La escritora y pedagoga Teresa Juvé ha muerto a los 104 años. Decana de la literatura catalana, tuvo que exiliarse a Francia después de la Guerra Civil y eso la llevó a escribir libros sobre la memoria de los exiliados. Algunos de sus títulos más destacados son La trampa, La ruta de la mort o L'arbre trencat, publicados en la editorial Meteora. Juvé recibió la Creu de Sant Jordi en 2010 y era presidenta de Honor de la Fundación Josep Pallach, quien fue su marido hasta que murió en 1977. También recibió el premio Memorial Francesc Macià de la Fundación Josep Irla, y el año 2021 la Generalitat de Catalunya conmemoró el centenario de su nacimiento.
Nacida en Madrid el 7 de febrero del año 1921, y de padre catalán y madre madrileña, su formación se inició en la Institución Libre de Enseñanza de Madrid. Durante la República la familia se trasladó a Barcelona, donde continuó los estudios en el Institut Escola Ausiàs March de la Generalitat recibiendo clases por parte de profesores como Jaume Vicens Vives y Carme Serrallonga. Acabada la Guerra Civil tuvo que exiliarse en Tolosa de Languedoc con su madre, su hermano y su hermana, y fue en Francia donde estudió Filología y Literatura Comparada, además de dar clases de lengua española y preparar la tesis sobre el poeta occitano Pèire Godolin. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, Teresa Juvé se comprometió con la resistencia francesa haciendo de agente de enlace. A consecuencia de esta actividad, en dos ocasiones estuvo a punto de ser capturada por los soldados alemanes y la Gestapo.

En octubre de 1948 se casó con el dirigente socialista Josep Pallach, también exiliado y a quien había conocido en Colliure. Pallach ya había finalizado la carrera de Ciencias de la Educación, también participaba en la resistencia francesa y había entrado en el Movimiento Socialista de Catalunya. La pareja vivió en París durante unos años en que Juvé se aficionó a leer novelas policíacas, teniendo como autores favoritos a Georges Simenon y Aghata Cristhie. Entre lectura y lectura, empezó a escribir. Su primera novela, La charca en la ciudad, es una recopilación de su experiencia en el exilio, centrando el argumento en un campo de concentración de mujeres en Francia. Finalista del premio Nadal en su edición de 1963, el libro no vio la luz hasta 2005, y actualmente puede encontrarse bajo el título L'aiguamort a la ciutat, la versión catalana de aquel primer ejemplar.
La escritora y pedagoga volvió definitivamente a Catalunya en 1970 y se dedicó a la docencia universitaria impartiendo clases de Literatura Occitana de los siglos XVI y XVII y de Traducción Literaria en la Universidad Autónoma. Fue en 1977, con la muerte de Pallach, que se adentró en la escritura para afrontar el luto. Así fue como inició la serie de novela policíaca protagonizada por el detective Plagumà y su colaborador, el juez Joanola. De esta saga destacan títulos como La Commedia dell'Arte sota sospita (2000), Els assassins eren més d'un (2002) o Juguesca mortal (2002), especialmente valiosos por la descripción de la vida política, económica y social de la Catalunya de finales del siglo XVI, donde está ambientada la trama. También destaca su libro autobiográfico Tu ets jo. Flaixos per al meu blog, en el que Juvé expone sus reflexiones a partir del relato de sus intensas vivencias.