Sanlúcar de Barrameda (Corona castellanoleonesa), 3 de abril de 1526. Hace 496 años. Un grupo naval formado por cuatro galeones (tres catalanes y uno castellano) y comandado por Sebastián Caboto, hijo de Juan Caboto; iniciaba un viaje exploratorio que, superando el extremo sur del continente americano, tenía que alcanzar las islas Molucas, en el Océano Pacífico. Los expedicionarios de Caboto confundieron el estuario del Río de la Plata con el extremo sur del continente americano y fueron los primeros europeos que fundaron asentamientos coloniales en aquella región. Pero al margen de este importante detalle; lo que destaca, especialmente, de aquella expedición es que fue financiada por iniciativa privada, a diferencia de la mayoría de viajes de la "carrera de Indias", pagados con dinero de las arcas reales.
La investigación historiográfica moderna (Armenteros, Bello León) revela que detrás de aquel viaje había una espesa red mercantil, formada por navegantes catalanes, valencianos y mallorquines (de "nación catalana", dicen las fuentes) que desde el siglo XIV explotaban una ruta de navegación que unía Barcelona y Valencia con Sevilla, Canarias, Brujas y Londres. Los Caboto, que —desde Valencia— habían participado en los preparativos del primer viaje Colombino (1492) y que habían pilotado el primer viaje inglés a América (1497), liderarían la primera gran expedición privada catalana en el Atlántico sur. Los Caboto son considerados originarios de Venecia; pero, en cambio, tuvieron una intensa relación con el mundo "de nación catalana". ¿Realmente eran venecianos? ¿O eran catalanes?
Venecia y Valencia
Tradicionalmente, se había considerado Venecia como la cuna de los Caboto, sin más pruebas que la existencia de una serie de documentos que sitúan a Juan, el iniciador de la saga, hacia 1461. Sin embargo, si la investigación historiográfica fija el nacimiento de Juan hacia 1450, quedan once años oscuros (1450-1461) que alimentan el debate sobre el verdadero origen de los Caboto. En cambio, a medida que Juan se aproxima a la madurez, su existencia es cada vez más conocida. En 1486, cuando el proyecto Colombino empezaba a tomar forma, arraiga en Valencia capital, al lado del banquero Santàngel —financiero del proyecto—, y del navegante Colón —artífice de la empresa. Caboto trabajó en el desarrollo del proyecto hasta 1490.
Valencia y Bristol
Pero cuando el proyecto ya culminaba; Caboto, misteriosamente, desaparece. Nadie ha podido averiguar las verdaderas causas, pero todo apunta a un choque entre las dos personalidades que lideraban la empresa (Colón y Caboto) que provocó la salida del "veneciano". Juan Caboto nunca renunciaría a la búsqueda de un camino atlántico hacia Oriente (que era lo que, en realidad, se proponía) y, acto seguido, arraiga en Brístol, un pequeño puerto situado en el suroeste de Inglaterra, y reúne apoyos para su propia empresa. En este punto es importante destacar dos aspectos fundamentales: el primero es que la Inglaterra de finales del XV todavía no es una potencia marítima y mercantil; y el segundo es que Brístol no jugaba a la primera división de los puertos ingleses de la época.
¿Por qué Caboto se va a Brístol?
Un simple vistazo a la historia de la marina inglesa (mercante y militar) de la época Tudor (finales del siglo XV y principios del siglo XVI), revela que la actividad de construcción naval y de comercio marítimo estaba centrada, casi exclusivamente, en el Támesis. "Anthony Roll" (el inventario más preciso de la marina inglesa de la época) y la "Fabyan's Chronicle" (una crónica de la botadura de los grandes barcos Tudor); se refieren, exclusivamente, a los "dockyards" (astilleros) de Woolwich, Deptford y Chatham (entre Londres y el canal de la Mancha). Por lo tanto, la cuestión es: ¿por qué Caboto, con los extraordinarios conocimientos y la valiosa experiencia que aportaba, se fue a un pequeño puerto del oeste de Inglaterra alejado del centro político y económico del país?
Los catalanes del oeste de Inglaterra
Las fuentes documentales inglesas nos revelan una curiosa presencia de "hombres del mar" (constructores navales, comerciantes marítimos) de "nación catalana" establecidos en el oeste de Inglaterra, en torno a Brístol, que podría explicar el destino de Juan Caboto. Por ejemplo los Botoner, los Spert, los Fabià o Fabian, los Palmer, o los Torell; que posteriormente (medios del siglo XVI) se acercarán a Londres y se establecerán, principalmente, en el condado de Essex. Un cruce de datos entre varios archivos catalanes e ingleses revela, por ejemplo, que los Torell son originarios de Perpiñán; y que los Palmer procederían de Mallorca (en 1588, Henry Palmer, amigo íntimo y albacea de John Hawkins y de Francis Drake, luchó contra la Armada Invencible hispánica).
Los "venecianos" de Inglaterra
Pero lo que resulta realmente sorprendente, es la extensa nómina de venecianos con apellidos catalanes que aparecen en las "Letters of denization" (las cartas de naturalización) durante el periodo 1400-1500. Solo para citar algunos ejemplos, nos encontramos un Berynguer o Berenguer (Bonefant); unos Capell (John i Leonard); un Colon o Colom (George), un Ferrar o Ferrer (Jacobus); dos Galiman o Galimany (George i Allegreto); un Negre (Adam); un Nofre (Fredericus); dos Pount o Pont (Gent i John); i un Quarte o Quart (Baptista); que, en aquellas "Letters" figuran como "venetians". Incluso, aparecen dos Boleyn (Francis y Nicholas) "venetians"; que, con total seguridad, no tienen ninguna relación con la familia de la segunda esposa de Enrique VIII.
La relación de los Caboto con Inglaterra
Eso hace pensar que el gentilicio "venetian" podía ser, también, un cajón de sastre donde meter todos los orígenes que, por alguna razón, se querían mantener ocultos (quizás judíos conversos?). En aquellas "Letters" no aparece ningún Caboto de la estirpe fundada por Juan. El único es un Robert que solicita la naturalización en 1440 y que podría ser el padre de Juan. Pero no está claro. No es hasta 1497 (año del primer viaje inglés a América); que Juan aparece documentado por primera vez: es un contrato de alquiler por unas fincas situadas en las afueras de Bristol. En aquellos documentos no se dice que Caboto sea catalán. Pero tampoco se dice que sea veneciano. Y en 1557, Sebastián, la cabeza visible de la expedición privada catalana a Río de la Plata (1526), aparece en un certificado como tributario del condado de Essex.
Los Caboto y América
La gran aportación de Juan Caboto a la historia es la apertura de la ruta americana por el Atlántico norte. Aquella expedición pionera zarpó de Bristol, y no de Londres, porque Caboto, el promotor de aquella empresa, se había establecido en el oeste de la prometedora Inglaterra. El porqué se emplazó en aquella zona, y no en los dockyards del Támesis, no se ha confirmado. Pero no deja de ser curiosa la existencia de uno reducido, pero activo grupo de navegantes de "nación catalana" en aquella región, que podría explicar el eje Caboto-Brístol. Thomas Spert se desplaza desde el oeste en el Támesis para ser el "master shipwright" (maestro constructor naval) de "Mary Rose" (1512-1515) y de "Henry Grace a Decís" (1516-1517); las dos grandes carracas de la marina de Enrique VIII.
El misterio Caboto
Lo que no sabemos todavía es el grado de participación de aquellos catalanes en aquella primera empresa. Pero el mencionado Thomas Spert, tuvo un papel protagonista en la preparación del primer viaje inglés de Sebastián Caboto en América (1516-1517). Y considerando que algunos poseían importantes recursos económicos (como por ejemplo John de Girona; que, antes de emigrar a Inglaterra, había amasado una fortuna en la Andalucía atlántica y en Canarias); resulta plausible pensar que aquellos catalanes tuvieron un papel protagonista en los primeros viajes exploratorios ingleses a América. Incluso en los posteriores viajes colonizadores. No olvidemos que los Viastrosa, (o los Rifòs, que habían contratado a Caboto para el viaje a las Molucas) tenían negocios en Inglaterra.