suplement de Catalunya Ràdio, Roca asegura que "se tiene que explicar todo lo que pasa dentro". "Mi testimonio no era tanto con el espíritu de denuncia, sino que quería que se supiera una cosa de la cual yo había quedado dolida, de la cual consideraba que ya estaba cuidada porque había salido adelante, pero que pensaba que no me lo tenía que quedar solo para mí", añade. Y sentencia: "Tienes un cierto temor que se interprete como estás yendo en contra de una cosa de la cual yo no renegaré. Yo estoy agradecida de haber estado estos años allí. Soy la persona que soy porque he sido numeraria del Opus Dei durante 22 años. No me considero una persona rebotada, pero realmente creo que se tiene que saber todo lo que hay dentro de la Obra, también para ayudar a las personas que todavía están allí".

Marina Pereda fue agregada y es otra testimonio de la serie, que esta semana ha explicado en El món a RAC1 qué liga el Opus Dei con las personas: "El valor de la familia espiritual y el sentimiento de pertenencia". Así, te aíslan progresivamente de la familia "para pasar a tener una nueva, la del Opus Dei". "Hay muchas compañeras que no pueden ir a celebraciones familiares como bautizos o bodas", lamenta. Pereda también relata cómo todo lo que haces tiene que ser para todo el mundo, hasta el punto que todo el dinero de la nómina se tiene que entregar a la Obra y la institución es la que reparte dinero según las necesidades. "Todo se comparte, tú haces una donación voluntaria", dice.

Terribas, sobre el Opus Dei

El relato de Pereda no se acaba aquí y habla del cilicio, un cinturón de pinchos que se colocan en torno a las caderas y se estrecha —al cabo de un tiempo, se lo ponen arriba del muslo—. "Es solo la punta del iceberg de todo un abuso de conciencia y sensación de castigo", afirma, explicando que también se hacen una ducha de agua fría cada día y disciplinas una vez a la semana. Son las llamadas mortificaciones, obligaciones que los que están dentro normalizan. "Obviamente, estas mortificaciones no las vuelves a hacer una vez sales", manifiesta. Pero sí que quedan una serie de sensaciones: "La de la culpa, el castigo, la tradición, de ir al infierno, la necesidad de confesarte, de pedir perdón y evaluar las cosas más pequeñas". Es decir, que "la presión coercitiva" queda.

En una entrevista con la ACN, Terribas asegura que el Opus Dei no ha respetado la libertad: "Cuando tomas la libertad de las personas, pierdes la humanidad". También apunta que todas las testimonios son "muy capaces e inteligentes, y que han sufrido mucho, han hecho un proceso psicológico y lo han superado y están con la cabeza y ánimo de explicarlo", además de asegurar que no ha querido poner en la pantalla a nadie vulnerable. "He hablado con muchas mujeres que no han hecho el proceso de recuperación de haber salido de la Obra, pero todas las personas que en pantalla explican lo que han vivido han hecho un proceso intelectual de entender qué les ha pasado y supéralo", apunta, antes de añadir que otra característica en común es que no hablan desde la rabia y la venganza: "Ellas quieren ayudar a otras personas y muchas conservan la fe".

Minuto Heroico, serie Opus Dei / ACN
Un momento de El minuto heroico

"Todos nacemos libres y tenemos que ser libres para escoger nuestro futuro y el destino. Cuando condicionas a las personas para que no puedan escoger y para que tengan una vida tan normada que no les dejas espacio mental para decidir quiere decir que acondicionas su cerebro y su cuerpo y les coges la libertad. Cuando tomas la libertad de las personas, pierdes la humanidad", considera la periodista. Además, lamenta que todos los casos que aparecen a la serie no son excepcionales y que detrás de ellas trece hay muchos más hombres y mujeres. Así pues, "se tiene que actuar, reparar y compensar a miles de personas".

El documental cuenta con la participación del periodista de investigación Gareth Gore, autor de Opus (Editorial Crítica); Antonia Cundy, periodista del Financial Times; Laura Merino, psicóloga; Vega González, psicóloga clínica y directora gerente del Centro de Asistencia e Investigación de Socioadicciones (AYS); John Paul Lennon, psicólogo especializado en abusos religiosos y sectas, y Sebastian Sal, el abogado defensor del caso de laso 43, sobre exnumerarias auxiliares en Argentina y otros países de la América Latina.

Terribas destaca que ha querido que la prelatura del Opus Dei participara hasta el último momento y que el prelado Fernando Ocáriz contestara a los testimonios de las protagonistas: "No quería que apareciera otra numeraria o una numeraria auxiliar diciendo que son felices trabajando en la Obra. Es como si un niño es maltratado en la escuela y entrevistas también los que no han sido maltratados". "Nuestra obligación es pedir responsabilidad a quien tiene la capacidad de cambiar las cosas y es la prelatura del Opus Dei", ha añadido, mostrándose segura de que el Opus Dei contestará a través de sus canales de comunicación.

La periodista apunta que hace cuatro años que vive con el dolor ajeno de todas las mujeres que salen en el documental y también el de muchos casos que ha conocido a otras mujeres y también de hombres: "Lo que he vivido a través de ellas me ha afectado mucho porque es exactamente como yo no entiendo la vida cristiana. Me ha afectado, me ha transformado y pienso que es uno de los trabajos periodísticos que he hecho que dejan más huella al corazón, en la cabeza y en el cuerpo". Terribas añade que si Max le pide un segundo El minuto heroico centrado en los hombres, se pondría a trabajar mañana.