Mucha gente toma la cerveza como un refresco. El grupo Damm quiere demostrar que la cerveza es mucho más que eso, y lo ha hecho en el Foro Gastronómico Barcelona 2019, con el chef Nandu Jubany, que ha demostrado cómo algunos de sus platos casan de maravilla con las cervezas. Carles Cervantes, responsable del archivo histórico de Damm, ha explicado las posibilidades de la cerveza, muy consumida, pero poco conocida, porque se ha asociado a un consumo barato, rápido y fácil. No pasa lo mismo en todas partes: "En Alemania, si abres un bar y tiras mal la cerveza, no te dura ni dos semanas". "Aquí no hay cultura cervecera", concluye.

La croqueta de Nancu Jubany con una Estrella Damm.

La cerveza, para algunos platos

"El vino te puede arruinar unas alcachofas, unos espárragos, una menestra de verduras o una comida mexicana picante," explica Carles Cervantes, que apunta que la cerveza puede ser idónea para armonizar con estos platos que son difíciles de casar con vinos. En realidad, apunta que en nuestro país, Damm fue pionera en este campo al crear la Inedit, con Ferran Adrià, una cerveza que combinaba de maravilla con platos "difíciles" como las anchoas. Ahora ya hay algunos restaurantes que piden al proveedor el tipo de cerveza que armoniza con sus platos. Cervantes recuerda que en países como Alemania hay una gran diversidad de cervezas; incluso se elaboran algunas especiales para postres. En realidad, Cervantes apunta que comer con cerveza tiene una ventaja: "cuando comes con cerveza, el protagonista es el plato".

Nandu Jubany elaborando su tortilla de setas.

Cervezas temáticas

No todas las cervezas son iguales, y por eso Damm ha apostado por crear "cervezas temáticas", que combinen con determinados platos. Una de ellas es Malquerida, una cerveza pensada para la cocina latina, elaborada con flor de hibiscus, que fue creada por Albert Adrià, que era consciente de que en el mercado español no se encontraban cervezas adecuadas para combinar con un ceviche o con un guacamole.

El ceviche de corvallo de Nandu Jubany.

Una cerveza para cada plato

La degustación de Nandu Jubany se ha abierto con unas croquetas de pollo a l'ast, acompañadas de una Estrella, la cerveza más universal y versátil del Grupo Damm. Ha continuado con un ceviche de corvallo, piparras y pasta de aceitunas verdes, un plato de raíces latinas que se ha combinado con una Malquerida, la cerveza pensada para la cocina latinoamericana. Jubany se ha lucido con una tapa de tocino de cerdo asado con miel, que se ha acompañado con una Complot IPA, la cerveza elaborada con lúpulo de las montañas de Prades, una bebida fuerte, con cuerpo y con un aroma profundo que Cervantes recomienda para platos de una cierta contundencia. El mismo Jubany ha cocinado, en el stand de la Damm en el Foro Gastronómico, unas originales tortillas de setas de otoño, que se han armonizado con una Inedit, la cerveza gastronómica por excelencia de Damm. La degustación se ha cerrado con unos calçots escalivados, con mantequilla de rúcula, avellanas y anchoas. Para casar los calçots, un plato especialmente delicado en este aspecto, se ha optado por una Brooklyn East IPA, una cerveza de 6,8º, con un cierto sabor amargo.

El tocino de cerdo asado con miel de Nandu Jubany.

Un país de cerveceros

En 1974 el consumo de cerveza, aquí, era extremadamente bajo: de sólo 5 litros por persona. Ahora ya es de 70 litros, situándonos en cuarta posición en el mundo. Carles Cervantes opina que la cerveza es una bebida que va muy bien para nuestro clima, y especialmente las cervezas que no tienen una alta graduación, que son las que mayoritariamente se fabrican y consumen en este país. Y, para acabar de convencer al potencial consumidor, explica que la cerveza no engorda y que no genera "barriga cervecera". Lo que engorda realmente son las patatas bravas y los calamares a la romana que acompañan a la cerveza, la bebida favorita para el tapeo. Cervantes añade que la cerveza es una bebida que va muy bien para nuestro clima, y especialmente las cervezas que no tienen una alta graduación, que son las que mayoritariamente se fabrican y consumen aquí. El futuro de la cerveza es grande, y en buena parte pasa por su inclusión en la oferta gastronómica, tal y como lo avanza Nandu Jubany.