El escritor, poeta, traductor y director teatral Jordi Cussà (Berga, 1961) ha muerto esta madrugada a los sesenta años. Además de su trabajo como dramaturgo, el autor publicó una quincena de obras narrativas, la más reciente El primer emperador i la reina Lluna (Comanegra). Una de las obras más destacadas del escritor fue la primera, Cavalls salvatges, publicada el año 2000, donde Cussà reflejó sobre su juventud y la de su generación durante los años ochenta, que estuvo marcada por las drogas. La editorial Comanegra, que ha anunciado su muerte a través de Twitter, publicará su última novela, Les muses, póstumamente. En el 2002, Cussà fue ganador del XXV Premio Fité i Rossell por L'alfil sacrificat, y en el 2009 recibió el XI Premio El lector de la Odisea por El noi de Sarajevo.

 

TUIT muerto jordi cussà @Comanegra twitter

"La generación de los pringados"

Uno de los temas más recurrentes en la escritura de Cussà fue su experiencia durante la década de los ochenta y noventa, a la que él llama "los años rojos". Durante esta época, Cussà trabajó traduciendo poemas y letras de canciones de Pink Floyd o de The Beatles, entre otros.

En Caballs salvatges (año 2000) y en Formentera lady (año 2015), Cussà da voz a las historias de aquellos jóvenes que nacieron en los años sesenta y que vivieron el apogeo de la heroína y del surgimiento del sida.

La última fue una historia con muerte, destrucción y dolor, pero también con esperanza y amor. Un libro clave, por su calidad literaria, y porque nos ayuda a entender un mundo marginal que muchos tuvieron muy cerca, y que solo aparecía, muy de vez en cuando, en las páginas de los sucesos de los diarios. Algunos de los personajes de las novelas de Cussà son personajes que vienen de ambientes marginales. El resto, no. Buena parte de ellos se meten en el mundo de las drogas muy jóvenes, por la fascinación de un mundo underground que parecía poner fin a la mediocridad de la sociedad: acabaron metidos en una espiral de la cual no podían salir. Pasaron por la prostitución, la delincuencia, la prisión, las amenazas, las venganzas, las agresiones, los engaños, los contagios... Un mundo en que la muerte era tremendamente próxima. Una generación que "vivió deprisa", y que fue dejando cadáveres por las esquinas: accidentes, venganzas mafiosas, sobredosis, sida.

Estas obras están basadas en sus vivencias personales, pero no son unas memorias. Cussà recreó un mundo que él conocía muy bien, el de los adictos, y el de los que intentan dejarlo.

La última novela

La última novela del autor, El primer emperador y la reina Lluna (Comanegra), es una extensa historia de aventuras centrada en el emperador chino Qin Shi Huangdi, que fue el unificador de los siete reinos y del alfabeto y fue el impulsor de la Muralla y del popular ejército de Xi'an. Cussà, quien se dedicó también a la traducción, explicó que para esta novela emprendió la investigación más grande hubiera hecho jamás.

A Cussà le gustaba que las historias que tienen lugar en las novelas durasen muchos años, 30 o 40, porque se ve "la evolución del personaje", como pasa en el caso del joven príncipe rey, que acaba siendo rey y después emperador. El escritor consideraba que la gracia de las novelas es la redacción y que "da igual que hagas un libro sobre el emperador de China como sobre un perro de debajo casa. Me gustan las historias con un punto épico y si tuviera que escoger una solamente, escogería seguramente La Odisea".

 

Foto principal: el escritor catalán Jordi Cussà / Rosa Prat Serra