El Born Centre de Cultura i Memòria ha inaugurado la exposición Montserrat Roig. 1977. Memoria i utopia. Se centra en uno de los momentos más álgidos de la escritora, periodista y feminista catalana. La exposición se constituye de una muestra de fotografías, vídeos, libros y materiales que repasan las actividades de Roig en 1977, un año clave para Catalunya, en plena ebullición política de la transición, pero también un año en que Montserrat Roig dio a conocer algunos de sus trabajos más relevadores. Tenía sólo 31 años, pero no tendría muchas décadas por delante. Murió en 1991, con 45 años, de un cáncer de mama. Se rompía la vida de una de las intelectuales más adelantadas y prometedoras de la Catalunya de la época. Esta exposición, gratuita, estará abierta hasta el 30 de abril.
Una mujer para una época
Antes de 1977 Roig ya era una figura importante en el mundo cultural catalán. Había sido muy activa en la oposición al franquismo, y había militado en el PSUC. Había participado en la Caputxinada de 1966 y en el encierro de intelectuales en Montserrat de 1970, contra el juicio de Burgos a miembros de ETA. Había vivido en Bristol y tenía mucho interés por la cultura europea. Como periodista, colaboraba con las principales revistas catalanas de la época, como Serra d'Or o Destino. Y como escritora había ganado el premio Víctor Català con una recopilación de cuentos: Molta roba i poc sabó... i tan neta que la volen, y había publicado una biografía de uno de sus ídolos políticos, el comunista Rafael Vidiella. También había conseguido un gran éxito con una novela que retrataba la vida burguesa catalana desde una perspectiva femenina, Ramona, adiós.
Roig en 1977
En 1977 Roig publicó la continuación de Ramona, adiós: Tiempo de cerezas (inspirado en una canción homónima interpretada por Yves Montand); años más tarde aparecería la culminación de la trilogía: La hora violeta. Pero además, 1977 fue el año en qué Roig llegaría al gran público mediante un programa de entrevistas en televisión, Personatges, con el que demostró que se podían alcanzar grandes audiencias sin renunciar al rigor. Roig ofrecía una mirada fresca, joven, comprometida, catalanista y femenina, que resultaba excepcional en la época, pero que ganó muchos adeptos. En 1977 consiguió el premio Crítica Serra d'Or con Noche y niebla. Los catalanes en los campos nazis, un amplísimo reportaje, encargado por Josep Benet, que ponía de manifiesto que muchos catalanes también habían sido víctimas del nazismo. Documentó unos 2.500. El franquismo intentó siempre ocultar este hecho. La transición, preocupada por la reconciliación, olvidó a estas víctimas de la barbarie fascista. El gesto de Rojo quedó muy aislado. Para muchos catalanes, los campos de concentración sigue siendo, simplemente, el lugar donde los nazis eliminaban a los judíos.
No olvidar Mauthausen
Una parte importante de esta exposición está consagrada, justamente, a Noche y niebla. Los catalanes en los campos nazis. Una instalación que evoca los barracones de los presos incluye un recuerdo de la terrible escalera de la cantera de Mauthausen, donde tantos catalanes perdieron la vida cargando grandes piedras de 15 o 20 kg, y un banco que recuerda el racismo que estuvo en el origen de la tragedia. En esta sala se pueden contemplar los negativos fotográficos que Francesc Boix y Antonio Garcia salvaron de la destrucción y que contribuyeron a acusar a los jerarcas nazis en el juicio de Nuremberg (y que ponen de manifiesto la voluntad de resistencia de los catalanes en las peores circunstancias). En la exposición también se muestran las fotografías que ilustraban la primera edición del libro, algunos de los apuntes personales de Roig sobre los campos nazis, y obras de algunos de los catalanes que vivieron la barbarie nazi, como el K.L. Reich de Amat- Piniella o las Cartes des dels camps de concentració de Pere Vives i Clavé.
Personatges
En 1977 Montserrat Roig condujo un programa de entrevistas en TVE-Catalunya, que sirvió para dar a conocer a muchos personajes de la cultura catalana que durante el franquismo habían sido silenciados en televisión y que pocos catalanes conocían. El programa, Personatges, adquirió una gran popularidad, y por él desfilaron algunos de los catalanes más célebres. Pero el atrevimiento de los planteamientos de Montserrat Roig disgustó a alguna gente, y su programa, pese a su éxito, fue suspendido. Ahora, en el Born, se pueden volver a ver algunas de estas entrevistas que marcaron una época y que quedaron, desdichadamente, interrumpidas. El último punto fuerte de la exposición es una muestra de las magníficas fotografías que Pilar Aymerich, amiga personal de Roig, y gran retratista de los personajes de la época, hizo a la escritora.
Más que una exposición
El Born CCM ha preparado un amplio programa de actividades complementarias a la exposición. Los miércoles, del 31 de enero al 28 de febrero, habrá mesas redondas, con la participación de algunos de los grandes expertos en la obra de Montserrat Roig y alguna de la gente que colaboró con ella en vida: Betsabè Garcia, Rosa Toran, Pilar Aymerich... Los viernes 2 y 9 de marzo habrá un par de espectáculos: uno inspirado en los textos de Roig y otro en las canciones preferidas de la escritora. El 5 de abril se hará un debate sobre televisión y cultura, y el 26 de abril cerrará el ciclo de actividades, una conferencia sobre Noche y niebla. Los catalanes en los campos nazis de Marta Marín-Dòmine, directora del Center for Memory and Testimony Studies de la Wilfrid Laurier University, Toronto, Canadá. Sin embargo, quizás lo más importante, es que unos meses antes de esta inauguración, se reeditó en catalán Els catalans als camps nazis; una de las obras clave de la escritora vuelve a estar en las librerías.
Ver a Roig en el Born
Montserrat Roig, feminista, izquierdista e independentista, no era un personaje cómodo para el mundo cultural catalán de los años noventa (de hecho, no lo había sido nunca, porque se había mantenido al margen de los eternos clanes del mundo cultural). De esta forma, con su prematura muerte, el personaje quedó oculto. Ahora, a pesar de todo, desde hace unos años la figura de Montserrat Roig vuelve a revalorizarse (por ejemplo, con la publicación de biografías suyas). Esta exposición vuelve a poner el foco en una mujer de una terrible modernidad, pero también de una gran sensibilidad. Es una lástima que esta exposición sólo ponga el foco en un pequeño periodo de vida de la periodista (aunque es el más intenso). Quizás habría valido la pena organizar la gran exposición que Roig se merecía y en la que se pudieran percibir todos los matices de este fascinante personaje.