El editor histórico de Mercè Rodoreda, Club Editor, publica una nueva edición, revisada, de La muerte y la primavera, una obra muy atípica de la autora, que tiene poco que ver con La plaza del Diamante o con Aloma. Maria Bohigas, a la editora de Club Editor, que ha presentado el libro con su traductor al castellano y el responsable de la reedición, la define como una obra que a pesar de haberse publicado por primera vez en 1986, es "de máxima actualidad", porque se trata de un libro muy crítico, muy iconoclasta, y ahora "estamos en un momento muy propicio para revelarla bien". Bohigas ha celebrado la publicación de esta novela, que ha definido como un auténtico emblema de la editorial, cómo lo es Incierta gloria, de Joan Sales.
Para públicos diversos
Maria Bohigas afirma que se trata de una obra muy dura, pero destaca que es accesible para cualquier lector, porque tiene un catalán cristalino, que "pasa muy bien". Destaca que parece tener un lenguaje muy sencillo, pero que se trata de una "falsa simplicidad, porque en el fondo es una literatura muy elaborada". La muerte y la primavera se puede leer de diferentes formas, porque tiene varias capas de lectura, de la más sencilla a la más profunda, de tal forma que permite una comprensión a diferentes nivels. Ahora bien, Bohigas confiesa que "no es un libro para comprarlo para pasar el rato", porque es un libro muy duro. "No te deja respirar", explica, añadiendo que no es una novela para distraerse: "es un libro para dar un paso adelante".
Una obra singular
Eduardo Jordá, el traductor de la obra al castellano, destaca que La muerte y la primavera pertenece a "un género nuevo que se inventa Rodoreda y que no tiene continuidad", y que no tiene nada que ver con La plaza del Diamante (no refleja el típico ambiente rodorediano). "No se puede definir de ninguna manera", añade, concluyendo que no es una obra existencialista, ni realista, ni una reflexión autobiográfica, ni una obra filosófica... La editora afirma que se trata de una obra trágica, pero apunta que también incluye dosis humor e ironía... Arnau Pons, el autor de la revisión de la obra, pone La muerte y la primavera a la altura de las obras clave de Kafka, Artaud y Passolini, y destaca su posibilidad de leerla de diferentes formas: sería "un libro que se puede abordar desde el campo de la filosofía, desde el campo de la política, desde el campo de la poesía...".
Un libro para una época
Según sus editores, La muerte y la primavera es el libro más autobiográfico de Rodoreda. Pero al mismo tiempo es una obra de denuncia, un clamor por la libertad, una "obra sobre la sedición", escrita en los momentos más críticos del siglo XX. Maria Bohigas la define como "una obra que sale de la catástrofe" y apunta que contiene "un libro dentro del libro", porque incluye un análisis del mundo en que Rodoreda vivía en los años en que escribió el libro. La muerte y la primavera explicaría "cómo se prende fuego a un pueblo", antes de la guerra, durante la guerra civil y en el franquismo. Pero también es una obra de revisión de su compromiso personal, que contiene ciertas dosis de expiación. "Rodoreda se pincha por aquello que ha vivido", explica Arnau Pons, que explica que La muerte y la primavera incluye claramente las sombras de su vida de refugiada (fue acusada de no haberse opuesto a la ocupación alemán de Francia y de haber disfrutado de privilegios en plena la guerra mundial). Al mismo tiempo, este libro se cuestiona, a partir de la propia experiencia de Rodoreda, sobre el poder destructor del amor, que puede deshacer todas las fidelidades y generar mecanismos de dominación.
Novela inacabada
La muerte y la primavera es una novela que Mercè Rodoreda había presentado a un premio, que no había ganado, y que después volvió a trabajar, pero que dejó inacabada a su muerte. Se había editado hace muchos años, poco después de la muerte de Rodoreda, pero Maria Bohigas consideró necesario revisar el texto y encargó la tarea a Arnau Pons, quien ha realizado una tarea de revisión de los originales de Rodoreda, que ha sido posible gracias al esfuerzo de la Fundación Mercè Rodoreda. Los editores han tardado 10 años en materializar esta edición. Arnau Pons, el autor de la nueva versión, ha calificado el libro de obra "inacabada pero no incompleta", porque tiene una "gran solidez y envergadura". Eduardo Jordá, el traductor al castellano, ha añadido que "es una novela que está hecha", argumentando que "tenía una primera versión ya acabada", y que "la estructura está completa, aunque le falten algunos capítulos".
El proceso de revisión
Arnau Pons recibió el encargo del editorial de verificar si La muerte y la primavera podía reeditarse y si tenía que volver a editarse como antes, porque el Club Editor tiene la vocación de mantener la máxima fidelidad a las obras originales y rechaza la simple reimpresión de los viejos ejemplares. Y decidieron, de mutuo acuerdo, hacer una nueva edición muy revisada en la que se ha incorporado uno postfacio de Pons de 100 páginas. Todo este proceso se ha podido hacer gracias a la Fundación Mercè Rodoreda, que conserva los materiales de la autora y los pone a disposición de editores e investigadores. Arnau Pons afirma que "se quita el sombrero" ante la tarea que hicieron Joan Sales y su sucesora, Núria Folch, en la primera versión del libro, aunque afirma que ha hecho importantes cambios en aquel texto. Y reconoce que ha sido un trabajo muy difícil por la cantidad de versiones que había del manuscrito.
Rodoreda en castellano
La muerte y la primavera ya se había publicado en castellano hace muchos años, pero el Club Editor ha considerado necesario hacer una nueva edición. Bohigas reivindica su papel como editores de Rodoreda en castellano, afirmando que "es un gran honor" para ellos. La editora ha criticado la desidia que ha sentido la literatura hispánica para asumir las obras que han sido escritas en el Estado español en otras lenguas que no son el castellano. Desde la editorial se cree "aberrante" y "absurdo" que esta obra no sea conocida en España y en América Latina. Eduardo Jordá ha afirmado que La muerte y la primavera es una novela tan moderna, que "puede ser una inspiración para toda una generación de jóvenes escritoras de Catalunya, de España y, sobre todo de Hispanoamérica, porque en cierta medida es una predecesora de lo que ellas hacen, es una figura iluminadora y muy moderna".
Una nueva visión
Maria Bohigas afirma que la nueva edición de La muerte y la primavera pretende que este libro sea la puerta de entrada de muchos lectores para interesarse por Rodoreda y para permitirlos escaparse de "la experiencia traumática" que algunos han tenido al leer Aloma en la escuela. "Hay una Rodoreda política que ha quedado oculta bajo montones de flores", sentencia la editora, que cree que la escritora no ha quedado fosilizada en el pasado, sinó que conecta perfectamente con el "ahora y aquí". Bohigas espera que esta reedición permita cambiar la visión canónica de Mercè Rodoreda y le abra la puerta a nuevos públicos.