El Museu de Lleida presentará recurso ante la Audiencia Provincial oscense y recurrirá hasta donde haga falta la entrega inmediata a las parroquias de la Franja de 111 piezas de arte sacro que el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Barbastro ha ordenado al consorcio.

La Consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, ha declarado esto en una rueda de prensa, aa que ha asistido con el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, el obispo de Lleida, Salvador Giménez y el director del museo, Josep Giralt, para valorar conjuntamente la sentencia.

La Diputació de Lleida da apoyo al Museu

Ante el conocimiento de la sentencia del juzgado número 1 de Barbastro, que ordena la devolución "inmediata" a la diócesis de Barbastro-Monzón de las 111 obras de arte que forman parte del fondo del Obispado de Lleida y que están conservadas en el Museu de Lleida, el presidente de la Diputació de Lleida, Joan Talarn, ha mostrado su "absoluto apoyo" tanto a la dirección del Museu de Lleida, del que la Diputació es patrona, como al Obispado de Lleida, que alega que en el juicio celebrado en el mes de mayo aportó pruebas que acreditaban la propiedad legal de las piezas en litigio. De esta sentencia, conocida este miércoles, "sorprende que el juez no haya tenido en cuenta ninguno ni una de las pruebas aportadas en sede judicial", afirma Talarn.

Talarn, puesto en contacto con el resto de patrones, anima al Museu y el Obispado a presentar el pertinente recurso al que se tiene derecho en los próximos 20 días, tal como están estudiando los pertinentes servicios jurídicos, y a "no desfallecer en la defensa del patrimonio de una institución cultural que lo es de toda Catalunya, no sólo de Lleida".

En este sentido, el presidente de la Diputació también lamenta que esta sentencia se dé a conocer el mismo día en que se recuerda uno de los "actos más vergonzosos que se sufrieron en Catalunya durante la aplicación del artículo 155, como fue la entrada y ocupación del Museo de Lleida por las fuerzas policiales para sustraer otras obras, las originarias de Sixena, mientras el procedimiento judicial no estaba del todo concluido". Según Talarn, a aquel "triste suceso parece que se le quiera sumar hoy un acto de escarnio que tenemos que oír como ofensa propia todos los leridanos y leridanas, así como el pueblo de Catalunya".

Por lo tanto, añade a Joan Talarn, a la defensa del patrimonio esta vez sí que se podrá sumar la Generalitat, que hace justo dos años, y bajo el mando del gobierno del Estado, hizo caso omiso a sus obligaciones con la legislación patrimonial catalana "impidiendo el mantenimiento de las defensas judiciales y facilitando aquella ignominiosa imagen de agentes fuertemente armados llevándose las obras del Museu de Lleida el 11 de diciembre de 2017".

El patrimonio de los museos, en cuestión


La diputada de JxCat y exdirectora del Museu de Lleida, Montserrat Macià, ha dicho que esta sentencia abre una "caja de pandora terrible" para el patrimonio estatal, ya que considera que abre la puerta a que muchas entidades puedan reclamar bienes de museos de todo el Estado. "Nos reivindicamos absolutamente con la legitimidad y la legalidad de la colección, que está legal y legítimamente constituida," ha dicho Macià.

La que fue responsable del Museu de Lleida ha lamentado que la sentencia "evidencie la indefensión que ha sufrido la institución desde el punto de vista judicial", y considera que el juzgado de Barbastro no ha tenido en cuenta ninguno de los argumentarios "bien elaborados y documentados".

El diputado de Junts per Catalunya y exportavoz de la Plataforma de entidades culturales de Lleida, Xavier Quinquillà, ha asegurado que, a diferencia de hace dos años, la Generalitat ejercerá el papel "que le corresponde" para preservar la unidad del museo. "Con la aplicación del 155 se ejecutó una orden provisional sobre una sentencia que no era firme", ha dicho el diputado, que considera que si la Generalitat hubiera podido presentar un recurso, la orden de ejecución se habría paralizado.

"Es una nueva espada de Damocles", ha apuntado Quinquillà de un "nuevo episodio de una triste historia". "Nuevamente se trata desde la judicialización y no desde el diálogo. El objetivo tendría que ser poner en valor el arte y la historia e intentar utilizarlo para generar conflicto entre personas y territorios", ha añadido.