Montse Castellà es de Tortosa y está en Tortosa. Yo paso unos días en Riba-Roja d'Ebre, teletrabajando desde el huerto junto al Ebro de la familia de mi pareja. Intentamos encontrarnos a medio camino. En Móra. Tenemos que quedar para hablar de su nuevo disco, Orgànic (U98, 2023) un disco que ha tomado forma después de que en una revisión ginecológica rutinaria le detectaran numerosos miomas. Diagnóstico que la obligó a pasar por el quirófano para extirparle la matriz y los ovarios. No es, sin embargo, un álbum traumático, todo lo contrario, son nueve canciones hechas desde el rincón más luminoso del alma en el que la cantautora canta a la vida vinculando cada pieza con un órgano y linkando cada uno de estos con hechos, sentimientos y emociones como la memoria histórica, el amor, la justicia, la vida, la muerte, el feminismo, la amistad... Montse Castellà está en Tortosa y yo paso unos días en Riba-Roja d'Ebre, sin embargo, por aquellas circunstancias de la vida no nos podemos encontrar en Móra. Habría sido genial poder charlar con ella cerca del río que tantas veces ha defendido. Acabamos conectándonos por videollamada. Yo en casa. Ella en casa. Yo con una pared blanca de fondo. Ella con un mapa del país, con una chincheta marcando cada pueblo y ciudad en que ha actuado.

¿Hay ningún lugar en el que todavía no hayas actuado que te haga especial ilusión?
La verdad es que he tenido la suerte de actuar en paisajes maravillosos y he compartido escenario con gente increíble como Paco Ibáñez, Lluís Llach o Joan Baez. Eso ha sido un premio para mí, pero hay que seguir adelante trabajando para que vengan más regalos. Soy una privilegiada, pero este privilegio me lo trabajo muchísimo. Hago aquello que decía mi abuela: "busca un trabajo que te guste y dejarás de trabajar". Yo trabajo mucho, pero no me lo noto porque me gusta. Me levanto cada mañana y cojo la guitarra, pongo las manos en el teclado para escribir un artículo o cojo el kayak y salgo al río, porque para llenar las canciones, primero te tienes que vaciar.

Hago aquello que decía mi anuela: "busca un trabajo que te guste y dejarás de trabajar". Yo trabajo mucho, pero no me lo noto porque me gusta

Y tú cómo te vacías.
Vaciar para mí es relajarse, mirar el paisaje. La ilusión por el trabajo tiene que existir siempre. No sé si llegará un día en que la perderé, sin embargo, hasta ahora, y ya llevo casi 30 años en este mundo de la canción, no ha pasado. Tengo la misma ilusión del primer día. Hoy por hoy, lo que hago me gusta, no es ninguna losa. Todo lo contrario, es una alegría. De hecho, acaba de salir Orgànic y ya estoy pensando en el siguiente disco.

¿Y si alguna vez la pierdes?
No sé qué haremos: si estamos en el baile, supongo que bailaremos.

¿Te consideras, como decía el Ovidi Montllor, una trabajadora de la cultura?
Sí, la cultura, la música... es un oficio. Un oficio en que te levantas por la mañana, trabajas, haces un horario... Todo para cumplir unos objetivos. Todo el mundo, como decía Pep, se levanta muy temprano, muy temprano, para ser imparable e ir a sus lugares de trabajo. Pasa que no todos los trabajos son tan visibles como el mío, que hago canciones, doy conciertos, hago entrevistas... Una exposición que también te da más responsabilidad. Pero sí, somos trabajadores del mundo de la cultura. Una profesión que, desde fuera, es muy golosa, pero se tiene que tener aquella ilusión de qué hablábamos y persistencia, para que, como decía Picasso, la inspiración te pille trabajando.

Por las circunstancias que han rodeado este disco, si no es el más personal, sí que es el más visceral

¿Por las circunstancias que lo han rodeado, es tu disco más personal?
Siendo cantautora, todo lo que creas acaba siendo personal, y todo lo que es personal acaba siendo político, porque hay una implicación y un compromiso por decir cosas. Porque yo le doy la misma importancia a la letra que a la música. Pero cierto, finalmente, por las circunstancias que han rodeado este disco, si no es el más personal, sí que es el más visceral. Ha sido un proceso complicado. Me encontré con el diagnóstico justo en el momento de empezar a crear. Podría haber parado máquinas y centrarme en la operación y la recuperación, y hacer el disco una vez todo hubiera pasado. O, lo que he acabado haciendo, cargar con esta otra mochila que me ha colgado la vida y seguir caminando con ella. No ha sido fácil. Ha habido muchos momentos en que me sentía como aquellos móviles a los que se les acaba la batería enseguida, que los cargas y cargas, pero al cabo de media hora vuelven a estar al 10%. Orgànic es más personal por eso, porque todo lo que he vivido, mucho o poco se ha acabado filtrando. Tampoco he querido hacer un disco vinculado únicamente a una situación traumática.

Montse Castellà, una trabajadora de la cultura / Foto: Òscar Lanau

No lo es.
No he querido explicar una experiencia triste, todo lo contrario, he querido hacer catarsis, pero tampoco podía mirar hacia otro lado. No hablar de lo que había vivido, me parecía poco honesto. Pero tampoco quería hablar demasiado. He intentado encontrar el punto medio. Estando en el hospital, empecé a darle vueltas a escribir una canción sobre lo que se me estaba pasando, y vincularla al feminismo, porque la matriz y los ovarios son los órganos por excelencia de la mujer. Pero si vinculaba una canción a la matriz, por qué no dedicaba una canción al corazón hablando del amor.

De hecho, cada canción en este disco está dedicada a un órgano.
Hice una lista y todo cuadraba, algunos de una manera más literal y de otros de más metafórica. Soltar llast, por ejemplo, habla del riñón, que es el órgano que todo lo depura. Y en la vida es muy importante sacarnos de encima toda aquella gente que no nos aporta y las mochilas que pesan demasiado. No sé, como decía, si es el más personal, pero sí el más visceral y el más diferente al resto.

En la vida es muy importante sacarnos de encima toda aquella gente que no nos aporta y las mochilas que pesan demasiado

¿Terapéutico?
Escribir, hacer música, cantar... todo este proceso creativo, lo hagas público o no, es terapéutico. Todo lo que tiene que ver con la cultura y la creatividad, es terapéutico. Porque la terapia también forma parte de conocerte mejor a ti mismo. Esta sociedad va tan rápida que no nos detenemos a mirar adentro. Y es muy importante encontrar el tiempo necesario para ir más lentos y mirarnos por dentro.

Mirándote tú por dentro y explicándonos que has visto, también puede ayudar a conocerse mejor a quienes te escuchan.
De entrada, si yo hablo de órganos, todos tenemos. Y como todos nos tenemos, todos nos podemos oír identificados. Corría el riesgo de hacer un disco tan íntimo que solo yo lo entendería, pero he tratado de hacer letras que todo el mundo se las pudiera hacer suyas. Un disco que mira mucho hacia dentro, pero a la vez con el deseo de ser muy abierto.

Corría el riesgo de hacer un disco tan íntimo que solo yo lo entendería, pero he tratado de hacer letras que todo el mundo se las pudiera hacer suyas. Un disco que mira mucho hacia dentro, pero a la vez con el deseo de ser muy abierto

¿Un disco muy personal, pero donde te acompañas en un par de piezas de un viejo conocido como es Cesc Freixas?
Cesk es un muy buen amigo de hace tiempo. Siempre nos habíamos dicho que haríamos alguna cosa juntos, pero no lo acabábamos de hacer nunca. Ahora que ha venido a vivir en el Delta de l'Ebre, a la Ràpita, no teníamos excusa. Quedamos un día para tomar un café en Tortosa, le expliqué el proyecto y la propuesta y se sumó al momento. Hay esta simpatía mutua y esta visión común del mundo y la música como oficio.

Montse Castellà, una cantautora de fiesta y protesta / Foto: Òscar Lanau

De fiesta y protesta al mismo tiempo.
Durante los días más intensos del procés, cuando encarcelaron a los Jordis, Òmnium y la Assemblea montaron un acto medio improvisado en la Plaza Cinc d'Oros de Barcelona. Nos llamaron de hoy para mañana para participar. Nos recuerdo ensayando delante de un cajero automático el Què volen aquesta gent de Maria del Mar Bonet. Estábamos sentados en el suelo, solo faltaba que nos tiraran cuatro duros. Fue muy emotivo y bonito. Un día que todavía unió más nuestra amistad. Teníamos que hacer estos duetos.

Hay un desencanto, es evidente, pero no con la causa, sino con quien ahora lleva las riendas de esta causa. Pero la gente sigue estando ahí

¿Cómo vives y decodificas el momento actual de país?
Es una pregunta tan genérica, con tantas variables, que es muy difícil de responder. Los que éramos independentistas, lo seguimos siendo. La gente que se sumó al procés para conseguir una República Catalana, todavía está. Los que no han estado a la altura de una sociedad que ellos mismos animaron a movilizar, ha sido cierta clase política. Hay un desencanto, es evidente, pero no con la causa, sino con quien ahora lleva las riendas de esta causa. Pero la gente sigue estando ahir.

Mujer, cantautora, independentista, del sur... Montse Castellà es muchas veces rebelde.
En las Terres de l'Ebre cuando nacemos ya nos ponen un megáfono en las manos, porque o salimos rebeldes o nos atropellan. A las idiosincrasias, dinámicas y problemáticas del país: sanidad, educación, la pandemia cuando llegó... a todo eso, que nosotros también lo sufrimos, súmale las luchas más concretas: el río, las nucleares, la plataforma Castor, las centrales eólicas, los trenes... Porque ahora que el problema afecta a Barcelona, toda la prensa va llena del drama de Rodalies, pero nosotros hace años que sufrimos este drama. Intentad coger un tren de la R15 y ya veréis de qué os hablo. Cómo no puedes ser rebelde cuando naces en un lugar donde para sobrevivir tienes que ser activista y te tienes que reivindicar. Nadie cuestiona la catalanidad de alguien nacido en Barcelona, pero siendo del sur la sensación es que se duda de que tengamos los mismos derechos que el resto. Sí, soy rebelde por haber nacido donde he nacido, pero también por carácter. Hace 30 años ya llevaba un nudo gritando que el río era vida. Hoy día el río continúa enfermo y a un enfermo no le pides una transfusión, sino que le das sangre. No puede ser que cuando los problemas pasan en determinados lugares sean menores, y cuando pasan en otros, sean de país. Así que sí, soy tres veces rebelde, y si hace falta, 35. A pesar de que ser rebelde, también cansa (río).