Tony Bennett, uno de los grandes, ha muerto este viernes a los 96 años, solo dos semanas antes de su cumpleaños. El eminente y atemporal estilista, cuya devoción por las canciones estadounidenses clásicas y su habilidad para crear nuevos estándares como I Left My Heart In San Francisco le convirtieron en figura admirada por personalidades como Frank Sinatra o Lady Gaga, se retiró de los escenarios hace solo dos años. La publicista Sylvia Weiner confirmó la muerte de Bennett a la agencia AP y dijo que murió en su ciudad natal de Nueva York. No hay una causa específica, aunque a Bennett le habían diagnosticado la Alzheimer en 2016.
Bennett, el último de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX, solía decir que su ambición de toda la vida era crear “un catálogo de éxitos en lugar de discos de éxitos”. Lanzó más de 70 álbumes, lo que le valió 19 premios Grammy, todos menos dos logrados después de cumplir los 60 años, y disfrutó del afecto profundo y duradero de los fanáticos y otros artistas. "Un tenor que canta como un barítono", se llamaba a sí mismo. De él, Sinatra diría en una entrevista de la revista Life en 1965 que "Tony Bennett es el mejor cantante en el negocio. Me excita cuando lo miro. Él me mueve. Es el cantante que transmite lo que el compositor tiene en mente, y probablemente un poco más”.
Su trayectoria en la industria comenzó en 1951, y durante sus siete décadas de dedicación a la música vendió más de 50 millones de còpies. No solo sobrevivió al auge de la música rock, sino que aguantó tanto y tan bien que ganó nuevos seguidores y colaboradores, algunos lo suficientemente jóvenes como para ser sus nietos. Prueba de ello es que en 2014, y a los 88 años, el artista americano rompió su propio récord como el artista vivo de mayor edad con un álbum número 1 en la lista Billboard 200 por Cheek to Cheek, su proyecto de duetos con Lady Gaga, con quien, además, realizó una gira mundial en 2015.
Frank Sinatra: "Tony Bennett es el mejor cantante en el negocio"
Tres años antes, encabezó las listas con Duets II, con estrellas contemporáneas como la misma Gaga, Carrie Underwood y Amy Winehouse, en su última grabación de estudio. Su relación con Winehouse quedó plasmada en el documental nominado al Oscar Amy, que mostraba a Bennett alentando pacientemente a la joven cantante insegura a través de una interpretación de Body and Soul. Se retiró de los escenarios con 95 años en 2021, después que le diagnosticaran Alzheimer en 2016, enfermedad que no consiguió paralizar su actividad musical hasta que fue avanzando, limitando las capacidades del artista. El próximo 3 de agosto hubiera cumplido 97 años.