No y no, Netflix no se rebaja a las peticiones, aunque estas vengan de la Reina Isabel II de Inglaterra. A través de The Hollywood Reporter, la plataforma audiovisual aclara: "Siempre hemos presentado The Crown como un drama, y tenemos plena confianza en que nuestros miembros entienden que está una obra de ficción que se basa ampliamente en events históricos. Como resultado, no tenemos planes y no vemos la necesidad de añadir una descarga de responsabilidad".

La monarquía británica no le gusta como salen retratados sus personajes y menos todavía cómo elevan la figura de Diana de Gal·les: lista, simpática, una gran estratega pero también sometida a una presión que le comportó grandes trastornos psíquicos. Por su parte, recrean sin complejas la relación de amantes entre el príncipe Guillem y Camila Parker. Y a la hija de la Reina, Ana, la retratan como una pobre frustrada, envidiosa de no ser nadie.

El gobierno británico también se indigna

El secretario de cultura del Reino Unido, Oliver Dowden, ha pedido a Netflix que agregara una "advertencia" dejando claro que se trataba de un drama. La única cosa que la plataforma pone antes de cada capítulo es que hay escenas donde se pone de relieve la bulimia de Lady Di.

Cuanto más se acerca al presente, más problemas y polémicas arrastra la serie. The Crown es un retrato de la Casa de Windsor desde sus inicios. Se estrenó el año 2016 pero la última temporada, de momento, es la que peor ha hecho a la monarquía. Incluso el exsecretario de comunicación del Palau de Buckingham la criticó para tildar al príncipe Carlos como un "villano".