La música y la danza llenarán esta semana el Auditori de Barcelona en el retorno de 'L'OBC balla Ravel''. El espectáculo, estrenado el pasado abril, invita el público familiar a sumergirse en el mundo de fantasía y fábulas de la suite 'Ma mère l'Oye', de Maurice Ravel, de la mano de seis bailarines y los músicos de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC). Con Zoi Tsokanou como director musical y Antonio Ruz al frente de la coreografía y la escenografía, la obra propone un "viaje sensorial" que evoca "sueños, cuentos, personajes, universos, culturas y países diferentes", en palabras de Ruz. El espectáculo se podrá ver el 6, 7 y 8 de noviembre en la Sala 1.
'L'OBC balla Ravel', encargo del servicio educativo del Auditorio a Ruz, vuelve a la sala para recrear una atmósfera de "fantasía y sueño" donde conviven movimiento y la música de Ravel. "Es un concierto bailado, pero también se una pieza de danza con música en directo", ha apuntado el director escénico, que ha dicho que los bailarines de la obra lo "impregnan" todo: se mueven entre el público y los músicos, delante de la orquesta y en la parte superior del escenario, donde está el órgano.
"Es un espectáculo completamente desnudo; no tiene telas ni elementos escénicos porque la danza es el lenguaje expresivo principal", ha expresado Ruz, subrayando la importancia del trabajo con la luz a fin de que el movimiento gane "más sentido" en la obra.
Los orígenes de 'Ma mère l'Oye'
En 1908, Ravel compuso para los hijos pequeños de una familia amiga, amantes de las fábulas de Charles Perrault, la 'Pavana de la bella durmiente del bosque' para piano a cuatro manos. Esta pieza se convirtió en la suite 'Ma mère l'Oye' en forma de ballet, que incluyó varios interludios y reordenó los cuentos, llenos de fantasía, fábulas, hadas, castillos y princesas surgidos de la imaginación de Ravel.