El concepto es carrera meteórica. Algo ambicioso así de entrada. Pero a los hechos me remito. Nunca se había visto una artista emergente, en cuestión de poco más de tres años, hacer un doble soldout en la Sala Apolo y conseguir colgar el cartel de todo vendido en el Sant Jordi Club antes de anunciar su disco debut. Prácticamente, hablamos de un hecho inimaginable hasta que Irma Farelo lo hizo posible. No hay verbena, fiesta, festival, encuentro, reunión etílico-festiva, incluso llorera de habitación a puerta cerrada, que se escape de su música. De Vilassar al mundo, Mushka es la pichichi del nuevo pop catalán. Tema que saca, tema que se convierte en un éxito rotundo. Una mezcla entre pasión, ganas de pasarlo bien y una estudiada intuición musical sobre lo que puede funcionar.

Mushka acaba de publicar su primer disco, NOVA BOSSA / Foto: Natàlia Cornudella

Mushka es la pichichi del nuevo pop catalán. Tema que saca, tema que se convierte en un éxito rotundo

Pieza angular de la llamada Banda del Pati, o lo que viene a ser lo mismo, la nueva promoción de músicos que no le tienen miedo a la hibridación de géneros, el catalán para la construcción pop y una mirada, que, desde casa, apunta internacionalmente, tira el primer LP de estudio, NOVA BOSSA. Once temas que tienen como pilares el fútbol y los ritmos brasileños. Contando con sus productores de confianza, Roots y Bexnil, con quien ya se había apuntado un buen puñado de hits, incorpora también al equipo Lluís Cabot, cantante, guitarra y compositor principal de Da Souza, Maria Jaume, que firmaba el año pasado Nostalgia Airline, (disco que inspiró el debut de Mushka), Virtual Flavor y 8belial de Disobey, y la gran eminencia que no necesita presentaciones, Guillem Gisbert. Si a eso le sumamos las legiones de fans que aparecen cada vez que aparece un nuevo indicio de su música en internet, solo queda preguntarnos cómo, incluso antes de debutar, Mushkinha ya cuenta con esta gran afición y reconocimiento por parte de sus iguales.

Todo el mundo quiere un poco de Mushka

Ella misma reconoce que todo empieza con su familia. Tuvo la suerte de criarse en una casa donde se cultivaba la cultura y la libertad personal para que cada uno construyera su propio camino. Una familia de artes. Hija del actor y personalidad televisiva Eduard Farelo, su hermana mayor es de Bad Gyal, su hermana gemela, Greta Farelo, que hasta ahora la acompañaba a las voces, acaba de empezar su carrera en solitario; y su hermana Paula junto con su madre, Eva Solé, lo acompañan dentro de su equipo de management. Pero antes de los nombres y apellidos, y los grandes hitos, en 2021 empezó a trastear entre bases y barras con su excompañero de instituto Roots. Diecisiete años y la necesidad de crear. Música urbana en catalán que llamó la atención, no solo de un público famélico de un nuevo sonido que pudiera poner a la gente a bailar, sino también de compañeros de la industria. Durante los siguientes meses colaboró con talentos emergentes como Flashy Ice Cream, 31 Fam, The Tyets, Figa Flawas y Julieta, con quien firmó una de las canciones del verano de 2023, No m'estima+. Y como todavía quería más, gira catalana y la publicación de Tas Loko Mixtape, con su icónico reguetón con violines.

Mushka, tas loka / Foto: Natàlia Cornudella

Llegado el otoño de aquel año, tocaba su presentación en sociedad en la ciudad condal. Mercè 2023, Moll de la Fusta, misma hora y escenario en el cual hacía siete años había sido programada su hermana mayor. Si nunca os habéis preguntado cómo debe ser presenciar un momento histórico y ser consciente, aquel bolo se aproximaba mucho. No cabía ni una sola alma. Ni sobre, ni bajo el escenario. Por las tablas pasaron casi todos sus colaboradores, pero el punto álgido de la noche fue cuando salió Julieta. Locura. Demencia. El público cantó cada letra, cada ad lib, como si les fuera la vida con cada sílaba. La euforia de una generación expresada con cada uno de sus tas loko.

Locura. Demencia. El público cantó cada letra, cada ad lib, como si les fuera la vida con cada sílaba. La euforia de una generación expresada con cada uno de sus tas loko

Pocos meses después, entró en el palmarés de artistas urbanos de esta década gracias a su actuación de El Disfraz en una Gallery Session, un programa online de vídeos musicales donde cada artista tiene la oportunidad de hacer una de sus canciones en directo desde un escaparate de Poblenou.  Por allí han pasado artistas del nivel de, una vez más, Julieta, Amaia, Alizzz, Rigoberta Bandini, Julieta Venegas, Nathy Peluso o J Balvin. Con esta actuación inauguraba su camino hacia SexySensible (2024), una mixtape que serviría para empezar a descifrar a la persona tras el personaje. Ritmos funk, aceleraciones jersey, sampleados de Daft Punk, la grandeza de Señal de Respeto, vulnerabilidad y barras warras. Una fiesta donde no faltó una estelar y más que esperada, demandada, prácticamente exigida, aparición de Bad Gyal. Una colaboración que llevó a la pequeña de las Farelo a presentar al Wizink de Madrid SexeSexy durante el tour de La Joia. La potencia de la estela de Mushka era imparable. Cada vez se ponían más miradas en ella. Todo vendido dos noches consecutivas en el Apolo, un Primavera Sound y un Fstvl B. Todo el mundo quería un poco de la del Maresme mientras ella trabajaba en lo que sería su álbum debut. Por suerte, hay Mushka para todo el mundo, y de aquí salieron nuevos featurings como el de Rifle Taliban, que lo petó en internet, con Guxo, Cruz Cafuné, Rojuu, El Bugg, y Superreservao, su aproximación con los de Disobey, o su juntada con Nusar3000. Como un camaleón, es capaz de adaptar su toque personal a cualquier declinación de los sonidos pop-urbanos actuales sin perder la esencia.

En este disco la balanza del sexi/sensible se decanta por la sensibilidad y funciona como una puerta a descubrir los aspectos más vulnerables de la autora

Pero hacía falta ponerse serios y dar forma a su carta de presentación. NOVA BOSSA vio la luz el pasado 28 de febrero. Creado a medio camino entre las montañas catalanas y Sao Paulo, en este disco la balanza del sexi/sensible se decanta por la sensibilidad y funciona como una puerta a descubrir los aspectos más vulnerables de la autora. Familia, amor, y el complicado camino del éxito para una joven de tan solo veinte años son los ejes de sus diez temas. Inspirado en la bossa nova, pero buscando una huida pop, cruza a la perfección con su ingenio y audacia a la hora de escribir letras sinceras y frescas a partes iguales. Un éxito instantáneo desde su lanzamiento que se anticipaba con el todo vendido del Club Sant Jordi meses antes incluso de su anuncio. Es complicado predecir ahora qué nivel de fama alcanzará con esta nueva vuelta, pero lo que queda claro es que, a pesar de que ella bromee sobre el hecho de ser un fraude, lo mejor que podemos hacer todos nosotros como oyentes, es no perder la pista de ninguno de sus próximos pasos. Porque aseguran fiesta, amor y un recuerdo inolvidable para nuestra cultura.