Si hay un hecho más terrible que morir asesinado, es hacerlo en manos de la propia familia. Y lo que se debería entender como un acto reprobable, cuando se da en el si de las mafias italianas se concibe como un acto de lealtad al propio clan. Los vínculos mafiosos prevalecen sobre los vínculos familiares, siempre y a cualquier precio.
La serie Las buenas madres (Disney+) ofrece una mirada de la mafia desde una perspectiva distinta a la que nos ha mostrado siempre la ficción. Basada en el libro del periodista Alex Perry, narra la historia real de tres mujeres atrapadas dentro de la mafia calabresa que, con la ayuda de la fiscal Alessandra Cerreti, se atrevieron a desafiarla en 2011. Entre ellas estan Lea Garofalo y su hija Denise Cosco, Maria Concetta Cacciola y Giuseppina Pesce, todas nacidas en clanes de la 'Ndrangheta.
A lo largo de los seis capítulos de la coproducción italiano-británica, el guionista Stephen Butchard radiografía la complejidad de la relación de las mujeres con la mafia
A lo largo de los seis capítulos de la coproducción italiano-británica, el guionista Stephen Butchard radiografía la complejidad de la relación de las mujeres con la mafia. Siguiendo el ecosistema de las tres famílias que muestra la serie, descubrimos que cada mujer está atravesada por un sentimiento que la conforma: des del miedo paralizante a la apatía, desde la lucha contra el sistema mafioso hasta la adhesión sin fisuras. La serie nos muestra las mujeres víctimas y las mujeres verdugos. Término que no tiene acepción femenina pero que la mafia conjuga muy bien. No se podría entender el terror que viven tantas mujeres privadas de futuro y de esperanza sin la perversa complicidad de sus madres con la mafia.
Una cosa nuestra
El pódcast sobre series de Revers de ElNacional.cat La zona zero dedica su nuevo episodio a adentrarse en la mafia italiana, fenómeno que analiza con Marc Balcells, director del Grado de Criminología de la UOC, y con el periodista de ElNacional.cat Guillem Ramos. La mafia italiana también tiene sus ramificaciones en Catalunya donde opera desde hace muchos años, especialmente con el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales. Figuras clave como Cosimo Di Lauro provocaron escisiones en la Camorra, haciendo que líderes como Raffaele Amato se refugiaran en Barcelona, donde establecieron nuevos clanes criminales. La presencia mafiosa se integra dentro de la sociedad catalana a través de negocios principalmente vinculados al turismo y la restauración.
Respecto a la veracidad de la serie, recoge hechos reales como el asesinato de Lea Garofalo o la incorporación de Giuseppina Pesce al programa de testigos protegidos. El papel de la fiscal Cerreti (representada en la ficción como Anna Colace) fue fundamental para convencer a mujeres de la mafia para romper el silencio.