La asociación Amics dels Calls de Catalunya ha empezado a hacer los primeros pasos con el objetivo de profundizar en el vínculo histórico judío con la historia de Catalunya.
En declaraciones a Europa Press, la presidenta de la entidad, Carme Vinyes, ha dicho que la asociación se ha fundado este mes porque del 5 al 10 de agosto de 1391 tuvo lugar el pogromo judío en Barcelona, el asalto al call.
La asociación quiere resaltar el vínculo judío de los catalanes a través de la historia y el pasado de los barrios judíos y de otros ámbitos, como el tejido social e industrial.
"No se puede entender la historia catalana sin el judaísmo, que forma parte de Catalunya desde la época romana y que se mantiene latente después de la expulsión de 1492", ha destacado Vinyes.
"Queremos visibilizar que el judaísmo catalán fue importante en el pasado", ha dicho, y ha añadido que parte de la comunidad judía catalana que vive ahora en Barcelona es originaria principalmente de Sudamérica y del norte de África. Ha explicado que existen seis comunidades judías en la capital catalana y que la entidad quiere hacer actividades como visitas a barrios judíos y trabajar para que haya en Catalunya productos kosher (etiqueta que indica que respetan los preceptos de la religión judía), como vinos y aceites.
También quieren organizar mesas de debate, promover traducciones de textos litúrgicos al catalán y hacer recreaciones de festividades, sin olvidar la parte más recreativa, como la cocina de platos típicos, entre otras actividades. Entre septiembre y octubre ya tienen programadas dos presentaciones de libros, de los escritores Martí Gironell y Pilar Rahola.
La entidad también mantiene contactos con la comunidad judía de Mallorca i Eivissa, y trabajan para llegar a la comunidad de Praga y poder realizar intercambios. Además, están en contacto con un grupo de personas en Guimerà (Urgell) porque han hecho "un trabajo de investigación histórica y están intentando que su barrio judío se reconozca como histórico", ha explicado Viñas.
La asociación también cuenta con historiadores que los asesoran "para no salir de la línea", y cuenta con el apoyo del rabino Chabad de Barcelona.