¡Hemos visto que los refranes enseñan un montón de cosas!, como astronomía. . Pero aparte de servir como enseñanza, los dichos tienen otros usos, aunque menos frecuentes. Así, pueden utilizarse para relativizar un hecho, como Qui fa el que pot no està obligat a més 'quien hace lo que puede no está obligado a más'. Otro uso poco corriente es transmitir un deseo: Aigua, sol i guerra a Sebastopol 'agua, sol y guerra en Sebastopol'. Este refrán, que ya no se emplea, proviene de mediados del siglo XIX, cuando la guerra de Crimea de entonces impidió la circulación del comercio de trigo y otros cereales; eso provocó un alza de precios que favoreció a los campesinos catalanes: representa que las lluvias, un buen sol y una situación bélica que debilita a los competidores permitía prosperar económicamente en el campo agrícola.

Los refranes también permiten justificar un hecho o un comportamiento, sobre todo si es molesto, como en Enclusa que sona, senyal que és bona 'yunque que suena, señal de que es bueno' (lo dicen los herreros para contestar a los vecinos que se quejan de la molestia que causa el ruido de los martillos picando encima del yunque; este dicho está localizado en València). Y seguro que habéis oído este otro refrán: Qui té boca s'equivoca 'quien tiene boca se equivoca'. Hay variantes, como Qui xerra s'erra o Qui molt xerra molt erra (o esguerra). Se suelta después de que alguien ha dicho algo erróneo o inconveniente. Otro muy conocido: Brams d'ase no pugen (o arriben) al cel 'los rebuznos no suben (o llegan) al cielo'; se emplea cuando a alguien le importa muy poco lo que dice otro, generalmente porque lo considera un disparate.

Otro uso minoritario es describir la situación en la que se encuentra alguien o el funcionamiento de una cosa: És com la bota de sant Ferriol, que raja tant com vol 'es como el tonel de san Ferriol, que mana tanto como quiere' (se dice de algo que va dando de lo que ofrece sin que aparentemente tenga que agotarse). También tenemos Qui es menja la molla, que rosegui l'os (o també: Al que menja lo madur, fes-li rosegar lo dur) 'quien se come la miga del pan que roa el hueso' o 'al que come lo maduro, hazle roer lo duro', que significa que, quien quiere tener las ventajas de una cosa, debe también asumir la parte desagradable.

Entre la lógica y las convenciones sociales

Otros dichos sirven para reclamar un trato determinado, sobre todo si uno se encuentra ante una injusticia: ¿quién no ha oído la frase O tots moros o tots cristians y su equivalente Tots frares o tots canonges? Sirve para reclamar un trato igualitario. Por último, los dichos van bien para deshacer una situación embarazosa, como Qui no té cap (o memòria) ha de tindre cames! 'el que no tiene cabeza (o memoria) debe tener piernas'. Lo dice una persona A que se encuentra una persona B; antes, ambas personas ya se habían encontrado, pero en el primer encuentro A iba en una dirección y en el segundo encuentro A va en dirección contraria, porque se ha descuidado algo. Otro ejemplo es Aquest ganivet volia anar a Mataró i no va arribar a Teià 'este cuchillo quería ir a Mataró y no llegó a Teià', que se ha dicho tradicionalmente en Barcelona; cuando en una comida alguien utiliza un cuchillo poco afilado y no logra cortar la carne se crea una situación incómoda; entonces aquella persona puede decir esta frase (Teià es una población situada a medio camino de Barcelona y Mataró, y se recurre a la fonética de la zona para hacer un juego de palabras: tallar 'cortar' y Teià suenan igual).